jul 15

Tag: SMS de Ignacio Escolar @ 14:39

David Simon, periodista y creador de The Wire: “La gente que lleva los periódicos ya no respeta su propio producto”. Una excelente entrevista de Pedro de Alzaga, la última de su blog sobre la crisis de la prensa.

15 comentarios en “”

  1. # federicafellina dice:

    DePRIMEnte, hay que reconocerlo.

  2. #0 federicafellina dice:

    Yo no soy un periódico, pero sé de gente muy concreta que utilizan continuamente el borrado -o barrido, me da lo mismo- de comentarios más que una escoba y son periodistas de caché; aunque también digo una cosa: el periodismo no es mostrar lo que uno quiere que se vea, sino mostrar lo que se ve; la noticia sale de poner los datos en ese crisol adonde ellos solos se juntan maravillosamente para ofrecer el resultado o no ofrecer más que el mar de dudas; el periodista honrado que sólo obtiene el mar de dudas, igual las debe mostrar y si lo que saca es una primicia perfecta, bienvenido bingo.

  3. #0 Tracio dice:

    Al tal Simon se le nota de lejos que es un periodista de los de patear la calle, y no de los de sentarse delante del monitor. Desde mi punto de vista, tiene razón en todo lo que dice. La prensa se suicidó solita, se dedicó a regalar botellas de vino y dvd´s en vez de periodismo, que es lo que se le pide. Por otra parte, los que se creen que pueden estar enterados de lo que pasa en el mundo leyendo blogs, viven en el mundo de Bambi. Para enfrentarse a Gobiernos y empresas multinacionales hacen falta grandes medios de comunicación, con mucha audiencia y capacidad para decir la verdad, que es lo más peligroso que se puede hacer, y sobrevivir. Los medios renunciaron a ese papel y se mataron. Los que sobrevivan y los nuevos que vayan naciendo, ya saben lo que deben hacer.

  4. #0 poliket dice:

    Los diarios son paquetes de letras, mentiras y medias verdades al servicio de monstruos empresariales y (ya no partidos políticos, sino) tendencias políticas. No medios de información, Sólo poder.

    El papel no es el producto, lo somos nosotros (como en Facebook o cualquier otro servicio actual y potente). A tantos nutren tus letras, tanto vales. Discrepo con el entrevistado. A ver si los lectores levantamos de una vez el muro en la red y empezamos a cobrar, nosotros, a los diarios, para que se suscriban a nosotros, y paguen por ello.

    Que no te engañen, que ahora no hay, ya no hay, punto de inflexión posible. Que el mecanismo ya lleva mucho tiempo en marcha y no hay vuelta atrás. La influencia da muchos más beneficios que el periodismo (y no, la culpa no es sólo de los periódicos).

  5. #0 poliket dice:

    ¿Quieren un modelo periodístico que funcione? Creen un producto de calidad, con periodismo real, de investigación, y donde, como en todas las revistas de investigación, el artículo, antes de ser publicado, tenga que pasar el visto bueno de la redacción, para LUEGO, con el nombre del periodista/periodistas encriptados, el de 3 o 4 pares, iguales, expertos en al materia investigada, que pidan correcciones si son necesarias, o que incluso rechacen el artículo si carece del contenido periodístico necesario.

    Que cada una de esas revistas, esos sellos, más o menos especializados, tengan un factor de impacto asociado, que se calcule a partir de las citaciones en otras publicaciones (como con el pagerank de google), y que se vaya actualizando año tras año. Y que el curriculum de cada periodista dependa del número de artíuclos publicados en los diferentes medios con diferente factor de impacto.

    Eps! Y si el periodista quiere publicar, que pague (como pagan hoy en día los científicos, en muchos casos, para poder publicar sus resultados). Que se dé una parte de lo pagado a los “reviewers” y, cuando el periodista tenga cierta relevancia en el tema, por haber ya trabajado, que cobre por haber hecho de reviewer. Las redacciones repletas de periodistas, económicamente, hoy en día, son un autentico lastre.

    Y así, y sólo así, naciendo de periodista y siendo ellos los que filtran, bajo criterios meramente periodísticos, se podría pedir que la gente (¡y los periodistas, escuelas, universidades, bibliotecas y otras entidades!) se suscribiera. Con lo que ofrecen hoy e día, por mucho El País o New York Times que sea, se va a suscribir su tía.

