ene 12 2008

El terrorismo no justifica la tortura

Rubalcaba quiere creer. “Esta es la versión que me ha proporcionado la Guardia Civil y que yo aquí quiero hacer mía”, aseguró el ministro del Interior el pasado lunes cuando explicó ante los medios qué hacía un detenido por terrorismo ingresado en la UCI de un hospital con hematomas por todo el cuerpo, una costilla rota y el pulmón perforado. Han pasado seis días desde aquella comparecencia y, a lo largo de la semana, hemos conocido varios detalles que ponen en duda la versión de la Guardia Civil que Alfredo Pérez Rubalcaba dio entonces por buena: que el otro detenido también está lleno de magulladuras, que un testigo presencial de la detención denunció en el juzgado que investiga los supuestos malos tratos que la detención no fue violenta y, lo más grave, que el juez Fernando Grande-Marlaska, en un auto judicial, corrobora que ambos detenidos cuentan prácticamente la misma versión de los supuestos malos tratos a pesar de que han estado incomunicados desde su detención.

Es cierto: se pueden poner peros a estas pruebas. El testigo de la detención es familiar de un histórico dirigente etarra, un detalle biográfico que, de momento, no invalida su declaración aunque sirva para ponerla en entredicho ante la opinión pública (a todo esto, ¿quién filtró este dato a la prensa y por qué?). Y también hay una discrepancia entre ambos detenidos en el, por otra parte, detallado relato de los supuestos malos tratos. Según el auto de Grande-Marlaska, Igor Portu dice que escuchó un disparo y pensó que era una simulación de una ejecución mientras que Mattin Sarasola, el otro presunto etarra, asegura que “le colocaron una pistola en la sien, pero no le dispararon”. Por lo demás, los relatos son idénticos.

Alfredo Pérez Rubalcaba, durante esa misma comparecencia, también anunció que colaboraría con la investigación judicial ya que “no hay nadie más interesado en que se conozca hasta el final la verdad de lo sucedido”. No dudo de la voluntad del ministro en aclarar el incidente, aunque discrepo en que no haya nadie más interesado que él en conocer la verdad. Nos interesa a todos. Tras un año plagado de éxitos policiales en la lucha antiterrorista, lo que menos necesitamos es que la sombra de la tortura, el fantasma de los GAL, sirva otra vez de excusa a los terroristas.

No hay que olvidar que lo que diferencia a ETA de cualquier otra banda de asesinos es que, por desgracia, cuenta con el apoyo de una parte de la sociedad vasca, que encuentra en episodios como el de esta semana el alimento para su injustificable respaldo al terror. Jamás acabaremos con ETA hasta que toda la sociedad vasca les dé la espalda. Por esta razón, que los detenidos estén acusados de crímenes tan graves como el atentado de la T4 no debería impedir una investigación seria, como la que pusieron en marcha durante el verano de 2005 los entonces ministros del Interior, José Antonio Alonso, y de Defensa, José Bono, cuando un detenido murió en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas, en Almería. En aquella ocasión, una de las primeras respuestas del Gobierno fue apartar de su puesto durante seis meses a todos los guardias civiles implicados. Que ahora hablemos de terrorismo no debería servir de excusa para no tomar medidas disciplinarias igual de contundentes. Todo lo contrario.

Contra la demagogia

Frente al dolor del terror es sencillo apelar a las tripas de la sociedad. Es probable que, si se hiciese una encuesta, una gran parte de los españoles respaldaría la pena de muerte o incluso la tortura en casos de terrorismo. Está en la responsabilidad de los políticos no caer en la demagogia, no exaltar los peores instintos. No alimentar ese monstruo. Por eso están completamente fuera de lugar declaraciones como las de José Bono esta semana, cuando a cuenta de este debate se enfundó en el traje de Harry el Sucio y dijo aquello de “si tiene que haber bajas, que no sean nuestras”. Como si la lucha antiterrorista fuese una película de Hollywood, como si fuese necesario matar o morir, como si el fin justificase los medios.

