jul 04

El capitalismo sin refundarse y yo con estos pelos

Tag: Economía Ignacio Escolar @ 14:05

Juan Carlos Escudier

Esperando la refundación del capitalismo o el cambio de modelo productivo –nos conformábamos con lo que llegara antes- se nos ha echado encima el verano, que ya se sabe que arranca oficialmente cuando el Rey se sube al Fortuna para surcar la mar oceana. Se trata de un acontecimiento del que se conoce su término –a finales de agosto- pero no su comienzo, en vista de que año tras año suele adelantarse con precisión suiza. Sorprendería que la crisis modificara esta regia tradición, porque incluso a los parados sin vacaciones les gusta hojear el Hola en la peluquería y verse reflejados en el bronceado del jefe del Estado. Además, la crisis debe de estar controlada porque, a diferencia de la pasada Semana Santa cuando el Gobierno se castigó sin holganza, Zapatero no ha previsto jardineros de guardia para regar los brotes verdes de la economía.

Como se decía, de la refundación del capitalismo seguimos sin tener noticias, por lo que mucho nos tememos que haya extraviado por el camino. Por el momento, lo único con visos de refundarse son las entidades financieras, esencialmente las insolventes y con cargo a nuestro bolsillo. Hay que aflojar la guita para que no se nos hunda ninguna caja o banco porque, al parecer, de eso depende nuestra felicidad futura. La fortaleza de nuestro sistema financiero, esa de la que se vanagloriaba el Gobierno, era de tal naturaleza que no ha parado de engullir recursos públicos sin devolver siquiera la calderilla. Hemos comprado su morralla triple A, hemos avalado su ruina y, de paso, vamos a darles un crédito de hasta 90.000 millones para que puedan ser rescatados del naufragio sin mojarse las pantuflas.


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36 comentarios en “El capitalismo sin refundarse y yo con estos pelos”

  1. # JPatache dice:

    Si los banqueros están contentos, nosotros nos podemos dar por contentos.

  2. #0 La brasa en casa dice:

    Tampoco hay que refundar nada.

    Se trata de hacer las cosas bien, que el capitalismo como tal funcione, y que funcionen también los organismos encargados de controlar. Y una legislación de hierro para los listos de la vida, los banqueros sin escrúpulos, los especuladores, los corruptos y para los que encubren a quienes se aprovechan de las ventajas del libre mercado.

  3. #0 JPatache dice:

    Cuando los tiempos son buenos, eso es bueno para los bancos, cuando los tiempos son malos, le echamos una mano a los bancos. Siempre malo para nosotros.

  4. #0 JPatache dice:

    ¿alguien recuerda cuando era una utopía el que los países desarrollados destinasen un 0,7 por ciento de su presupuesto a ayudas a países en desarrollo?
    No había pasta para eso. Era imposible.

  5. #0 piezas dice:

    El parquet llueve sobre la ciudad.

  6. #0 Antonio dice:

    Yo voy a recomendar el extraordinario post que puso Pierre hace unos dias, a traicion, mientras yo me encontraba cruzando el Atlantico:

    http://pierrenodoyuna.blogspot.com/2009/06/quiet-coup.html

  7. #0 piezas dice:

    …(fórmula poéticarl para decir que nos mean)…

  8. #0 JPatache dice:

    Ha pasado el pánico inicial y los que se creen que mandan, creen que piensan que si atienden las peticiones de la bestia, todos seremos salvos y comeremos perdices

    http://www.escolar.net/foro3/viewtopic.php?f=31&t=30614&start=0&st=0&sk=t&sd=a

  9. #0 ʇǝʞᴉlod dice:

    Pues que quieren que les diga, el bronceado del Rey me parece de los mejores entre las familias reales europeas, y, ademas, muy al gusto del pueblo.

  10. #0 JPatache dice:

    Su capacidad de sacrificio por el pueblo, es encomiable.

  11. #0 ʇǝʞᴉlod dice:

    Yo de fisica estoy un poco pez pero, a ver si cuando dicen refundar el capitalismo no quieren decir refundir al que curra. A ver si no va a ser lo mismo!!!

    Bienvenidos al contrato laboral/social del siglo XXI, by the patronal. Proximamente en sus hogares.

