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Iñifo Sáenz de Ugarte
Todos los Gobiernos ocultan con celo la identidad de sus agentes secretos. El escándalo que ahora cerca a la Casa Blanca (llamado Plamegate) se originó por lo contrario: un alto cargo reveló el nombre de un espía de la CIA para restar valor al testimonio de su marido. Suena algo ridículo, pero en juego estaba la credibilidad de las razones presentadas para invadir Iraq. Ésta es la historia (casi) completa del Plamegate.
Ignacio Escolar | Octubre 31, 2005 12:07 PM
¿Iñifo?
Oí ayer en la CNN int. que Wilson iba a denunciar supuestas amenazas a su mujer en relación con el caso.
La verdad es que deja cierto regusto dulce el que al menos una de las mentiras de la extensa panoplia que prepararon les comience a escocer. Aún cuando sea demasiado tarde.
Lo que parece increible es que Bush/Cheney tengan que defenderse de si revelaron o no la identidad de un agente de la CIA, y no de cargos por haber invadido un país con mentiras, es decir, por haber mentido y engañado no sólo al pueblo americano, sino a todo el planeta.
Lo gracioso del tema es que han procesado a Libby no por revelar la identidad de un agente secreto, sino por perjurio. Vamos, como cuando trincaron a Al Capone por evasión de impuestos y no por asesinato.
Sobre revelar secretos oficiales para salvar el culo, sabemos algo por aquí.
La diferencia es que a esos sinvergüenzas, mentirosos, a esta gentuza nadie la va a sentar ante un tribunal.
M.
¿Y se sabe algo de que sucede al final con Rove?
¿ Por qué hay tanta diferencia de protagonismo entre el Fiscal del caso M. Lewinsky y este Fiscal?. ¿ Ha hecho alguna declaración de que va a por W. Bush, que lo llamará a declarar, con la amenaza de que si miente lo procesará?, ¿ Qué papel juega C. Rice en esta historia? Nadie le pregunto a ella que si era una espia la esposa de Wilson en cuestión...¡ qué pena!
Si a alguien le interesan los detalles de esta historia, este es el texto de la acusación oficial:
http://graphics8.nytimes.com/packages/pdf/politics/libby_indictment_28102005.pdf
Un detalle fundamental para entender el problema, y que no aparece en el resumen de Iñigo, es que los primeros artículos que mencionan el viaje a Níger incluyen la afirmación de que el viaje es el resultado de una consulta directa a la CIA, por parte del Vicepresidente o de la oficina del Vicepresidente, sobre el supuesto intento de compra de Uranio. Estos artículos dan a entender que el Vicepresidente habría recibido la información de que el intento de compra nunca había ocurrido antes del famoso discurso de Bush. La versión de la Casa Blanca es que esa consulta no se produjo y la información de Wilson nunca llegó a manos del Vicepresidente, sino que se quedó en la CIA. Es en ese contexto en el que se produce la filtración que se discute, no con la intención de desprestigiar a Wilson, sino para negar que la iniciativa del viaje tuviera nada que ver con el Vicepresidente. La Casa Blanca creía que la filtración de la historia de Níger provenía de la CIA, de gente que estaban intentando salvar su imagen a base de acusar a los políticos de ignorar la información de los servicios de inteligencia. La intención de la oficina del Vicepresidente, por su parte, era echarle la culpa a la CIA de los errores.