Creo que Marcelino Iglesias tiene razón y es saludable para él reconocerlo. Por una mecánica muy simple: para ser elegidos hay que presentarse, y para presentarse es inexcusable ser político... o ejercer de tal aunque no se tenga carné en algunos casos. Los polítologos -lo leí en El país- explican que a la politica va algo así como lo peor de cada casa. Un buen gestor se dedica antes a la empresa que a la política y un ser altruísta opta, en igual disyuntiva, por los servicios sociales, aseguraban. El político busca PODER y ese detalle es casi sinónimo de ambición, soberbia -al creer que es mejor que los demás- y falta de escrúpulos para supeditar su honestidad a barrer los escollos del camino -humanos incluidos- al fin que se ha propuesto.
Actualmente la derecha sigue manipulando con un descaro que sonroja al vecino -¿no nos dicen ahora Zaplana y Rajoy que "no descartan" que los atentados del 11m los hiciera ETA?-. No son los mejores. Se puede ser conservador -creo, no estoy muy segura- y honesto. Pero la izquierda neoliberal en el poder tampoco se está luciendo en exceso en sus nombramientos. Con sus camarillas de amiguetes en puestos intermedios, no elijen a los mejores. Porque no pueden, son también políticos con todo lo que implica. Saturan el principio de Peter, y la mayoría, al llegar al cargo, se columpian en su máximo nivel de incompetencia.
Marcelino Iglesias, socialista, aragonés recio, ha llegado por los vericuetos de un debate parlamentario en apuros a entender y confesar la gran verdad: que no son los mejores, solo los elegidos, porque son políticos y.... etc.... Es el primer paso, que ojalá sigan sus colegas. Porque así podrán empezar a cambiar en realidad, a enmendar errores... y, a la larga -que es cuando se ven las cosas- "no fallarnos".

En realidad la principal característica que suele definir al político es el ansia de poder (aunque suelan hablar de servir al pueblo). Vamos, que son los que se presentan a las elecciones. Que conste que esto del ansia lo digo sin mala idea, a mi no me parece mal que lo que alguien quiera hacer sea mandar (si lo hace bien...). En realidad, son los comportamientos de estas personas los que nos han llevado a desconfiar de ellos en muchos casos.

Tal vez la forma de eliminar la visión del político como un elegido la podemos tomar de un libro Arthur C. Clarke (Cántico a la lejana Tierra creo que se llamaba). La forma de elegir al presidente de la nación era mediante sorteo entre toda la población. A lo mejor nos traía mejores políticos el mero azar que la democracia...:)

Cavilando sobre como podría ser un mundo mejor yo también he pensado en la elección de representantes por sorteo. Sin embargo sería muy arriesgado porque para ciertas responsabilidades se necesitan unos conocimientos mínimos.

Para mí el sistema de elección menos malo sería uno sin elecciones generales, sino un sistema "piramidal". Me explico, a la gente lo que más le importa es lo más cercano, lo que les afecta directamente, por ello habría "elecciones" cada cierto (poco) tiempo para representantes de comunidades de vecinos, barrios, etc, todo mucho más dinámicamente que ahora, sin campañas electorales y en las que los aspirantes sean todos los vecinos. En caso de ser elegido no se puede renunciar al cargo, y para que los representantes realicen con motivación su trabajo tendrían beneficios para su zona representada y también personales, pero también "castigos" en caso de una mala gestión.

De esta forma se asegura que sólo salen elegidos los mejores y que no actúan con intereses ocultos como ocurre ahora con los partidos políticos.

Los representantes de instituciones de mayor rango (ayuntamientos, comarcas, provincias...) serían elegidos obligatoriamente de entre todos estos, con las mismas implicaciones, y así de forma piramidal hasta presidentes nacionales, continetales, etc.

Ya se que es muy utópico y tendrá muchos fallos, es sólo una idea orientativa, pero creo que la única forma de acabar con la oligarquía a que nos tienen sometidos los partidos políticos y los empresarios que hay detrás. Aunque claro, no se puede dar un cambio tan drástico porque precisamente a los que gobiernan no les interesa, sólo sería posible mediante una revolución, que siempre se ve inhibida por este "estado del beinestar" en el que nadie ha alcanzado del todo su techo y nos mantienen controlados con el caramelo de la igualdad, concediéndonos siempre lo mínimo necesario para que nos quedemos calladitos con la falsa esperanza de la democracia verdadera.

Al fin,despues de milenios esperando una declaracion semejante a la que el colegio de los rosacruces plasmo en la puerta de la caterdral de Paris anunciando al mundo su existencia prerevolucionaria,y tras siglos de gestacion del germen neoplatonico de la verdad y la belleza que porta la Arete,se a pronuncado uno de estos patricios acerca del origen divino que atesoran mediante la diosa fortuna...
¿Acaso pediamos mas,los que no tocados con la tiara de la divinidad solo necesitabamos un lider o unos lideres inbuidos y coronados ?
El destino , lo ciclico de las estrellas y el tiempo nos han devuelto de nuevo a la epoca de los discursos elegiacos y las magnas obras en el atanor del poder mediante una nueva raza de prometeos elegidos...
Seremos nosotros a su vez los elegidos por las estrellas para disfrutar de una nueva Avalon en esta España nuestra?