  12. #0 ʇǝʞᴉlod dice:

    Si una empresa se va a pique, quién cubre las deudas que ésta ha contraido con los proveedores?
    Y si mi banco se va a tomar viento, a quién pagaré yo la deuda contraida para comprarme el piso?
    Cual dicen que es el primer banco de los de aqui que se va a ir a tomar viento???

    Disculpen, en el fondo me sabria tan mal que los bancos se fueran a la mierda; me cae tan bien mi vecino Juan, el que me lleva la hipoteca y me dice, “tranquilo Jose, si algun mes no puedes pagar todo lo que debes pagar, pues nos pagas un poquito menos y al mes siguiente ya nos pagaras lo del siguiente y lo quefalta de este; que eso es mas preferible que o que nos acabemos quedando con tu casa y la acabemos vendiendo por cuatro chavos…”. Pobre, no me gustaria verlo en la calle si su banco se fuera a pique.

  13. #0 ʇǝʞᴉlod dice:

    Por ahi dicen que refundar el capitalismo seria como refundar el canibalismo.

  14. #0 JPatache dice:

    #13
    El canibalismo es mucho más humano.

  15. #0 NadieOsSalvara dice:

    No puedo dejar de resaltar este párrafo:

    “Con alguna excepción, especialmente en los años centrales del siglo XX (caso de New Deal y la política económica keynesiana), se puede afirmar que la elaboración de la mayor parte de las teorías económicas han nacido en las universidades de elite –pertenecientes a los círculos sociales más ricos de los países ricos- y se han proyectado sobre las condiciones de vida de esos mismos círculos de riqueza. De tal modo que en la época actual, la mayor parte de los textos de la economía ortodoxa apenas hacen alusión a la problemática de los más desfavorecidos y, cuando lo hacen, se plantea como una variable exógena al correspondiente modelo económico y con una cierta dosis de ‘compasión’, pero no como el objeto principal de la Economía como ciencia.”

    En suma, que seguimos en alta mar y sin tierra a la vista. Y las provisiones se van agotando. Cuando el escorbuto empiece a hacer mella en la tripulación, entonces veremos qué sucede con el indestructible capitalismo.

    Por de pronto ha quedado claro una cosa: El capitalismo no se refunde porque NO SABE cómo hacerlo: de hecho todos los datos apuntan hacia su inviabilidad.

  16. #0 ʇǝʞᴉlod dice:

    #14 … al menos se limita a comer a personas y no va mas alla…

    PS: Ajunto el enlace, entrevista a Santiago Alba Rico, que esta tambien interesante: http://www.kaosenlared.net/noticia/entrevista-santiago-alba-rico-ensayista-refundar-capitalismo-seria-com-1

  17. #0 NadieOsSalvara dice:

    Bien, es una alivio – y una cura de humildad- comprobar que lo que uno lleva barruntando desde hace años ya ha sido percibido por algunos, y que lo han descrito casi como si le leyeran a uno el pensamiento:

    (Del artículo de Alba Rico en lazado en #16 ʇǝʞᴉlod)

    “El modelo tecnoconsumista, con su “hedonismo de masas” –por citar una vieja expresión de Pasolini-, se ha impuesto del tal manera que toda disminución en los niveles habituales de consumo será vivido también como una catástrofe subjetiva, como una pérdida cataclística para la que habrá que buscar algún culpable. Nunca ha habido más condiciones objetivas, y menos subjetivas, para una transformación radical. Las sociedades occidentales son sociedades de “hambruna generalizada” y las hambrunas disuelven los lazos de solidaridad. No es un problema ideológico, sino material: la subjetividad capitalista está materialmente construida al margen de todos los valores y principios que permiten sencillamente una negociación. En Europa y EEUU veo más probable la barbarie o el neofascismo que la recuperación de una mínima sensatez antropológica.”

    Ya no soy el único apocalíptico de España.

  18. #0 Antonio dice:

    ‘Las sociedades occidentales son sociedades de “hambruna generalizada” y las hambrunas disuelven los lazos de solidaridad’.

    Me lo explique. O que se invente un nuevo termino para las hambrunas de la Europa dependiente de la agricultura, lo que paso en Ucrania en el 32 o lo que todavia pasa en Africa.

