abr 28
Javier Ortiz, la metamorfosis y la muerte
Javier Ortiz dejó escrito su obituario, “una humorada”, porque no quería que el día en que de verdad se muriese “cualquier gacetillero inútil” arruinase su muerte “con una necrológica burocrática y de circunstancias”. No fue sólo por eso. Sus compañeros en El Mundo, hace unas horas en el tanatorio de Madrid, recordaban que Javier, que nunca perdió su buen humor, prometió que algún día escribiría su propio obituario, una sección que él fundó en El Mundo y a la que dedicaba tantas horas que parecía inevitable que en ella también enterrase su último artículo. La muerte es una certeza, las únicas incógnitas son el cómo y el cuándo. Las cosas nunca suceden como se planean: en el corto camino hacia su obituario, Javier Ortiz acabó divorciándose del que fue su diario –diferencias irreconciliables, pasa en los mejores matrimonios– para llegar a las páginas de Público, que hoy están de luto porque ni Javier tenía edad para morir ni un periódico que aún no ha cumplido los dos años de vida se merece enterrar tan pronto a uno de sus fundadores.
Conocí a Javier no hace mucho, en el verano de 2007, unos meses antes de la salida de Público. Lo conocí en persona, quiero decir, porque hacía muchos años que leía sus artículos, recortaba sus textos, repasaba a diario su blog. Para muchos de los que arrancamos este periódico, Javier Ortiz era ya una guía, una referencia; un periodista honesto y coherente con sus ideas al que nunca le importó meter el dedo en la llaga, decir lo que nadie quiere escuchar, pensar a contracorriente.
Hace un año, tal vez más, tuvimos una larga conversación sobre la muerte. Acababa de fallecer uno de sus hermanos y me sorprendió la fuerza con la que afrontaba la tragedia y también, como después demostró ante su propia muerte, su sentido del humor. Ya entonces hacía tiempo que había dejado escrito su propio obituario. Supongo que ya sospechaba que más pronto que tarde iba a morir. Supongo que ya se había preparado para ello.
Hace unos días, en una de sus últimas columnas Javier Ortiz citó a otro maestro, Manuel Vázquez-Montalbán, en una frase que a él también le definía: “Te acuestas siendo un triste socialdemócrata y, por la mañana, cuando te levantas, resulta que te has convertido en un peligroso izquierdista. Como el tiempo trascurrido te ha pillado en la cama y durmiendo, deduces que la metamorfosis no puede ser cosa tuya, sino de los demás”.
La metamorfosis de los demás a Ortiz no le cambió. Tampoco pudo con su excepcional sentido del humor que, como su coherencia, le acompañó hasta el final, hasta su última frase, hasta su obituario.
abril 28th, 2009 a las 21:57
Hoy no hay prime.
Descanse en paz
abril 28th, 2009 a las 22:04
Muy bueno.
Por alguna razón esta mañana me he acordado de Graham Chapman.
abril 28th, 2009 a las 22:10
Ni ulti.
abril 28th, 2009 a las 22:42
#1.
Eso siendo el prime es un oximoron desos. Don Javier, pero el Ortiz… nos bemos en Jamaica cualquier día destos. Si es dentro de mucho tiempo mejor…
abril 28th, 2009 a las 22:55
No vemos en Jamaica, Javier.
abril 28th, 2009 a las 22:58
Bonita despedida. Brisa ululante. Que descanses en paz.
abril 28th, 2009 a las 23:08
Su pluma mostraba un gran tipo. Se ha merecido y trabajado su propia Jamaica y más. Gran frase la de Vázquez-Montalbán también.
abril 28th, 2009 a las 23:30
Mis respetos.
abril 28th, 2009 a las 23:54
Creo que ha sido una gran perdida.
REspecto de la frase, me parece que comparados con el PSOE hay muchos que somos de extrema izquierda comunistas peligrosos, joder pos vaya comparación.
Ah, que Montalbán y Ortiz no pensaban en el PSOE? pos vale, pos de acuerdo.
abril 28th, 2009 a las 23:56
Demasiado jóven para morir…
abril 29th, 2009 a las 00:25
adèu Javier.
abril 29th, 2009 a las 00:41
Para mí, JOR era una referencia absoluta. Desde muy pequeñito en El Mundo, y luego en internet y en Público. Era divertido y sagaz, brillante en la escritura, preciso. Un tío fino. Hace ya mucho tiempo que en mis favoritos estaban sus Apuntes del Natural.