En los últimos años, tras el 11-S, el mundo ha sufrido una regresión en la defensa de los derechos humanos. En la lucha contra la tortura, Occidente ha retrocedido décadas, dando la razón a aquel viejo argumento soviético, que aseguraba que la defensa de los derechos humanos por parte de Estados Unidos era una simple fachada propagandística y no una verdadera convicción moral. Guantánamo ha cumplido esta semana seis años y se ha convertido ya en ruido de fondo. La responsabilidad es compartida: no sólo de George Bush sino también de los países europeos, que no hicieron preguntas cuando los aviones aterrizaron camino del limbo de la base militar.

Por supuesto, no es comparable la sospecha de un episodio aislado, como el de Sarasola y Portu, con la certeza de cientos de detenidos y seis años de prisión y torturas sin juicio. Pero en ambos casos el principio es el mismo: los derechos humanos son para todos, incluso para los asesinos más siniestros. Es eso lo que nos diferencia de ellos.


ene 12 2008

El pluriempleo de Rodrigo Rato

El que fue máximo responsable de la política económica ficha por el mayor banco. El que fue máximo responsable de las obras públicas monta una asesoría para las principales constructoras españolas. Rodrigo Rato: de vicepresidente económico, al Santander de Emilio Botín. Francisco Álvarez Cascos: de ministro de Fomento, a consultor de sus antiguas contratadas. El roce hace el cariño.

Lo de Rato llega en un momento peculiar. Mientras Mariano Rajoy hace de los malos presagios sobre la economía su bandera para las elecciones, su rival por el dedazo de Aznar demuestra que, con el PP, llegar a fin de mes es posible. Rato cobrará del Santander 200.000 euros anuales por dos reuniones al año. Rajoy habla de subir las pensiones y tiene en quién fijarse. Además de los 200.000 euros del Santander, Rato –sin ser jubilado– cobra una pensión vitalicia del FMI de 54.536 euros anuales. Rajoy dice que España está al borde del abismo financiero, aunque sin duda hay muchos a los que cada vez les va mejor. Rato, además de la pensión del FMI y del sueldito a tiempo parcial del Santander, también gana cuatro millones de dólares al año por su empleo en el banco Lazard.

No está descartado que, en los próximos meses, el que fuera gran gurú económico del PP encuentre algún trabajo más. España va tan mal que muchos se ven obligados a recurrir al pluriempleo para sobrevivir. La economía bien entendida empieza por uno mismo. Sin embargo, sorprende que Rato deje claro que por él no pasa la crisis justo en este momento, a menos de dos meses de las elecciones. Según cuentan en el PP, el ex vicepresidente económico de Aznar advirtió a Rajoy de la oferta de Emilio Botín e incluso se ofreció a retrasar el anuncio hasta pasado el 9 de marzo. El candidato del PP respondió que no hacía falta.


ene 12 2008

España, en el corazón de las tinieblas

Juan Carlos Escudier: Hay que reconocer que la terrible crisis económica que, al parecer, ha invadido nuestros hogares, se ha hecho fuerte en la despensa y nos conducirá directamente al abismo salvo que votemos a Rajoy, nos ha pillado por sorpresa. Antes las crisis se veían venir de lejos y los más temerosos tenían tiempo para empaquetar sus pertenencias y salir del país. Ésta, en cambio, ha sido fulminante. Un día de éstos nos fuimos a la cama animosos y despreocupados y horas después nos despertamos sudorosos en el corazón de las tinieblas. Que el PP nos ampare.