  19. #0 NadieOsSalvara dice:

    #18 Antonio

    El término es, quizá premeditadamente, exagerado: yo hablaría (aunque no sé si Alba Rico se refiere a esto: pero hay que evitar ser discípulo de nadie cuando se piensa) de “precariedad ansiosa”, o “precariedad neurótica” generalizada: es decir, la extensión, o más bien, la NORMALIZACIÓN del mileurismo, el submileurismo, y ya, directamente, de la economía sumergida, conviviendo junto a unas expectativas vitales imposibles de cumplir -con los medios de los que se dispone-, pero permanentemente impuestas, machacadas ad nauseam desde los medios.

    Se podría llamar a este fenómeno algo así como “hambre vital”; quizá no físico aún, es cierto. Sin embargo, sus consecuencias culturales, sociales, familiares…en suma, antropológicas, son constatables con sólo salir a la calle…es este “hambre vital”, esta “insatisfacción permamente planificada”, la que destruye los “lazos de solidaridad”.

  20. #0 El capitalismo sin refundarse y yo con estos pelos dice:

    […] no su comienzo, en vista de que año tras año suele adelantarse con precisión suiza. Visto en: http://www.escolar.net/MT/archives/2009/07/el-capitalismo-sin-refundarse-y-yol sin comentarios en: actualidad, crisis karma: 15 etiquetas: capitalismo, crisis, economia, […]

  21. #0 romeo dice:

    Quizás eso que llama “hambruna” pudiéramos cambiarlo por glotonería o mejor aún bulimia.

    El sistema actual de hiperconsumo es cláramente pernicioso y bulímico, para su sustento es necesario consumir mucho y cada trimestre más, por lo que superado el umbral de necesidad e incluso después del capricho nos encontramos viviendo por encima de nuestra posibilidades, “todo a crédito” y cuando ya no podemos más, zás! batacazo y consumo cero. Porque NO hay dinero.

    El consumo cero, provoca que todo negocio que ha vivido “a nuestro servicio” se hunda.
    ESto ocurre porque ha vivido de la expectativa absurda de que cada año íbamos a renovar más coches viejos o motos o yates, a comer más fruta, más verdura, más carne, a beber más vino, a comprar más playstation, teles de plasma, hacer dos y más viajes al Caribe, y comprarnos un piso más cada año “porque yo lo valgo” a 50 años la hipoteca.

    Es decir, nos ha hundido la loca carrera por “a ver quién aguanta más” gastando más dinero por encima de lo que necesitas.
    Lógicamente de esta sinrazón se han forrado los bancos, con sus “modestos” créditos al consumo, Cofidises y similares.

    En este sistema actual de capitalismo, una panadería de un pueblo de 500 habitantes no sería rentable, porque necesitaría que cada año nacieran 25 nuevas bocas para hacer más pan, tener más ingresos y por lo tanto “prosperar”.
    Sin embargo sabemos que esa panadería, mientras sus habitantes sigan consumiendo pan razonablemente, y el producto que ofrezca sea de buena calidad, el panadero vivirá holgadamente, pero claro, sin yates, sin dientes de oro, sin fracs de milano, ni viajes a Cancún, ni buceo en Panamá, ni vicios caros.

    La solución empieza en nosotros y acaba en nosotros, no en los bancos ni en los gobiernos. Craso error si confiamos en que quien ha estado estafando al Estado escondiendo su dinero en las Caimán y llevando una vida desaforada en caprichos, va ahora a renunciar a sus status quo por tí y por mi. No señores.

    Así consumimos, así creamos o destruímos el mundo en que vivímos.

    Lectura que recomiendo para esto:
    http://www.elpais.com/articulo/opinion/vida/frugal/elpepiopi/20090321elpepiopi_12/Tes

  22. #0 Small Blue Thing dice:

    Honestamene, yo estoy cada vez más desesperanzada: intentamos vivir como creemos que debemos hacerlo y tiene sus ventajas, pero lamentablemente cada vez tenemos menos ejemplos que poner para animar a más gente. “Lo que pasa es que no tienes hijos”, te contestan a menudo.

    Pero los referentes prácticos, desde la izquierda, cada vez tienen más de chapuza y menos de proyecto. La última gran cagada en la que Herberwest y yo hemos participado ha sido el GAK (grupo de consumidores ecológicos autogestionados) de Vallekas. Las políticas de gestión de la cooperativa La Garbancita Ecológica, del Centro CAES de Madrid, han sido sectarias (han conseguido cabrearse con todas las coordinadoras del ramo de la Comunidad), oscurantistas _a fecha de hoy y después de un año todavía no conozco a ningún agricultor: para tener sus nombres tienes que comprar, por un euro, una revista con cada cesta de alimentos_, e insolidarias (por un cabreo misteriosísimo se cambiaron de local y simplemente, dejaron de repartirnos, a nosotros y a varias jubiladas de la barriada)… ¿Sigo?