Nos queda su obra, que es su luz. Y ese ejemplo de coherencia, de firmeza en las ideas, de izquierda limpia y sin ambages.
Era el mejor.
abril 29th, 2009 a las 01:38
Yo a Javier le he leído a ratos, a veces cada día, desde que escribia en público a ratos en el mundo y juraría que a ratos le he leído en otros lugares que no puedo precisar por mi mala cabeza.
Lo que más me gustaba no era los artículos en los que estaba de acuerdo, sino en los que estaba en desacuerdo. No es que me hiciesen pensar, es que me hacian sentir, o me enfadaba y tenía que darme razones a mi misma, por el qué, me habia enfadado o en caso contrario ganaba Ortiz. Es un juego personal, lo sé. Pero a eso jugaba con los artículos de Ortiz. A veces ganaba con la objetividad, otras perdía, me dejaba llevar por el sujebtivismo de toda persona, incluida Ortiz. Y ¿sabeis lo peor? Pues que en mi juego personal, cuánto más alejada estaba en mis razones ( o sea en mis conversaciones o argumentarios contra otra persona de forma imaginaria, que quede claro ) más disfrutaba sus comentarios. Creo que no me se explicar.
abril 29th, 2009 a las 01:54
#13
No, te has explicado muy bien.
abril 29th, 2009 a las 01:58
#9
No.
abril 29th, 2009 a las 02:09
He comenzado a escribir un comentario, me he enrollado y me ha salido un post. Una vez publicado, regreso aquí para contar la idea que me ha impulsado a escribir: coincidí varios años con Javier Ortiz en El Mundo. Le admiraba, le leía, pero apenas charlé con él en tres o cuatro ocasiones. Caminaba tranquilo por Pradillo 42, sonriente. Solía decirse que la columna de Umbral era lo primero que leíamos los lectores asiduos del Mundo, pero muchos comenzábamos por la página dos (Bonilla, Hidalgo y Ortiz).
abril 29th, 2009 a las 07:05
[…] dicen que Javier Ortiz plagio a Manuel Vázquez-Montalbán cuando escribio: “Te acuestas siendo un triste socialdemócrata y, por la mañana, cuando te levantas, resulta que te has convertido en un peligroso izquierdista. Como el tiempo trascurrido te ha pillado en la cama y durmiendo, deduces que la metamorfosis no puede ser cosa tuya, sino de los demás”. […]
abril 29th, 2009 a las 07:35
a javier ortiz se le podía encontrar en muchos lugares de Internet, además de su web (pionera en lo que podríamos llamar blogs, supongo que esto le haría gracia, el se consideraba un casi-analfabeto tecnologico tuvo blog antes de que existieran como tales) en rebelion, kaosenlared, izaronews, etc.
Sin casarse con nadie ya que daba cera a todos en sus textos sobre el problema vasco decía verdades incomodas para muchos.
Sí, se le echará en falta.
abril 29th, 2009 a las 09:23
Descanse en paz.
abril 29th, 2009 a las 09:49
#15
Festivamente, D. Carlos, pero vaya usté a sacar a los del “a mí que me piensen” del “a mí que me gobiernen”…
abril 29th, 2009 a las 12:19
[…] Javier Ortiz, la matamorfósis y la muerte Ignacio Escolar […]
abril 29th, 2009 a las 17:50
¿A qué hora son las misas?
abril 29th, 2009 a las 21:24
[…] http://www.escolar.net/MT/archives/2009/04/javier-ortiz-la-metamorfosis-y-la-muerte.html […]
mayo 15th, 2009 a las 19:25
[…] le acompañó hasta el final, hasta su última frase, hasta su obituarioIgnacio Escolar, Javier Ortiz, la metamorfosis y la muerte. 28 de abril de […]
noviembre 15th, 2009 a las 19:18
[…] Amb permís de Josep Maria Espinàs. Para que no se note que no está Javier Isaac RosaJavier Ortiz, la matamorfósis y la muerte Ignacio EscolarUna alegría para el enemigo Manolo […]