(…) El cuadro general vendría a ser el siguiente: la inflación está por encima del 4%, han subido las hipotecas y cuesta mucho más vender los pisos. Sin embargo, España ha crecido en 2007 un 3,7%, el paro está en mínimos de los últimos 30 años, la deuda nunca estuvo tan baja en los últimos 20, hay tres millones más de ocupados, se ha elevado la productividad a casi el 1%, ha aumentado un 26% la renta per cápita en cuatro años y se cuenta con un superávit presupuestario del 1,8% del PIB para poner las cataplasmas que hagan falta. Como puede colegirse, la situación es dramática. Más en El Confidencial

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Jesús Maraña: Como estrategia electoral tiene su sentido. Parece claro que el voto se mueve fundamentalmente por dos resortes: las emociones y la cartera. Al primer resorte han dedicado el PP y su flota mediática estos últimos años, con resultados que se traducen en una alta fidelidad del antizapaterismo en las encuestas. Han conseguido que millones de españoles identifiquen a Zapatero con las siete plagas. Pero a la vista de que las plagas anunciadas no llegan, conviene cambiar el tiro hacia el otro resorte.

(…)La economía va a ser protagonista de esta campaña electoral, pero al fondo de la batalla se visualizará una confrontación entre el optimismo y el pesimismo como motores de movilización social. De momento, nos proponen elegir entre la tranquilidad que transmite Pedro Solbes y la urgencia de tomar “medidas brutales” que plantea el ínclito Arias Cañete. Reza la ley de Murphy: “Si hay un agujero en la carretera, su neumático lo encontrará”. Y ahí anda el PP, en busca de agujeros que revienten ruedas para luego ofrecer unos recambios “brutales”. Más en Buzón de Voz


ene 12 2008

Comentario de texto

Tag: Humor,PúblicoIgnacio Escolar @ 14:10

Rafael Reig analiza la letra de la SGAE y el COE para el himno nacional: “Que viviera España era inevitable. Las opciones eran bastante limitadas. O que subiera (¡Arriba España!) o que muriera y Dios la tuviera en su gloria (¡Gloria a España!). Las voces distintas aludirán a la pluralidad lingüística de nuestro país. Ahora bien, ¿por qué esa unidad e indisolubilidad cardíaca de la nación? ¿No se nos autoriza a una pluralidad de sentimientos?” Más


ene 12 2008

Bush se implica en la Alianza de Civilizaciones

El embajador de Estados Unidos anunciará el martes en Madrid, durante el I Foro de la Alianza de Civilizaciones, que su país financiará una red de escuelas en el Magreb, una de las iniciativas de este proyecto de política exterior de Zapatero. Condoleezza Rice ha adelantado los detalles en un carta a Miguel Ángel Moratinos.


ene 10 2008

Un poco de oportunidad, un poco de brutalidad

Tag: PP,PúblicoIgnacio Escolar @ 21:42

Manolo Rico

Por fin, un estadista. Ha dicho Mariano Rajoy que no sabe si derogará la Ley de Matrimonios Homosexuales. Que todo dependerá de “la oportunidad del momento”. Hay que estar muy ciego para no ver ahí a un político de altura. Cualquier otro se comprometería a derogar la ley argumentando que atenta contra la familia tradicional, o prometería mantenerla alegando que todos los ciudadanos deben tener los mismos derechos. Vamos, que se empeñarían en defender algún principio. ¡Qué falta de pragmatismo! ¡Qué manía de tener ideas propias! ¡Qué poca capacidad de engaño a los incautos electores!

Claro que así destaca más nuestro Mariano, el estadista de “la oportunidad del momento”, a quien Dios mantenga alejado de la tentación de hablar claro.

¿Y qué me dicen de los métodos con que piensa impulsar el PP la economía? Ha dicho el prestigiosísimo cerebro económico Miguel Arias Cañete que es necesario poner en marcha “medidas de reforma económica brutal”. Claro que sí. Brutal. Y el ciudadano que pueda arrear que arree, y el que no… que se joda. Pero un poco de brutalidad hace falta en la política española, instalada siempre en un consenso que ya resulta empalagoso.

