Si ellos son la patria, yo soy extranjero

Perdonen que rebobine, pero es que hoy es viernes, 14 de mayo, y Francisco Camps sigue sin dimitir. “Todo el mundo en España, los 45 millones de españoles, saben que soy honrado”, proclamó hace dos días el molt honorable “Juan sin miedo”. Toda España, “desde Finisterre hasta Cabo de Gata”, así que los que piensen lo contrario deben de ser extranjeros porque todo el mundo sabe también que el presidente valenciano nunca miente. ¿Toda España? No. Un Tribunal Supremo, poblado por irreductibles izquierdistas, ha decidido que aquel caso de los regalos de la Gürtel es tan escandaloso que hay que seguir investigando. Será que esos jueces también son de fuera.

Como toda España está más preocupada, con razón, con el tijeretazo social, de momento Camps resiste, que el que aguanta gana. En la cúpula de Génova también los hay avergonzados, pero Rajoy le ha dado su apoyo, y que diga la Justicia lo que quiera. En vez de cumplir con su código ético, el PP dispara al árbitro: ha denunciado al funcionario que redactó un informe, por encargo del juzgado, sobre la financiación irregular del PP valenciano. Como siempre, la culpa es del empedrado.

Pero que Camps crea saber lo que piensan todos y cada uno de los 45 millones de españoles no fue lo más grave de esa rueda de prensa. Lo peor se quedó en la letra pequeña, casi ningún medio lo destacó. “De la cacería ya hay dos fuera, Bermejo y Garzón, pero que se tienten la ropa quienes han actuado mal porque vamos a ir contra los que han roto el Estado de derecho”, advirtió Camps ante micrófonos sin que nadie replicará. El recado de los chicos no es una amenaza en vano. Que se tiente la ropa el juez valenciano Flors, que el PP lo ha demostrado: quien cuestiona a los suyos, puede acabar desterrado.