    No hace falta. Seguro que todos vosotros teneis, por lo menos, una experiencia similar que contar. Y eso es lo que nos está jodiendo.

  23. #0 Sugarflower dice:

    Que fue de Anonymouse?

  24. #0 Gsus dice:

    #19 NadieOsSalvara

    Por el placer de debatir, y sin querer entrar en polémicas agrias como las que a veces se montan por aquí:

    – ¿Tienen o han tenido alguna vez existencia real esos “lazos de solidaridad” que supuestamente se están destruyendo a causa del capitalismo? ¿A qué etapa de organización socioeconómica nos deberíamos remitir para recuperarlos plenamente, como rasgo característico de una sociedad? ¿O estamos ante el espejismo de un “paraíso perdido”, un pasado mítico del que hemos sido expulsados a causa de nuestro pecado (abrazar el demonio del capitalismo)? Con estos conceptos, corremos el peligro de crear pura mitología, en vez de desarrollar una postura política razonable.

    – ¿Hasta qué punto la sociedad es inocente cuando se deja camelar por esas “expectativas vitales” que ofrece el sistema? Veo a la gente a mi alrededor aceptar con sumo gusto determinadas ataduras para satisfacer esas expectativas. Nadie les obliga, aceptan ese “hambre vital” (en ningún caso físico) porque sienten que les llena. Usted y yo podemos convenir que esa sensación de plenitud que sienten es falsa, que ellos sólo son títeres del sistema, víctimas de una manipulación sutil… Pero, ¿con que autoridad podemos deslegitimar su elección? ¿Qué opción les ofrecemos a cambio? ¿Podemos convencer a alguien, a día de hoy, con esa supuesta alternativa?

    – El pueblo no se rebela, básicamente, porque vive a gusto en este sistema (hablo de la mayoría, claro). Hay quejas, y muchas, pero no lo suficientemente profundas como para rechazar de plano el sistema. Parece demostrado que a la gente le resulta perfectamente tolerable un alto grado de desigualdad, a cambio de que exista la posibilidad, por remota que sea, de ascender (a base de trabajo -risas- o gracias a un golpe de suerte) a los escalones más altos de esa desigualdad, de entrar en el ámbito de los privilegiados. Esa ilusión (o esa ingenuidad), unida a un mínimo nivel de calidad de vida, les hace sobrellevar los abusos e injusticias inherentes al sistema. Más aún, les convierte en muchos casos en agentes de esa desigualdad. ¿Cuantos trabajadores contribuirán, con la compra de un abono o de una camiseta, a financiar alegremente el deportivo o el piso de lujo de Cristiano Ronaldo? ¿Cuántas veces hemos oído en boca de un currante aquello de que si queremos la factura con o sin IVA? ¿Cuantos ciudadanos de clase media con unos ahorrillos en el banco se han metido a especuladores en los últimos años? ¿Cuanta gente ha votado libremente a políticos corruptos porque les ha convenido? El “mal” ya no está sólo en los de arriba, también está en los de abajo: las diferencias entre unos y otros son a menudo más cuantitativas que cualitativas.

    – Si el hambre o el ansia de libertad es lo que ha alimentado las revoluciones en el pasado, podemos decir que actualmente el sistema, en los países occidentales, está blindado: tenemos la peor crisis desde el 29, abusos manifiestos por parte del gran capital, y la gente no se mueve. ¿Por qué? El hambre y la falta de libertades se han desplazado convenientemente fuera de nuestras fronteras; dentro, estos problemas ocupan un lugar marginal, minoritario, con lo cual se desactiva cualquier germen de revuelta. Curiosamente, los únicos indicios de movilización se producen hacia la ultraderecha xenófoba: el racismo aparece como expresión de que podemos aceptar estar puteados por nuestro propio sistema, siempre y cuando quedemos por encima de los que vienen de fuera.

    No justifico ni defiendo la situación actual. Simplemente me planteo que quizá la estrategia de la izquierda necesite readaptarse para ser realmente efectiva y lograr avances sociales. O, simplemente, para no seguir perdiendo terreno ante la derecha. No se trata como antes de luchar contra un sistema que oprime desde arriba al pueblo llano: el pueblo, en su mayor parte, es ahora parte activa y consciente de ese sistema generador de desigualdad…

  25. #0 Sugarflower dice:

    Hace 7 años mi jefe se quedó en la puta calle.