Es cierto que la brutalidad quizá afecte a los ciudadanos con menos recursos. Pero algo habrán hecho. Porque si el Señor los tuviera en su lista de elegidos, les habría puesto un cortijito en Cádiz o una empresa petrolífera en Ceuta. O los habría llamado por la senda del tráfico de influencias en algún despacho de Bruselas. Y es que con los pobres no queda otra receta: brutalidad o brutalidad.
Y ahí demuestra nuestro Mariano otra vez su enorme talla de estadista: eligiendo a gente tan válida, tan preparada, tan audaz, tan inteligente, tan innovadora, tan brillante como el gran Arias Cañete. Y es que los verdaderos estadistas siempre se rodean de los mejores.


ene 10 2008

59 segundos

El próximo miércoles, participaré en la tertulia de 59 segundos de TVE en un programa especial con los directores de los principales diarios de pago españoles. Estaré acompañado por el director de ABC, José Antonio Zarzalejos, el de El Mundo, Pedro J. Ramírez, el de La Vanguardia, José Antich, el de El Periódico de Catalunya, Rafael Nadal, y el de La Razón, José Alejandro Vara. Estaremos todos menos uno: Javier Moreno, director de El País, ha rechazado la invitación.


ene 10 2008

Torturas en España

¿Es común la tortura en España?

Depende, no existe una tortura sistemática, pero tampoco se puede decir que sea esporádica. Quiero decir, que no se identifica, por supuesto, con una política de Gobierno, pero no son sólo casos aislados. Amnistía Internacional, durante años, ha documentado casos de forma extendida y persistente de malos tratos y torturas en varias partes del Estado y por parte de diferentes cuerpos de Seguridad del Estado, Policía Autonómica, Ertzaina, Nacional, Local, Guardia Civil…

¿Son los acusados de terrorismo los más afectados?

No, un gran porcentaje está formado por inmigrantes indocumentados que sufren malos tratos al ser detectados por la Policía. A continuación les siguen cierto número de casos de españoles objeto de la brutalidad policial al dispersar manifestaciones o durante detenciones relacionadas con delitos comunes. Es cierto, sin embargo, que hay un tercer componente, no el más importante, que tiene que ver con el régimen de incomunicación al que se somete a las personas acusadas de terrorismo.

¿Existe impunidad?

Lo que hay son deficiencias estructurales en la investigación de las denuncias. Eso lleva a la impunidad efectiva en buena parte de los casos. Incluso cuando se aceptan a trámite, una minoría, los procesos duran una media de entre 10 y 15 años. Si tienen relación con operaciones antiterroristas los plazos se alargan hasta casi 20 años. Además, muchas veces la investigación de los hechos recae sobre los propios cuerpos de seguridad acusados. Se vulneran las garantías.

Esteban Beltrán, presidente de Amnistía España.

Amnistía Internacional acusa a Rubalcaba de apoyar la versión policial sin investigarla


ene 09 2008

Tolerancia a la tortura

Javier Ortiz

Es muy poco verosímil la versión oficial sobre el modo en que se produjeron los hechos que llevaron al detenido Igor Portu al Hospital Donostia con importantes lesiones por todo el cuerpo.

Se me hace difícil creer que un grupo de policías bien entrenados tenga que dar tantos y tan contundentes golpes a un detenido desarmado para conseguir que no escape. Se le inmoviliza, se le esposa y ya está. Pero me cuesta todavía más creer que el detenido en cuestión siga durante horas sin quejarse de algo tan lacerante como que una costilla rota le ha perforado un pulmón, por citar sólo uno de los desastres que le fueron diagnosticados en el centro médico donostiarra.

¿Por qué hemos de creer que los golpes los recibió en el momento de la detención, y no más tarde, cuando empezó a ser interrogado? ¿Porque lo dicen quienes le pegaron? La Policía asegura que ya ha sacado provecho del interrogatorio y que ha encontrado un escondrijo en el que Portu y su compañero guardaban explosivos. ¿Será que han confesado por arrepentimiento espontáneo?

