jul 12

Sangre en la Mezquita Roja

Iñigo Sáenz de Ugarte

El sitio de la Mezquita Roja de Islamabad ha concluido con un baño de sangre, al menos un centenar de muertos. Lo mejor que se puede decir de esta crisis es que los fallecidos podrían haber sido muchos más. El desenlace era casi inevitable. El Gobierno de Musharraf no podían seguir alimentando la idea de que es excesivamente permisivo con los grupos integristas. Los más irreductibles de los sitiados no iban a conceder al general la alternativa de una rendición.

Los habitantes de la burocrática capital del país no derramarán muchas lágrimas por los integrantes de un grupo que conservaba un auténtico arsenal de armas en el interior de lo que era formalmente una escuela religiosa. En otras zonas del país, el enfrentamiento contribuirá a debilitar la posición de Musharraf. Eso tampoco es una novedad. Muchos de los que protesten contra la actuación del Ejército ya quieren ver muerto al presidente desde hace tiempo.

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17 comentarios en “Sangre en la Mezquita Roja”

  1. # Hegoa dice:

    Este es el resultado de pobreza + explotación + religión, con la implacable ayuda de occidente.

  2. #0 dapobe dice:

    Falta una S en el título

  3. #0 Camarada Bakunin dice:

    Lo que más acojona de un Pakistán inestable es que se trata de una potencia nuclear. ¿Os imagináis un escenario en que Musharraf es derrocado por islamistas radicales? Y después de eso, ¿un conflicto nuclear con sus queridos vecinos?

    Es para dar miedito…

  4. #0 LBJ dice:

    El clásico dilema: ¿Qué es mejor, dictadores con algunos dedos de frente o gobernantes integristas que están como las maracas de Machín, aunque democráticamente elegidos?

    No me gusta la política exterior de EE.UU., pero reconozco que cuando tener un dirigente democrático con algo de cordura no es una opción, la decisión no es fácil.

  5. #0 Niaku dice:

    Te falta la S de GILIPOLLAS, Escolar.

  6. #0 Napartheid dice:

    hoygan estimados líderes occidentales, y este Musharraf ¿en que se diferencia de Sadam? ¿¿¿en que es un hijodeputa pero de los nuestros???

  7. #0 Linfocito dice:

    Pakistán es oficialmente una república islámica.

  8. #0 andaqueno dice:

    Napartheid, perdona pero Hussein era su hijoputa, también. Solo que les salió rana.

  9. #0 mrag dice:

    #8 andaqueno (usuario registrado), dice:

    Es que los EEUU no tienen suerte con los amigos que se buscan: que si Bin Laden y los talibanes por un lado, que si Sadam por otro…
    Deberian contratar una agencia de contactos mas seria

  10. #0 andaqueno dice:

    Cierto; pero bueno, lo entiendo cuando sus propios espías informan de cual es la situación y después sus políticos prefieren actuar según no la visión de esa gente más o menos experta en el tema sino según las ideologías neocon de moda, que nada tiene que ver con eso tan feo llamado realidad.
    En todo caso advertía de que no se asimile como cierto el discurso lanzado por el ministerio de la verdad facha de que Sadam era mu malomumalomumalo y que solo los malditos rojos lo defienden y tal. Es que a veces, a base de epetirlo, consiguen que se infiltre en el subsconsciente.

  11. #0 baranda dice:

    Como dicen en el primer comentario de guerra eterna, esto parece calcado de lo que le costó la vida a Indira ghandi.
    Y Musharraf pillado entre unos terroristas clarísimos de turbante y barba que le amenazan con la yihad si no impone la shariah y el eje del bien que le dice que se prepare para volver a la edad de piedra si no hace lo que le mandan.

  12. #0 NatXoX dice:

    #10 andaqueno (usuario registrado), dice:
    Julio 12th, 2007 a las 12:43 pm

    Cuando los espías informan….
    http://es.youtube.com/watch?v=cscedJQ3PFU

  13. #0 josehistory dice:

    El problema adicional es que los partidos laicos en Pakistan están totalmente desacreditados por los escándalos de corrupción que tuvieron sus gobiernos. En muchos casos ese es el mensaje de los radicales religiosos que cala en la gente, nosotros somos un partido temeroso de Dios y no robamos.

    La paradoja es que es necesario crear una estrutura de estado fuerte y simultaneamente una cultura democrática, pero la idea de estado fuerte lo que hace es amparar a gobiernos militares y la cultura democrática se acaba en cuanto sale un gobierno que no gusta a EEUU

  14. #0 baranda dice:

    Entre los talibanes que te amenazan con la yihad y el eje del bien:

    http://news.bbc.co.uk/1/hi/world/south_asia/5369198.stm

    que amenaza con bombardearte hasta la edad de piedra, la elección es difícil, la verdad.

  15. #0 Pitufina -Yo, Claudio Schiffer dixit dice:

    Claro, pero en Egipto vamos a ilegalizar a los Hermanos Musulmanes, como quien ilegalizara a Convergencia i Unió, que nos dan miedito… :(

  16. #0 Ruli dice:

    Claro, como Convergencia i Unió, lo que hay que oir. ¿Cuanta gente se ha ido de CIU y ha cogido el AK-47? ¿Desde cuando CiU tiene contactos con grupos como Hamás? ¿Se convertirá Miquel Roca en el futuro número 2 de Al-Qaeda en sustitución de Ayman al-Zawahri?

    Oh, si, puede que se estén moderando pero cojones lo que hay que leer. Ilegalizar un partido nunca es buena idea, pero ciertas comparaciones dan auténtica risa. Por no decir auténtica pena.

  17. #0 Eye del Cul dice:

    Paquistán está recogiendo ahora los frutos de dos décadas de políticas, hmm, digamos que poco meditadas. Durante los años ochenta americanos y saudíes entregaron dinero y armas a manos llenas a los muyahidín afganos que luchaban contra los soviéticos, y además se dedicaron de forma deliberada a apoyar a los grupos más extremistas -véase Hikmetyar-. Esto para Paquistán tuvo los mismos efectos perversos que el establecimiento de las milicias de la OLP para Jordania durante los años 60; se creó un estado dentro del estado. En el caso de Paquistán ha sido incluso más grave, porque se implicaron dirigentes de los servicios secretos (el ISI) y el ejército. Las armas llegaban a Quetta o Karachi, algunas se quedaban allí en manos de mafias locales, otras entraban en Afganistán en caravanas de burros; los mismos burros regresaban a Paquistán con el opio afgano con el que se pagaban muchas de aquellas armas.

    Este trajín creó una mafia de traficantes, de miembros del ISI y del ejército paquistaní, con contactos en las madrasas y los partidos islamistas locales, que en el futuro minaría el poder del gobierno de Islamabad. Pero en aquella época, claro, a todo el mundo le daba lo mismo. Nadie se planteó si armar y entrenar a militantes islámicos de todo el mundo, y consentir que financiasen parte de sus actividades con el tráfico de armas y drogas, era una idea sensata; de lo que se trataba era de expulsar a la URSS de Afganistán. Precisamente de aquellos años vienen muchos de los problemas actuales.

    A los gobiernos de Bhutto y Nawaz Sharif les ha sucedido la dictadura de Musharraf, pero eso da lo mismo porque las cosas siguen más o menos igual que hace diez años. El cinturón pashtún sigue siendo ingobernable, y los islamistas radicales siguen teniendo apoyos dentro del ejército. El control de Musharraf sobre algunas partes del país es simplemente nominal.