    Con los ahorros de su vida y con 3 clientes de la antigua empresa se montó su empresa.

    Contrató a 1 programador. Al cabo del año a otro más. Luego 2 mas, etc.

    Hoy son 10 personas las que viven de su riesgo. En este tiempo le ha dado para comprarse una casa y un BMV (objeto de las envidias de muchos de la oficina).

    En la oficina 2 de esas 10 personas reconocemos el mérito que tiene habérse jugado el todo o nada y el haber levantado la empresa con jornadas semanales de 70 horas (él programando junto al resto).

    El 80% restante piensa que es un cabrón explotador que les roba la plusvalía de su trabajo. Pero bien que cobran a fin de mes y tienen un trabajo céntrico con un horario flexible, trabajo que dudo mucho que tuviesen en otro sitio.

    Quizás el problema de esta sociedad sea gente como vosotros, que al igual que el 80% de mis compañeros sólo ven la parte que les interesa, demonizando al que arriesga todo lo que tiene en la vida para salir adelante.

  26. #0 JPatache dice:

    #25
    ¿quien es vosotros?

  27. #0 Antonio dice:

    #24 No vamos a entrar en detalles, pero esa solidaridad primigenia que tanto le pone a cierta izquierda es un mito. Hay muchos ingredientes que entran en ese guiso, pero es una historia tan disparatada y falsa y en el fondo manipuladora y politicamente peligrosa como la fabula de la virgen y el palomo con la que la Iglesia abrio su chiringuito. Pero alla ellos.

  28. #0 CyberBeata dice:

    #25
    Peskata… del toooó.

  29. #0 ʇǝʞᴉlod dice:

    ¿Se puede decir mito en lugar de utopía?

  30. #0 NadieOsSalvara dice:

    #24 Gsus y #27 Antonio

    Me parece que la locución “lazos de solidaridad” parece evocarles algún rasgo de características sentimentales o emotivas. Tal vez el término también es inapropiado en este caso. Y creo que es, en parte, por cierto intento del autor de escaparse (en aras de no ser tachado de sectario, supongo, o de trasnochado…al igual que la “teoría de la globalización”, armada de neologismos) de la terminología correcta, que es (según mi entender) marxista: por lazos de solidaridad yo entiendo la consciencia de pertenecer a una clase con los mismos intereses económicos y sociales OBJETIVOS: es decir, la famosa “conciencia de clase” de la que se hablaba en un pasado no tan lejano.

    Que ésta conciencia de clase ha tenido lugar en el pasado, la historia del socialismo, la misma existencia histórica de las revoluciones y del estado de bienestar, conseguido a través de mares de lágrimas y de sangre, la constatan: que no exista hoy (con lo cual, tristemente, convengo) A CAUSA del capitalismo, es el verdadero tema del artículo.

    Ahora bien, para no repetirme, simplemente señalaré que, sin la posibilidad de existencia de esa conciencia de clase, no hay planteamiento político de izquierdas sostenible. Así pues, los que la niegan (la posibilidad) puede que tengan, a la postre, RAZÓN, pero, si ese es el caso, el mismo socialismo es erróneo: triunfa Hobbes y el hombre lobo para el hombre.

    Es decir, señores, si no creen ustedes en la posibilidad de que el ser humano pueda adquirir conciencia de su situación y de las causas que le han llevado a ella, NO SON USTEDES DE IZQUIERDAS. Lo cual no quiere decir que sean ustedes deshonestos o hipócritas, sino que su izquierdismo no es consecuente con su idea de la naturaleza humana. Espero que no me malinterpreten en este sentido.

    Por último, señor Gsus, al hilo de lo que ud. dice sobre la gente de su entorno…me permitirá que le comente que, si sus amistades realmente cubren sus expectativas vitales, no conoce ud muchos mileuristas. Se lo digo sin acritud.

  31. #0 romeo dice:

    #22 Pues menuda gaita, yo quería montar una igualita en mi barrio y no pensaba que la cosa estaba taaan mal.

