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Abril 27, 2005

Ministros al metro cuadrado

Juan Varela

¿Existe una regla para saber a cuántos metros cuadrados toca cada ministro? ¿Está el despacho de la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, dentro de la superficie útil ministerial? La respuesta es sí, atendiendo a las instrucciones dadas por la Junta Coordinadora de Edificios Administrativos en noviembre de 2001, con el popular Cristóbal Montoro en el Ministerio de Hacienda.

(...)

La Junta de Edificios Administrativos comunicó al ministro Montoro en marzo de 2002 los metros cuadrados de superficie útil adjudicables a cada estamento del poder:
Ministros, 345 metros cuadrados.
Secretario de Estado, 270.
Subsecretario, 240.
Director general (despacho), 40.
Nivel 30 (despacho del más alto funcionario), 25 metros.

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Ignacio Escolar | Abril 27, 2005 12:52 PM


Comentarios

#1. Publicado por Nunila - Abril 27, 2005 01:05 PM.

Acabo de visitar una exposición interesantísima en la Fundación Canal de Madrir, "Living in Motion" y se pueden hacer unas cosas curiosisimas en poco espacio.
Os animo a acercaros para verlo si vivis en Madrid.
Un saludo.

#2. Publicado por jackblack - Abril 27, 2005 01:19 PM.

Ya en serio. Con la de problemas serios que hay que tratar, tiene bemoles que sigamos tomando en consideración la tontería del despacho. Si únicamente fuera eso lo que se le puede echar en cara a Trujillo...

#3. Publicado por diego - Abril 27, 2005 05:32 PM.

Estaba claro que es mejor hablar de un despacho que del problema real,de todos modos el problema nos va caer encima y de muy mala manera

#4. Publicado por S - Abril 27, 2005 05:36 PM.

¿Problemas serios?

¿Te parece poco serio estar toda la vida trabajando para pagar tu hogar?

#5. Publicado por jackblack - Abril 27, 2005 06:05 PM.

¿Donde pongo yo que no lo sea?

#6. Publicado por - Abril 27, 2005 09:49 PM.

“Nos llevaría todo el día recordar el espectáculo dado por esta ministra que empezó prometiendo crear decenas de miles de viviendas, que luego quedaron devaluadas a “soluciones habitacionales”, para quedar, finalmente, en una oferta de no se sabe qué, no se sabe cuándo, todo ello coronado con un intento fallido de silenciar unas estadísticas que informaban del encarecimiento de un 17% de las viviendas desde su llegada al Gobierno. Pero, aunque efectivamente Trujillo ha hecho “méritos” más que suficientes para haber presentado ya su dimisión, también es cierto que la incapacidad del Ministerio para aportar soluciones eficaces en el asunto desborda con mucho la notoria incompetencia de quien viene dirigiéndolo. Al margen de la escasa valía personal de quien ocupa el cargo, es la propia existencia de ese Ministerio lo que es cuestionable en sí”.

Si tal era el balance que hacíamos de “Trujillo y el Ministerio de la Vivienda” el pasado 24 de octubre, los disparates de la ministra no han hecho desde entonces más que aumentar. Aquel “no se sabe qué, no se sabe cuando” ha resultado ser las recientes y todavía más disparatadas propuestas de crear una Agencia Estatal del Alquiler o los minipisos de protección oficial de 30 metros cuadrados. Eso, por no hablar del eco mediático logrado por la suntuosidad y el despilfarro del propio despacho de la ministra...

Con todo, Mariano Rajoy ha puesto con acierto y valentía el dedo en la llaga, al señalar la responsabilidad de Zapatero y al pedir la supresión del propio Ministerio. Fue Zapatero quien, confiado en el poder de la demagogia, creyó que bastaba poner el nombre del problema a un nuevo ministerio para que el problema desapareciera. Fue Zapatero quien eligió a Trujillo para ocupar el cargo, y ha sido Zapatero el que ha dado su visto bueno previo a todos y cada uno de los disparates que luego han provocado escándalo ciudadano al hacerse públicos.

El problema está en que Zapatero comparte los mismos errores y la misma escasa preparación que su ministra. Es el presidente el principal responsable de saber que un Ministerio de la Vivienda no tiene más competencias que la licencia de derrochar todavía más el dinero del contribuyente con propuestas estériles y disparatadas. Con ello no se hace más que reforzar el error de creer que es un mayor gasto e intervención pública la solución y no el origen del problema. No hay, pues, que extrañarse que la liberalización del suelo y del mercado, así como el reforzamiento jurídico de los derechos de propiedad, sigan esperando a que alguien se acuerde de ellos.


#7. Publicado por - Abril 27, 2005 11:03 PM.

Mariano Rajoy, en racha de aciertos, ha pedido una solución habitacional permanente para la ministra Trujillo: la clausura de su Ministerio. Además de una partida de gastos crecientes y rigurosamente injustificados, la política extremeña tiene un poder inútil sobre un asunto que no le compete. Y es que, como bien dice el líder de la Oposición, ese Ministerio carece de competencias, no podría aunque quisiera tener una política de suelo o de alquileres, y cuando se inventa algo que hacer, el resultado oscila entre lo grotesco y lo ridículo. No es menos ridículo el grotesco papel que ante esa incapacidad trufada de nerviosismo debe asumir el Gobierno en pleno, forzados a defender una sarta de majaderías y disparates que parecen diseñadas por la Oposición para zaherir al inquilino monclovita. Se supone que Rajoy pide la liquidación de Casa Trujillo para que Zapatero la mantenga en el cargo y así tener abierto un frente de desgaste para el PSOE que no deja de producir titulares adversos, cifra de la supuesta eficacia de nuestros políticos, sin apenas excepción.

Como la humildad no se cuenta entre las virtudes de Zapatero, es inútil soñar con otra posibilidad que la de aumentar las atribuciones o multiplicar las adhesiones y respaldos gubernamentales a la desdichada ejecutoria trujillosa, trujillera o trujillil. Por suerte, su capacidad de hacer daño está tan limitada como sus competencias, así que los dislates se reducen esencialmente al medio conceptual. Salvo que, finalmente, se empeñe en poner en marcha esa disparatada Oficina de Alquiler cuyo primer paso sería el de encarecer un veinte por ciento las de por sí caras y escasas viviendas alquilables. Justo es reconocer que para los medios críticos con el Gobierno, María Antonia Trujillo es un manantial inagotable de noticias, un vivero de comentarios, una mina de chistes, burlas y sátiras. Si llega a ocupar con su colega Carmen Calvo el doble duplex de El Viso, habrá un retén de fotógrafos permanentemente instalado en sus cercanías, al acecho de la noticia en sus pisos, escaleras, ascensores y jardines. Noticia que, fatalmente, se producirá. Y que, con toda probabilidad, alegrará el día a la Oposición. En realidad, mantener en su cargo a Trujillo es prácticamente el único gesto amistoso de Zapatero con Rajoy.

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