    Aunque a alguien le suene feo, económicamente (y sólo económicamente) es, creo, la única vía de que el periodismo subsista (aunque mueran las redacciones y se precarice todo de forma asquerosa).

  6. #0 Tracio dice:

    #4 poliket
    Estás mezclando el tocino la con velocidad. ¿A cuántos periodistas tiene Facebook cubriendo la Guerra de Irak? ¿Cuántos escándalos de corrupción ha desvelado Facebook? ¿Qué cobertura ha hecho Facebook del debate del Estado de la Nación, del caso Gürtel o de la crisis? ¿Cuántos bloggers pueden hacer un examen en profundidad del presupuesto nacional o incluso del de su pueblo? ¿Cuántos bloggers entienden de procesos de contratación de obras públicas o de normativa urbanística?

    Por supuesto que la prensa es poder, el cuarto ¿recuerdas? Y como todo poder tiene luces y sombras. En este caso creo que más luces, pero cada uno tendrá su opinión. Pretender que un montón de “internautas” escribiendo en sus horas libres desde el salón de su casa van a poder sustituirla es una ingenuidad. ¿Van a hacer entrevistas los internautas como las de Jeremy Paxman? (hay vídeos en YouTube) Vamos vamos…

    Y esta frase: “Los diarios son paquetes de letras, mentiras y medias verdades al servicio de monstruos empresariales y (ya no partidos políticos, sino) tendencias políticas”.
    Menuda descripción. Alguien en el campo opuesto podría decir que la “comunidad virtual” son un grupo de gente que vaguea en sus horas de trabajo, periodistas frustrados y atontados pajilleros sin vida social.

    Que no, de verdad, que el día que nos quedemos sin periódicos como The New York Times, The Wall Street Journal, The Times, Los Ángeles Times, Frankfurter Allgemeine Zeitung, The Independent o The Guardian, entre otros muchos y solo cito prensa extranjera, o incluso sin otros mucho más modestos como los diarios locales y regionales, seremos mucho más pobres democráticamente y como ciudadanos estaremos mucho más indefensos.

  7. #0 Tracio dice:

    Poliket: “Eps! Y si el periodista quiere publicar, que pague (como pagan hoy en día los científicos, en muchos casos, para poder publicar sus resultados). Que se dé una parte de lo pagado a los “reviewers” y, cuando el periodista tenga cierta relevancia en el tema, por haber ya trabajado, que cobre por haber hecho de reviewer. Las redacciones repletas de periodistas, económicamente, hoy en día, son un autentico lastre.”

    Después de leer este párrafo me queda algo claro: de Internet igual sabes mucho, pero de periodismo no tienes ni pajolera y lo digo sin ánimo de ofender. Pretendes que alguien viaje a Irak para hacer periodismo y luego ¡¡pague!! por publicar. Pretendes que alguien que busca y encuentra información como la del GAL, el Watergate, el Irangate o, más cerca aún, casos de malos tratos en comisarias o corupción urbanística ¡¡pague!! por contarlo. Esa información le puede acarrear graves problemas e incluso poner en peligro su vida y van ¡¡a pagar!! por publicarla. ¿Tenía que haber pagado Politkovskaya, o los directivos de la SER empaquetados por el asunto de las filiaciones del PP, o el hijo de Julio Anguita, o Couso? ¿Tienen que pagar los periodistas locales que desvelan las tropelías de sus concejales y alcaldes o de empresas pequeñas?

    Existe el derecho a la información. ¿Crees que puede ejercerse ese derecho pagando?

    De verdad, yo no tengo ni puñetera idea de hacer puentes ni carreteras, no sé operar a nadie del corazón y jamás he cambiado una rueda del coche. Por eso no opino de ingeniería, de cirugía ni de mecánica.

    Un saludo

  8. #0 poliket dice:

    Me sorprende que con los dos comentarios que he dejado alguien pueda extraer que yo pienso que el trabajo de un periodista lo puede hacer cualquier, o que está abogando por la desaparición del periodista o diga que es innecesario. Me sorprende.