    Conozco una buena experiencia en el barrio de Lavapiés, una cooperativa de consumidores de veinte vecinos, con su propio local,y por el momento la cosa va tirando, claro que ayuda que sean amigos entre sí, a parte de vecinos, y que tienen la misma franja de edad (vamos que a parte de comprar los tomates, le unen más cosas, y organizan fiestas, cine-fórums y cosas relacionadas)

    No es una utopía, pero está claro que la transparencia en estas cosas es fundamental, porque si no, lo que se ve es el plumero de los oportunistas.
    Y estoy convencido que el futuro es una mayor relación entre el productor y el consumidor, no soporto el monocultivo de los hiper, donde cada vez hay menos marcas para elegir, cuando no te obligan a comprar su marca blanca.

    Ánimo!! No desistas, proyectos como esos tienen y deben prosperar, a pesar de los cuatro necios que anden haciendo el imbécil.

  32. #0 el-loco-de-la-codeina dice:

    Pero bueno, de qué se quejan..? Acaso no se está refundando actualmente el capitalismo? Otra cosa es que es que sea simplmente el mismo “sistema operativo”, con un “salvapantallas” más impactante. Las “secuelas” suelen carecer de imaginación, aunque peor sería tener que sufrir una “precuela”.
    Así que imagino que “Capitalim Reloaded” conseguirá una buena recaudación,aunque sin gozar del entusiasmo de crítica y público.

  33. #0 romeo dice:

    #24 Interesantísimas reflexiones.

    – El mundo que conocemos, sobre todo las cosas buenas, viene directamente del comercio, de la capacidad de arriesgar, invertir y mejorar.
    Esto lo suelen esgrimir muchos liberales de LD (cuando ellos son los primeros que lejos de la cultura del esfuerzo, escalan económicamente gracias a oportunos regalos de administraciones públicas afines y “donaciones empresariales”)
    Sin embargo, es cierto, que tanto el que arriesga sus dineros y su salud, para prosperar, sea empresario o currante, merece todo nuestro apoyo y respeto, y que no existe un mundo “adánico” idílico donde las teorías marxistas de la autogestión estatalizada hacían feliz a la gente(que no deja de ser una vuelta al medievo, tú curras en las tierras del feudo, a cambio me das el diezmo y me sirves para defenderme del vecino), los kibutz israelíes, otro modelo militarizado parecido, tiende a que sientas ese ideal, pero no hay libertad.
    Y sin libertad no hay ciudadanía (ni verdadera y consciente felicidad).
    La izquierda puede seguir inútilmente creyéndose adalid de “los trabajadores”, los cuales “aún tienen conciencia de clase”, pero es perder el tiempo, debiérase trabajar y apostar por un reparto más generoso de los bienes colectivos, de los servicios públicos, y que todos, ricos, pobres, mileuristas o empresarios, tengan todos los mismos derechos, deberes y oportunidades.

    – La inocencia de la sociedad no existe, somos libres de consumir, de meternos en hipotecas a 50 años y en tener dos trabajos y medio, para pagarnos el buceo en Panamá una semana al año. Eso sí, es un problema cultural, radical, donde el consumo se ha convertido en un opio que sirve para huir del presente, y no reivindicar un futuro colectivo mejor. Estamos cómodos viendo la tele en casa, aunque no lleguemos a fin de mes, pensar hoy en día es provocador, complicarse la vida. Desgraciadamente nuestra clase media se empobrece año tras año, pero vivimos en la ilusión de que todos somos nuevos ricos. No hay manos negras, consiste en ser consciente o no de nuestra capacidad de mejorar nuestro entorno y nuestra vida.

    – El caciquismo, lejos de desaparecer, es un fácil reclamo para las mentes cortoplacistas y alimentadas en este caldo de cultivo.
    En Murcia, se te echan encima si criticas el expolio de agua, territorio, y otros recursos a causa de las múltiples y fallidos resorts en mitad de socarrales. La construcción no consume agua, el “agua para todos” era para los tomates (y para desarrollar la industria del ladrillo y del golf, claro), los resorts eran buenos porque generaba pleno empleo, de gruístas y albañiles durante su construcción, y después, de camareros, jardineros, guardeses, personal de limpieza, caterings y chicas para eventos.
    Empleos temporales, a través ETT’s que se llevaba más del 50% de tu sueldo limpio, y que por supuesto están limitados a una edad inferior a los 30 años. Qué empleo estable, de calidad y con gran futuro, demandan? Ninguno, es el aquí y ahora.
    Somos la generación James Dean.