Afirmó el lunes Pérez Rubalcaba que todo se hizo “de acuerdo con la legislación antiterrorista”. Curioso lapsus, porque donde se establece cómo hay que tratar a los detenidos no es en la legislación antiterrorista, sino en la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Mas en El dedo en la llaga


ene 08 2008

El PSOE gobernará en minoría con 167 escaños

Macroencuesta Público sobre 9.100 entrevistas. Así está el partido a dos meses de las elecciones: los socialistas conseguirían 167 diputados, tres más que en 2004. El PP sube también tres hasta 151. ERC puede perder hasta tres diputados y CiU y CC se dejan uno cada uno. EA y CHA dejarían de tener representación en el Congreso. IU sube 1.


ene 05 2008

El rey y la conspiración de silencio

La noticia del compromiso del príncipe Felipe con Letizia Ortiz, el 1 de noviembre de 2003, me alcanzó en un congreso de prensa en Buenos Aires. “Los periodistas gallegos son unos boludos”, me espetó un compañero de profesión argentino: “El titular de hoy es que el príncipe se casará con una periodista plebeya y divorciada, y ningún diario español cuenta que la novia ya estuvo casada hasta el quinto párrafo”. Y tenía toda la razón.

No seré yo el que considere que un divorcio es una tara vergonzante y creo más en los reyes magos que en la sangre azul. Pero el estado civil de la princesa no era sólo un asunto del corazón. No lo es nunca al menos para una monarquía, pues nada es más importante que el matrimonio y el apellido cuando un trono es hereditario. Don Alfonso de Borbón, tío del actual rey y primogénito de Alfonso XIII, se vio obligado a renunciar a sus derechos sobre la corona tras su boda con una plebeya. Para la Iglesia católica, la que casa a los jefes de estado en este estado aconfesional, su divorcio tampoco era un tema menor. No creo que el cardenal Rouco Varela –el mismo que se manifestó hace una semana contra el divorcio– haya consagrado ningún otro matrimonio en el que uno de los novios llegase divorciado al altar. Sin embargo, aquel 1 de noviembre de 2003, mientras la prensa de todo el mundo ponía el acento en que el heredero español iba a casarse con una divorciada, en España los diarios bailaban el vals monárquico y ocultaban, cuando no ignoraban por completo, uno de los matices clave de la noticia. Sólo hay algo peor que la censura: la autocensura.

“En España existe una conspiración de silencio en la que participan todos los medios de comunicación en torno a la familia real”, reconocía John Carlin en un artículo publicado en el año 2000 en el diario El País a cuenta de los 25 años de reinado de Juan Carlos I. “Y tiene su razón de ser”, sostenía el periodista británico. Los partidarios de la autocensura real, de la conspiración de silencio, argumentan que, a diferencia de lo que sucede en Inglaterra, nuestra monarquía es aún frágil, por lo que hay que cuidarla pues su fin podría ser también el fin de nuestra democracia. “La autocensura de los medios españoles ha sido, en este caso, una demostración de responsabilidad cívica”, aplaudía Carlin.

Tabú primero de España

En estos últimos cuatro años, desde que se anunció el compromiso principesco, las cosas han cambiado en los medios españoles, aunque no tanto como parece. Del tabú inicial hemos pasado a debates en televisión sobre el peso de la princesa. Se abrió la veda para hablar de la familia real en los mismos programas donde se debate sobre el edredoning de Gran Hermano. Los eufemismos siguen ahí; una separación se traduce, en borbonés, como un “cese temporal de la convivencia”. Pero algunos diarios ya se atreven a llamar a las cosas por su nombre y, cuando Elena de Borbón y Jaime de Marichalar se dieron tregua, pocos titularon con el cese del temporal, como si se tratase de una borrasca pasajera.

Sin embargo, ese tabú primero de España que nació el 23 de febrero de 1981 continúa firme. Aquella noche, tras el golpe de Tejero y Armada, el rey consiguió el apoyo unánime de todos los medios de comunicación, que dejaron su figura al margen de la actualidad. A partir de entonces, del rey no se habla y hoy se sigue sin hablar.

