El pensionazo inexplicable

En el Gobierno no lo entienden. En el partido tampoco lo entienden. Los barones regionales a los que dentro de poco les toca elecciones también están pasmados y, por resumir, cuesta encontrar en el PSOE a alguien que en privado defienda el pensionazo que ha lanzado Zapatero sobre el debate político, como quien arroja un piano de cola desde un octavo piso. Los líderes socialistas se dividen en dos: los que afirman que “habrá que matizar” y creen que de lo dicho, la mitad; y los que directamente se llevan las manos a la cabeza y creen que de lo dicho, nada de nada. La reforma de las pensiones, si es que sale, no entrará en vigor hasta 2013, no tendrá efectos notables sobre el déficit hasta 2025, no es probable siquiera que se pueda aprobar antes de 2012 y, por resumir, tiene todo lo malo de una reforma impopular sin ninguna de sus virtudes. Cabrea a los trabajadores y a los sindicatos pero ni siquiera ayudará a mejorar la calificación de la deuda. Los sacrificios que piden los mercados son otros: la reforma laboral y la reducción del gasto público de forma inmediata, no dentro de unos años.

more“Es un cartucho perdido, llega en un momento imposible”, dice uno de los pasmados, que recuerda que esa misma reforma ya fue propuesta para el programa electoral del año 2004, y Zapatero entonces la rechazó. El presidente era de los que se mofaban de lo mucho que fallaban los malos augurios sobre el colapso de las pensiones, todas esas profecías que, por suerte, nunca se cumplieron. ¿Por qué ahora abre este melón? ¿Quién le ha inspirado la genial idea? ¿Mafo? ¿Salgado? Nadie se lo explica. Más aún, cuando Zapatero tiene por delante una reforma tan impopular o más que el pensionazo, la del mercado laboral. El Gobierno presentará su plan este viernes, y esto sí nos va a doler.