jul 12
Sangre en la Mezquita Roja
Iñigo Sáenz de Ugarte
El sitio de la Mezquita Roja de Islamabad ha concluido con un baño de sangre, al menos un centenar de muertos. Lo mejor que se puede decir de esta crisis es que los fallecidos podrían haber sido muchos más. El desenlace era casi inevitable. El Gobierno de Musharraf no podían seguir alimentando la idea de que es excesivamente permisivo con los grupos integristas. Los más irreductibles de los sitiados no iban a conceder al general la alternativa de una rendición.
Los habitantes de la burocrática capital del país no derramarán muchas lágrimas por los integrantes de un grupo que conservaba un auténtico arsenal de armas en el interior de lo que era formalmente una escuela religiosa. En otras zonas del país, el enfrentamiento contribuirá a debilitar la posición de Musharraf. Eso tampoco es una novedad. Muchos de los que protesten contra la actuación del Ejército ya quieren ver muerto al presidente desde hace tiempo.
julio 12th, 2007 a las 09:52
Este es el resultado de pobreza + explotación + religión, con la implacable ayuda de occidente.
julio 12th, 2007 a las 09:53
Falta una S en el título
julio 12th, 2007 a las 09:53
Lo que más acojona de un Pakistán inestable es que se trata de una potencia nuclear. ¿Os imagináis un escenario en que Musharraf es derrocado por islamistas radicales? Y después de eso, ¿un conflicto nuclear con sus queridos vecinos?
Es para dar miedito…
julio 12th, 2007 a las 09:53
El clásico dilema: ¿Qué es mejor, dictadores con algunos dedos de frente o gobernantes integristas que están como las maracas de Machín, aunque democráticamente elegidos?
No me gusta la política exterior de EE.UU., pero reconozco que cuando tener un dirigente democrático con algo de cordura no es una opción, la decisión no es fácil.
julio 12th, 2007 a las 09:58
Te falta la S de GILIPOLLAS, Escolar.
julio 12th, 2007 a las 11:09
hoygan estimados líderes occidentales, y este Musharraf ¿en que se diferencia de Sadam? ¿¿¿en que es un hijodeputa pero de los nuestros???
julio 12th, 2007 a las 11:32
Pakistán es oficialmente una república islámica.
julio 12th, 2007 a las 11:48
Napartheid, perdona pero Hussein era su hijoputa, también. Solo que les salió rana.
julio 12th, 2007 a las 12:16
#8 andaqueno (usuario registrado), dice:
Es que los EEUU no tienen suerte con los amigos que se buscan: que si Bin Laden y los talibanes por un lado, que si Sadam por otro…
Deberian contratar una agencia de contactos mas seria
julio 12th, 2007 a las 12:43
Cierto; pero bueno, lo entiendo cuando sus propios espías informan de cual es la situación y después sus políticos prefieren actuar según no la visión de esa gente más o menos experta en el tema sino según las ideologías neocon de moda, que nada tiene que ver con eso tan feo llamado realidad.
En todo caso advertía de que no se asimile como cierto el discurso lanzado por el ministerio de la verdad facha de que Sadam era mu malomumalomumalo y que solo los malditos rojos lo defienden y tal. Es que a veces, a base de epetirlo, consiguen que se infiltre en el subsconsciente.
julio 12th, 2007 a las 13:31
Como dicen en el primer comentario de guerra eterna, esto parece calcado de lo que le costó la vida a Indira ghandi.
Y Musharraf pillado entre unos terroristas clarísimos de turbante y barba que le amenazan con la yihad si no impone la shariah y el eje del bien que le dice que se prepare para volver a la edad de piedra si no hace lo que le mandan.
julio 12th, 2007 a las 15:57
#10 andaqueno (usuario registrado), dice:
Julio 12th, 2007 a las 12:43 pm
Cuando los espías informan….
http://es.youtube.com/watch?v=cscedJQ3PFU
julio 12th, 2007 a las 16:01
El problema adicional es que los partidos laicos en Pakistan están totalmente desacreditados por los escándalos de corrupción que tuvieron sus gobiernos. En muchos casos ese es el mensaje de los radicales religiosos que cala en la gente, nosotros somos un partido temeroso de Dios y no robamos.
La paradoja es que es necesario crear una estrutura de estado fuerte y simultaneamente una cultura democrática, pero la idea de estado fuerte lo que hace es amparar a gobiernos militares y la cultura democrática se acaba en cuanto sale un gobierno que no gusta a EEUU
julio 12th, 2007 a las 19:11
Entre los talibanes que te amenazan con la yihad y el eje del bien:
http://news.bbc.co.uk/1/hi/world/south_asia/5369198.stm
que amenaza con bombardearte hasta la edad de piedra, la elección es difícil, la verdad.
julio 12th, 2007 a las 20:33
Claro, pero en Egipto vamos a ilegalizar a los Hermanos Musulmanes, como quien ilegalizara a Convergencia i Unió, que nos dan miedito…
julio 12th, 2007 a las 23:00
Claro, como Convergencia i Unió, lo que hay que oir. ¿Cuanta gente se ha ido de CIU y ha cogido el AK-47? ¿Desde cuando CiU tiene contactos con grupos como Hamás? ¿Se convertirá Miquel Roca en el futuro número 2 de Al-Qaeda en sustitución de Ayman al-Zawahri?
Oh, si, puede que se estén moderando pero cojones lo que hay que leer. Ilegalizar un partido nunca es buena idea, pero ciertas comparaciones dan auténtica risa. Por no decir auténtica pena.
julio 12th, 2007 a las 23:09
Paquistán está recogiendo ahora los frutos de dos décadas de políticas, hmm, digamos que poco meditadas. Durante los años ochenta americanos y saudíes entregaron dinero y armas a manos llenas a los muyahidín afganos que luchaban contra los soviéticos, y además se dedicaron de forma deliberada a apoyar a los grupos más extremistas -véase Hikmetyar-. Esto para Paquistán tuvo los mismos efectos perversos que el establecimiento de las milicias de la OLP para Jordania durante los años 60; se creó un estado dentro del estado. En el caso de Paquistán ha sido incluso más grave, porque se implicaron dirigentes de los servicios secretos (el ISI) y el ejército. Las armas llegaban a Quetta o Karachi, algunas se quedaban allí en manos de mafias locales, otras entraban en Afganistán en caravanas de burros; los mismos burros regresaban a Paquistán con el opio afgano con el que se pagaban muchas de aquellas armas.
Este trajín creó una mafia de traficantes, de miembros del ISI y del ejército paquistaní, con contactos en las madrasas y los partidos islamistas locales, que en el futuro minaría el poder del gobierno de Islamabad. Pero en aquella época, claro, a todo el mundo le daba lo mismo. Nadie se planteó si armar y entrenar a militantes islámicos de todo el mundo, y consentir que financiasen parte de sus actividades con el tráfico de armas y drogas, era una idea sensata; de lo que se trataba era de expulsar a la URSS de Afganistán. Precisamente de aquellos años vienen muchos de los problemas actuales.
A los gobiernos de Bhutto y Nawaz Sharif les ha sucedido la dictadura de Musharraf, pero eso da lo mismo porque las cosas siguen más o menos igual que hace diez años. El cinturón pashtún sigue siendo ingobernable, y los islamistas radicales siguen teniendo apoyos dentro del ejército. El control de Musharraf sobre algunas partes del país es simplemente nominal.