Hace 32 años, cuando heredó de Franco la jefatura del estado, al rey le pusieron el mote de Juan Carlos ‘el Breve’. Nadie confiaba en que hoy seguiría aquí. Hace dos años, cuando se cumplieron tres décadas de su reinado, sus 30 años de paz, algunos medios le colgaron el apelativo de ‘el Grande’. Estos días, a cuenta de su 70 cumpleaños, la conspiración de silencio se ha quedado sin adjetivos con los que edulcorar aún más las hagiografías reales. Y es cierto que en estos últimos 32 años España ha vivido el mejor periodo de su historia. Pero dentro del binomio monarquía democrática, tiene más mérito en nuestro éxito la democracia que la monarquía, que es irresponsable según la Constitución tanto para lo bueno como para lo malo. Al rey hay que estarle agradecido por traer sin sangre la democracia a España. Pero para muchos, la Transición es algo tan lejano como la isla de Perdidos, algo que sólo existe en la tele, en Cuéntame como pasó. Y los agradecimientos se ganan, no se heredan.

El tabú real sólo se ha roto en la parte inane del cotilleo, la de la prensa del corazón, y sin tocar nunca al rey. No hay más libertad de expresión por publicar unas fotos de la princesa en bikini. No hay más transparencia en las cuentas del rey por nombrar a un interventor civil, y no militar, si de todas formas no se cuenta qué se hace con el dinero. Con nuestro dinero. Puede que en España, en el año 2000, existiese una conspiración de silencio en la que participaban todos los medios de comunicación. En el año 2008, que ahora empieza, ya no es así. Al menos en Público, por responsabilidad cívica, no es así.


dic 29 2007

Los errores de Zapatero y de Rajoy

Reconocer fallos propios nunca es fácil, menos aún en política. El viernes, en sendas ruedas de prensa con las que José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy dieron por terminada la legislatura, ambos líderes hicieron ese ejercicio tan difícil como inusual, el de la autocrítica. No fue por iniciativa propia sino a petición de la prensa, que tiró de una pregunta tan tópica como eficaz: ¿Cuáles han sido sus principales errores durante estos cuatro años? ¿De qué se arrepiente?

Uno de los trucos más conocidos para sobrevivir a este tipo de preguntas durante una entrevista de trabajo consiste en contestar a la trampa de “cuál crees que es tu principal defecto” con una virtud: “Mi principal defecto es que soy muy perfeccionista”. A Mariano Rajoy también le funciona.

“¿Mis errores? Quizá no tuve la suficiente capacidad de convicción o no empleé suficiente tiempo para convencer al presidente del Gobierno de que era absurdo ponerse a discutir sobre España y de que era absurdo negociar con ETA”, respondió el viernes el líder del PP a la petición de algo de autocrítica por parte de la prensa. No está de más releer la frase, pues tiene miga. Rajoy nunca se equivoca y, cuando “quizá” (y sólo quizá) comete algún error es por culpa de Zapatero, que no se deja convencer de lo equivocado que está. Mariano, no seas tan duro contigo mismo.
Rajoy no había tenido una floritura argumental tan reveladora desde aquel “Si usted no cumple sus compromisos, le pondrán una bomba, y si no se las ponen, es que ha cedido” con el que consiguió que la entrega de Navarra, la rendición ante ETA y el hecho de que el terrorismo había vuelto a matar, todo al tiempo, fuesen uno y trino.

Dichos y hechos

El viernes, a Zapatero también le preguntaron por sus errores. Reconoció dos y los dos recientes, de los últimos doce meses: el “dentro de un año estaremos mejor” de un día antes del atentado de la T4 y comprometerse a que el AVE estaría el 21 de diciembre en Barcelona.

En ambos casos la autocrítica que asume Zapatero es por cosas que se han dicho mal, no que se han hecho mal. No es como lo de Rajoy –al menos Zapatero reconoce errores propios y no del vecino de enfrente–, pero su respuesta también tiene truco.
Cuando se gobierna, los errores más graves se cometen por acción u omisión. Por lo que se hace, no por lo que se dice. El problema no fue fijar una fecha para la inauguración del AVE sino que el AVE aún no ha llegado a Barcelona y se acaba otro año más, y ya son muchos tarde. El error no fue anunciar, hace un año, que hoy estaríamos mejor frente a ETA. Lo criticable de aquel episodio es que el Gobierno, empezando por el Ministerio del Interior, estuviese tan mal informado con respecto a la evolución del frustrado proceso de paz.