  34. #0 xoxʇɐu dice:

    #28 CyberBeata dice:
    Julio 4th, 2009 a las 7:25 pm

    Mi boca conoce bien el sabooor…
    de la polla de mi jefeeeeeee.

    Peskata del to, inconfundible.

  35. #0 Gsus dice:

    “Por último, señor Gsus, al hilo de lo que ud. dice sobre la gente de su entorno…me permitirá que le comente que, si sus amistades realmente cubren sus expectativas vitales, no conoce ud muchos mileuristas. Se lo digo sin acritud.”

    Precisamente lo decía por eso, porque gran parte de mi entorno (más o menos los que son de mi generación) está constituido por mileuristas. Mileuristas cuyas aspiraciones vitales son: tener una casa en propiedad, un coche, un móvil y una cámara digital; casarse, tener uno o dos hijos y un divorcio no demasiado costoso; poder tomar cervecitas con los amigos a la salida del trabajo, irse de vacaciones de vez en cuando a algún sitio lejano con un vuelo low cost; ver CSI los lunes y House los martes, bajarse pelis en el emule. Una humilde felicidad pequeñoburguesa, que diría el amigo Barthes, al alcance de la mano. Algunos se han entrampado en una hipoteca, otros viven de momento con ayuda de sus padres, hay quien comparte piso, otros disfrutan de una VPO, alguno está muy puteados en el trabajo mientras que otros van consiguiendo avanzar poco a poco… pero, en general, a todos les llega de momento para suplir algunas de esas aspiraciones, y esperan poder ir mejorando para suplir el resto. En todo caso, no cuente con ninguno de ellos para ninguna revolución ni para un cambio de sistema.

    Quizá mi entorno sea de clase media “aburguesada” (independientemente de que voten PP, PSOE o IU, o se abstenga, que hay de todo), pero el hecho es que algunos de estos neoaburguesados son hijos directos de la clase obrera. Podemos decir que el sistema ha propiciado la expansión de la clase media, a costa de reducir la clase obrera, porque le conviene (le otorga una estabilidad enorme, inédita para ningún sistema anterior); pero también podemos concluir que la mayoría de la gente parece estar a gusto con este status. A veces es un cambio estrictamente nominal: basta con decirle a un trabajador medianamente explotado que ya es de clase media para tenerlo más o menos contento, sin necesidad de subirle el sueldo o reducirle el horario laboral. Incluso se le puede recortar un poco de prestaciones sociales, que no se quejará mucho. Eso sí, hay que concederle una hipoteca-condena a 40 años vista, y que le llegue para comprarse una tele plana para ver el fútbol, que hay cosas a las que no se renuncia.

    La conciencia de clase está desactivada, o directamente se ha esfumado; la falta de respuesta de la sociedad ante los desmanes que han dado origen a la crisis es la prueba más rotunda de ello. Unos votan con convicción a los que prometen volver a meternos en una burbuja, otros se movilizan por salvar estrictamente su propio culo, algunos más se quedan en casa el día de las elecciones porque asumen que todas las opciones son igual de inútiles.

    No digo que los que se llevan la peor parte en el gran pastel del capitalismo no puedan tomar conciencia de su situación y reclamar un sistema más justo y equitativo: eso siempre será posible. La cuestión es, simplemente, que las referencias han cambiado, que el receptor natural de las propuestas de izquierda no es el mismo que hace 100 o 50 años, y que la estrategia a utilizar para lograr cambios reales debe adaptarse a esta nueva realidad, si no quiere quedar reducida a la más estricta marginalidad (en el caso de las izquierdas “auténticas”) o mimetizarse progresivamente con la derecha (caso de los partidos socialdemócratas).

    Siempre he pensado que el Fukuyama había demostrado ser un tontolaba con aquello del “fin de la historia”. Él mismo se retractó de su idea. Ahora, la escasa respuesta ante la crisis me hace pensar que, en el fondo, el tipo tenía más razón de la que él mismo pensaba. No por la demostración de infalibilidad del capitalismo más voraz, sino todo lo contrario: porque cualquier alternativa parece haber sido anulada, bien por pura asimilación al sistema, bien por haberse enrocado sus responsables en un discurso que ya no convence al destinatario.

  36. #0 JPatache dice:

    #35
    Don Gsus, a la revolución la mató el individualismo.