asco de toros

Como le ocurría a mucha gente, era seguidor de las crónicas/críticas de Joaquín Vidal sin gustarme los toros.

Los mejores artículos taurinos, ahí les duele, son las columnas antitaurinas de Manuel Vicent cuando llega la feria de San Isidro.

Los toros son una fiesta atrasada, fea y cruel con los animales, y todo eso ya lo denunciaba Jovellanos. Pero también son un negocio que da de comer a muchas familias. No lo olvidéis cuando os opongáis a ese por otra parte lamentable espectáculo.

Pues no he ido nunca a los toros (y menos con minifalda) pero me gusta escuchar programas taurinos y leer crónicas taurinas.

Pero también son un negocio que da de comer a muchas familias.

El atraco a mano armada también da de comer a mucha gente. Recuérdalo cuando te saquen una navaja o una pistola y te pidan amablemente la cartera.

[Ley de Godwin] También el nazismo daba de comer de mucha gente y los hemos podido recolocar a todos en el PP.

Nostálgicos sin complejos (puaj!):
ALCALDE CESADO Y CUATRO TENIENTES DE ALCALDE MULTADOS POR ANTITAURINOS

Antes de nada, disculpad por el abuso de espacio.

Extracto del libro "La Vergüenza nacional", de Luis Gilpérez Fraile:

LA VERGÜENZA NACIONAL Y EL IDIOMA

El lenguaje taurino es, por necesidad, oscuro, anfibológico, metonímico. El que desee hablar o entender de toros, tiene que dominar la retórica en su peor sentido. No podemos olvidar que el espectáculo taurino es un espectáculo innegablemente cruel (y no lo digo yo, lo dice Cossio -o mejor el Sr. D. José María Cossio, que el taurino también es lenguaje ditirámbico-) y que de utilizar un lenguaje claro, resultaría una narrativa repulsiva.

Valgan de muestra un par de ejemplos, ambos tomados de las críticas taurinas. El primero de ellos, que apareció entre otras en una de las críticas taurinas del ABC pero que no es caso único sino muy frecuente, y que puede encontrarse repetido en innumerables reseñas, es de este tenor:

«El quinto cayó muerto mientras Fulanito lo toreaba de capote».

Dicho así, parece lo más natural del mundo: todos morimos. Pero algunos lo hacen de forma natural, otros de forma violenta. Y el quinto no cayó muerto obedeciendo la insoslayable ley natural. El quinto fue ajusticiado con una puya de veinte centímetros, que el picador, él sabe cómo, consiguió hundir cuarenta en el morillo (hierro, encordelado y hasta cruceta a modo de sacacorchos) rompiendo vértebras, perforándole un pulmón y provocándole una hemorragia mortal. Crítico lacónico, que diría Forges.

La segunda reseña (publicada igualmente en ABC ref. 96:89) por obra del crítico J.M. Llorente, dice así:

«Este (el toro), ya "aburrido" de la poca pericia de Menganito con el verduguillo, se había echado ... ».

Pero unas líneas antes nos hemos enterado de que la poca pericia consiste en haberle propinado «tres pinchazos, dos medias y quince descabellos». Y de un toro que ha recibido tres pinchazos, es decir, que por tres veces un acertado estoque le ha atravesado las carnes hasta chocar con un hueso; dos medias, es decir, que el mismo instrumento le ha penetrado por dos veces no menos de treinta o cuarenta centímetros, segando músculos y venas, perforando órganos vitales y reventando alvéolos; y quince descabellos, es decir, que por quince veces un estilete ha intentado seccionar su médula espinal, astillando vértebras y cortando cordones nerviosos; pues de ese toro se dice que «se ha echado aburrido».

Extraño lenguaje, ¡sí señor! Hasta los políticos deben envidiar tal capacidad anfibológica.

El crítico Zabala, maestro de la metonimia, hace en sus crónicas frecuentes referencias a las estocadas que producen vómitos, pero nunca dice a quién. De él podemos leer por ejemplo (ABC,ref. 106:90):

«El broche no fue precisamente de oro, porque apuntó a los bajos. Dejó un sartenazo que produjo vómito».

Y pocos días después (ABC,ref. 113:90):

« ...a la hora de matar. Lo hizo de una estocada arriba, que produjo vómito».

¿Y qué querrá que produzcan? Los toros tienen la mala costumbre de vomitar sangre cuando un estoque les atraviesa los pulmones; y los estoques, tanto se clave "por lo bajo", tanto se clave por "arriba", suelen perforar los pulmones, provocando así esa muerte agónica tan repetida en los ruedos.

En otras ocasiones, los eufemismos en vez de ocultar, ponen al descubierto los verdaderos trasfondos que mueven a los aficionados. Ellos siempre afirman que por nada del mundo desearían ver herido al torero. Son los mismos que le gritan "¡arrímate,arrímate,cobarde!" cuando ven que de seguir toreando tan separado del toro, difícilmente va a resultar corneado. Vea el lector una muestra de lo que digo (Daniel Samper, Cambio 16,ref. 01:89):

«La feria resultó asombrosamente feliz para los toreros, Sólo diez tuvieron que ser atendidos en la enfermería, y de esos diez, sólo dos presentaban heridas de gravedad».

¡Sí señor! Este cronista debe estar acostumbrado a presenciar verdaderas masacres de toreros, porque el que SOLO diez resultaran heridos, y SOLO dos de gravedad, a lo largo de 24 corridas (Feria de San Isidro), le causa ASOMBRO (dice que «feliz» para los toreros, con lo cual parece excluirse).

"¿Por qué es el periodismo taurino el género periodístico más lamentable?"

Pues porque probablemente los toros sean la actividad social española más lamentable.

Saludos.

Lamento no poder estar de acuerdo, por suerte no todo el periodismo taurino empieza ni acaba en las crónicas del ABC o en los reportajes del 6 Toros 6.

Joder, con los nazi_onalistas estos. Se cargan el Archivo, se cargan España ¿y ahora tambien los toros?. Terminaremos despeñando crios desde lo alto de una "colla" o dando vueltas con la mariconada esa de sardana

Barzofia, la crueldad en los toros no tiene nada que ver con el nacionalismo, pero si te vas a sentir mejor pensando eso, pues estupendo, la ignorancia hace la felicidad al fin y al cabo. Ten en cuenta que somos muchos los que luchamos para abolir la tauromaquia y no os van a venir todas las collejas del noreste de la península. Avisado estás.