En cualquier caso, ni el retraso del AVE ni mucho menos la negociación con ETA son, en mi opinión, los errores más graves de Zapatero durante esta legislatura. Al presidente se le puede reprochar, desde la izquierda, que no haya intentado ir más allá en los temas sociales, en asuntos pendientes desde el 96 como el aborto, que estaba en su programa, o en el derecho a una muerte digna, que estaba en sus planes. Que no se atreviese a pactar en Navarra por miedo al qué dirán de la derecha. Que respalde el canon de la SGAE. Que la Iglesia cobre hoy del Estado más que antes. Que la Fiscalía actúe cuando el imán de Fuengirola dice que a las mujeres hay que azotarlas pero que no pase nada cuando un obispo afirma que los niños van provocando.

Sin consensos

Sin embargo, de lo que no se puede culpar a Zapatero, como hace el PP, es de haber roto los consensos durante esta legislatura. El viernes, Mariano Rajoy aseguró que, si gana, no sólo se irá a los ocho años sino que “en seis meses habrá acuerdos con el PSOE”. ¿Y si pierde?, preguntaron los periodistas. Rajoy se escapó: “No me lo he planteado. Lo veo muy lejano”.

Mariano Rajoy hace bien en no planteárselo. Si pierde, dejará de ser su problema. Por suerte, pues ya hemos visto estos últimos cuatro años en qué consiste su lealtad institucional cuando es él quien debe ser leal al Gobierno en los temas de Estado, como la lucha antiterrorista. “Si usted no cumple sus compromisos, le pondrán una bomba, y si no se las ponen, es que ha cedido”. Una de dos: o yo gano, o tú pierdes. Es la historia de esta última legislatura.


dic 29 2007

Somos unos románticos

Amparo Estrada

Lord Byron era un tipo atormentado, o sea, un romántico. En 1816, en su poema Darkness (oscuridad), escribía: “Yo tuve un sueño, que no era un sueño. El luminoso Sol se había extinguido y las estrellas vagaban sin rumbo…”. Lord Byron reflejaba el fenómeno que inexplicablemente estaba ocurriendo sobre el cielo de todo el mundo: una penumbra sepulcral impedía ver el Sol, incluso en los días sin nubes. No hubo primavera, ni el verano calentó a nadie. Artistas plásticos como Turner expresaron puestas de Sol de colores oscuros e inverosímiles… A 1816 se le conoce en la historia como el año sin verano. No crecieron cultivos en ningún sitio. En países como Irlanda, una hambruna y una epidemia de tifus mataron a 65.000 personas. En la Nueva Inglaterra norteamericana, ese año fue bautizado como Mil Ochocientos Hielo y Muerte…

¿Qué es lo que no sabían Lord Byron ni el resto de ciudadanos de Occidente? Que varios meses antes, en abril de 1815 y en la remota isla indonesia de Sunbawa, un volcán llamado Tambora había estallado súbitamente, matando a casi 100.000 personas en la explosión y en los tsunamis posteriores. Fue la mayor deflagración volcánica de los últimos 10.000 años, equivalente a 60.000 bombas atómicas como la de Hiroshima. Pero las noticias entonces viajaban muy despacio. The Times publicó, siete meses después, una carta de un comerciante donde se hablaba de la catástrofe. La ceniza humeante, el polvo y arenilla resultantes de la erupción ya cubrían toda la atmósfera terrestre y tapaban el Sol. Eran 240 kilómetros cúbicos de sudario flotante.

