Marta Peirano
Lo han visto y no lo han creído pero saben que es verdad: un avión de más de 113.000 kilos con un centenar y medio de pasajeros dentro no puede levantarse así como asi y empezar a volar. Y no empecemos a hablar de los Boeing. La aviación comercial es un caso claro de hipnotismo colectivo.
Arthur C. Clarke decía que cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia pero todo tiene un límite y las leyes de la física no son una excepción. Lo que mantiene al avión en el aire no es el motor del avión ni el piloto automático; es una mezcla de miedo, esperanza, tensión muscular y autosugestión. El avion lo subimos nosotros a fuerza de concentración. Antes de que protesten, los hechos:
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Prosopopeyo
Tras el anuncio del embarazo de Letizia (I de CNN+ y V de TVE) no se deja de hablar en corrillos periodísticos, pseudo-periodísticos, proto-periodísticos, analfabeto-periodísticos y rosa-vomitivos de la futurible, supuestamente deseable y más que probable reforma de la Constitución que habilitaría para el acceso al trono del Imperio Español (con sus colonias y demás perejiles) a la hipotética hija primogénita de los Príncipes de Asturias, vengan o no hermanos varones posteriormente.
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Javier Pérez de Albéniz
TVE nos acerca a nuestras casas la tortura, la sangre y la muerte. ¡Y en horario infantil! Como en los mejores tiempos de esas dos Españas tenebrosas y siniestras: la de Franco y la de Corcuera.
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Marta Peirano
Es habitual que los vecinos de un área de entretenimiento -léase zona de bares y terrazas- saquen a la calle pancartas y protestas contra el ruido que no les deja dormir. Lo he visto en Malasaña, en Chueca, en Lavapies y en el barrio del Raval durante los dias de Sonar. El ruido publicitario, sin embargo, es como el olor a gas: hace falta salir del epicentro de la contaminación para percatarse de que existe. Nadie lo nota, nadie protesta. Pero las calles, carreteras, estaciones de metro, paradas de autobus, edificios, plazas y otros soportes publicitarios no nos dejan pensar.
Cuando vemos la tele, escuchamos la radio o leemos un diario gratuito, entendemos que los anuncios es el precio que tenemos que pagar por seguir disfrutando del servicio. Hay quien se abona a la televisión de pago para no tener que ver anuncios. Numerosos medios online ofrecen suscripciones sin banners y hay quien da wifi gratis a cambio de publicidad. Quien no quiere pagar ese precio se busca un servicio de pago que le ahorre la publicidad pero ¿quién decide por nosotros en nuestra propia calle? Vayamos a donde vayamos nos persiguen mujeres semidesnudas, teléfonos de última generación, instantáneas de familias viajando en coches de lujo. ¿Qué es exáctamente lo que estoy pagando? Y, sobre todo, ¿no lo estaba pagando ya?
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Santiago Botello
Cuba no es una isla cualquiera. Es el último reducto del comunismo. El último sueño de La Revolución. Una tierra que despierta amores y odios. Los ataques desde su país vecino son continuos.
Los anticastristas lo han intentado todo: desde bombardear la isla con frecuencias de radio y televisión con contenidos propagandísticos, hasta intentar asesinar al líder cubano.
Según presumen en su oficina de prensa, Castro tiene el récord Guiness de intentos de asesinato. Pero nadie puede con Fidel. La obsesión por la seguridad del Régimen es brutal. En la Isla puede haber problemas para encontrar leche o carne, pero no hay libreta de racionamiento para las medidas de seguridad del Comandante.
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José Cervera
En la guerra de la propiedad intelectual el primer enfrentamiento decisivo se está librando ya. Y no enfrenta a la industria con los ‘piratas’, como le gusta presentar el caso a los intermediarios y algunos ministerios de Cultura, sino a los artistas con sus compañías. La pelea dirime quién se beneficia del talento del artista. Y su última escaramuza enfrenta al famoso grupo Linkin Park con su megacompañía, Warner Music. La razón, la pasta: el grupo se pregunta por qué la salida a bolsa de Warner Music no les proporciona beneficios, cuando ellos son el principal activo de Warner Music, y por tanto una parte fundamental de su valor. En juego está, una vez más, la gran pregunta: ¿de quién es la propiedad intelectual, de los autores o de los intermediarios de la cultura? Pase lo que pase, ya nada volverá a ser igual.
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Alejandro Gándara
He decidido por unanimidad de mí mismo darle un balance fiscal territorial a mi familia, tras percibir que yo le entregaba más dinero a esta célula social (o Estado por lo que a mí concierne) del que ella me devolvía. Fue un momento de iluminación, lo reconozco, con un toque de misterio, ya que nunca antes se le había ocurrido a nadie. Ya adelanto que creo mucho en la aritmética, porque la aritmética dice de nosotros cosas que ni nosotros sabíamos que sabíamos.
Total, que yo entrego al Estado doméstico tres mil euros al mes y él a mí ninguno. Reúno a los ciudadanos de casa y les informo de la evidencia. Me contestan que no tengo derecho a plantear una cosa así, sobre todo ahora que el pequeño no ha vuelto aún de la guardería
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Una prueba más de que el country es un género musical más facha que don Pelayo: Mama don´t go topless.
Jorge Cortell
(…) Me han asegurado que las órdenes de que no se permitiese que mi conferencia se diese en un local de la universidad venían directamente del Rector, quien a su vez estaba presionado por “cierta entidad de gestión colectiva” bajo amenazas (amenazas de una campaña mediática en contra, de inspecciones de software -eso pasa por no usar software libre- o de contenidos protegidos por copyright en los discos duros de los ordenadores, de generar oposición política, de complicidad en alegoría del crimen, instigación, etc, etc).
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Juan Varela
El proyecto de ley de estatuto del periodista profesional acaba hoy su duodécima prórroga para la presentación de enmiendas en el Congreso sin que se hable mucho de un proyecto vergonzante que está pasando de puntillas por los medios y la discusión pública.
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Íñigo Sáenz de Ugarte
Cuando la gente tiene una infancia desgraciada hace cosas raras en su etapa adulta. Como alistarse en el Ejército y tener problemas para definir lo que es un animal de compañía. Como convertirse en presidente y pasar a ser un experto en comida basura y sexo oral.
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Juan Varela
Los periodistas han perdido la inmunidad. El salvoconducto de imparcialidad que les proporcionaba cierta protección en los conflictos. En la guerra moderna, de bordes difusos entre el terrorismo, la revolución y la resistencia a la ocupación (legítima o no), los informadores ven la realidad bajo bandera y son considerados objetivos por los bandos.
Unos para utilizarlos de altavoz frente a unos medios a los que acusan de propagandistas. Otros para controlar una información que puede erosionar las certidumbres de ciertas políticas.
Son los nuevos enemigos. Los de siempre: dictadores, regímenes antidemocráticos, mafias y sus brazos políticos, persisten y florecen.
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El taxi al aeropuerto de Bagdad es, sin duda, el más caro del mundo.