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Josep Piqué, como el Cid, cabalga después de muerto. Su regalo postumo a la comunidad internauta mientras apura sus últimas horas en el ministerio de cienciología (esta semana abandonará la cartera para encabezar el cartel electoral del PP en Cataluña) es el anuncio de la liberalización absoluta de las telecomunicaciones, incluido el precio del ADSL. A partir de 2005, las tarifas de estos servicios estarán en manos del libre mercado. Traducido a la realidad española, donde un único operador domina el sector, esto significa que los precios los pondrá Telefónica, que para eso tiene el monopolio de la red de cobre. Adivina, adivinanza: ¿subirán o bajarán las tarifas?
Ignacio Escolar | Septiembre 1, 2003 04:07 PM
El jueves pasado Rodrigo Rato, quizá en un último intento de hacerse con la varita mágica de la sucesión, le "reventó" a Piqué la buena nueva de que durante 2004 (año electoral) las tarifas telefónicas se congelaban. Pero claro, que en el 2005 suban los precios gracias a la liberalización (¿por qué todo huele últimamente a liberal?) es otra historia.