Nosotros, los europeos, somos ahora unos tipos atormentados, es decir, unos románticos. En 2007, las subprime americanas, las hipotecas basura de alto riesgo, tan remotas para nosotros como Tambora en 1816, han estallado de repente. Grandes bancos y poderosas instituciones económicas mundiales parecen haber sido muy dañadas por la explosión y los tsunamis posteriores. Una gran nube de impagos y dinero volatilizado cubre nuestro cielo como ceniza volcánica. La melancolía se ha adueñado de los análisis económicos.

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dic 28 2007

El entramado y las entrañas

Javier Sádaba

Acaba de hacerse pública la sentencia de un juicio que ha durado años y que se ha gestado a la sombra de los distintos vaivenes e intereses políticos. Ha sido conocido como el macroproceso 18/98. Lo comenzó el juez Baltasar Garzón y se supone que, una vez finalizado, ha quedado descabezado lo que sería el entorno de la punta más violenta del independentismo vasco. En el juicio se condena a más de 500 años a 47 personas, todas vascas, acusadas de pertenecer, de una u otra manera, a ETA. No he leído la fundamentación de la sentencia ni pertenezco al gremio de expertos en la materia.

Los doctores, por tanto, tienen la interpretación jurídica y para ellos es, por tanto, la tarea. Lo que me ha sorprendido, o mejor, lo que no me ha sorprendido es el saludo alborozado de tanto difundidor de consignas, denominando a dicha sentencia “histórica”. Es de suponer que si en vez de 500 años hubieran sido 5.000, la sentencia se consideraría aún más histórica, y así hasta el infinito. Bonita forma de acoger con imparcialidad y neutral honestidad un juicio. Un juicio, como indiqué, lleno de trancas y barrancas. Lo normal, algo en nuestros días ideal, es que se hubieran ofrecido argumentos y contraargumentos, de modo desapasionado. En vez de ello, todo un huracán de loas condenando al silencio a quien se atreva a poner una coma.

Todavía me ha sorprendido, o no me ha sorprendido, que personas obligadas a cuidar con mimo y celo el lenguaje hablen de “entramado” y de “entrañas” (al final va a parecer un asado argentino). Este lenguaje metafórico, en vez de aclarar, confunde. Porque diluye los conceptos y posibilita que se haga pasar el gato de una determinada ideología por la liebre de la violencia. Yo conozco a alguna de las personas condenadas y, estoy convencido, tienen que ver con la violencia lo que tendría que ver un padre franciscano o, si se quiere apurar más, un padre capuchino.

(…) A Sabino Ormazabal le han caído 9 años de cárcel, no mucho menos de las penas a las que acostumbra a condenarse a asesinos o violadores confesos. A Iñaki O’Shea le han premiado con uno más. Me precio de ser amigo de ambos, aunque en los últimos tiempos he tenido más contacto con Sabino. Jamás vi en él concesión alguna a esa violencia que la sentencia dice condenar y que el ojo del juez, corregido y aumentado por los bienpensantes obedientes a lo que en el momento convenga, ha escudriñado.

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dic 28 2007

La heredera de una dinastía acostumbrada a gobernar

Iñigo Sáenz de Ugarte

Pocos líderes políticos han suscitado tantas esperanzas en el Tercer Mundo como Benazir Bhutto. Al mismo tiempo, no hay tantos que hayan causado tantas decepciones. Porque esta mujer, tan valiente como oportunista, ha propiciado un número casi infinito de paradojas a lo largo de su trayectoria.

Su retórica siempre ha sido impecablemente democrática. Pero fue elegida presidenta vitalicia del partido que fundó su padre y en el que ella imponía su voluntad. Su imagen era la de una modernizadora capaz de sacar a Pakistán de una era de intolerancia y fanatismo. En realidad, sus Gobiernos fueron tan corruptos como los de sus adversarios.

Sus relaciones con los Gobiernos occidentales eran excelentes. Pero los talibanes no habrían llegado al poder en Afganistán sin el apoyo decidido de Pakistán cuando Bhutto dirigía el Gobierno. Estudió en Harvard y Oxford y algunos de sus amigos eran intelectuales europeos progresistas. Y aceptó casarse con el marido elegido por su familia siguiendo una tradición de siglos en su país.

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