    Lo único que he hecho es hacer un ejercicio e intentar pensar cómo podría sobrevivir el periodismo ante un panorama no muy lejano en las que las redacciones van a desaparecer, en un futuro en el que el periodismo va a subsistir SÓLO como medio de poder y propaganda, no informativo, a base de subvenciones por parte del Estado (y quien tengan el poder estatal en el momento) e intereses privados. Ante ese panorama, ¿cómo tendría que funcionar la cosa para que el periodismo, el que informa y no el que intenta convencer y oculta, sobreviva?

    Al mismo tiempo, y no digo que los descubirmientos científicos sean más importantes, pero tenga muy claro que en la comunidad científica el que quiere publicar paga, por importante que sea el “descubrimiento”, el trabajo, y a todo el mundo le parece de lo más normal.

    Tampoco creo que haya que levantar el grito al cielo para que sea el periodista el que tenga que buscarse el financiamiento para ir a Irak y luego, dependiendo de la calidad de lo que traiga, que se publique en una revista de mayor o menor impacto. En vez de enclastarse con los ejércitos, que viajen con ONG’s, que los artículos mencionen quién ha pagado para que se pueda llevar a cabo, que se busquen mesías una vez redactados dispuestos a pagar el coste de publicarlo, que los periodistas se asocien y creen cooperativas, que los estados no subvencionen ni pagan a los diarios sino que paguen directamente a las asociaciones de periodistas, que se haga una agencia estatal, con periodistas y respondiendo a criterios periodísticos, que den “finaciación” a proyectos determinados que sean presentados (por motivos curriculares y de interés periodístico), que la gente se abone a asociaciones o cooperativas de periodistas como ahora lo hacen con Greenpeace…

    Eso es también el “que pague el periodista al publicar” al que hacía referencia.

    Hay que pensar, imaginar alternativas, y no llorar la desaparición de los dinosaurios.

    Y puestos a imaginar hay que imaginar, sobretodo, un periodismo (económicamente viable) en manos de los periodistas y con criterios periodísticos, no en manos de los políticos, la subvención a la distribución, al grupo empresarial, la publicidad institucional y el control por grandes empresas internacionales de las telecomunicaciones con muchos intereses y capaz de degradar a quien sea y venderse según le convenga a ella y sólo a ella.

  9. #0 poliket dice:

    Si aparecen otras alternativas por aquí (además del fácil y manido hacer pagar por los contenidos, de “crear el muro” que dice el entrevistado, directos al fracaso) las leeré encantado.

  10. #0 eyelock dice:

    El periodista no puede buscar financiación, lo que tiene que hacer es buscar noticias. Si el periodista es quien tiene que buscar o pagar por publicar sus noticias, el resultado será un periodismo igual de parcial porque el periodista sólo trabajará en las noticias que a quien le vaya a financiar le interesen.

    Al menos ahora la financiación es global, para todo el periódico, y se puede trabajar en noticias que nadie compraría por separado.

    Tampoco me parece que medir la calidad del periodista por el ranking de popularidad de las noticias sea una solución. Porque entonces cualquier noticia sensacionalista, cualquier noticia como el beso de la Carbonero y Casillas sería sinónimo de buen periodismo y eso no lo es. Ahora mismo, la presión por la exclusiva, la noticia bomba, ha conducido a que muchos se inventen las noticias o vendan a su madre con tal de conseguir una exclusiva.

    De todas formas, el periodismo nunca ha sido independiente. En el siglo XIX, los periódicos eran directamente órganos al servicio del partido político que los publicaba y era una conexión abierta, conocida por todos. Fue después de la Primera y Segunda Guerra Mundial, después de que se utilizaran los periódicos como puros órganos de propaganda, cuando se planteó esa utopía del “periodismo independiente”.

    En el sistema capitalista, el periodismo se ha convertido en una industria más, como lo es una de zapatos o fabricación de cerveza. Pero al menos existe la libertad de que si un periódico peca de ser muy de izquierdas, ya habrá otro de derechas que equilibre la balanza. Y el lector debe leer los dos y extraer de cada uno el jugo. La pega es que las minorías se quedan sin voz, pero eso ocurre igual en la vida cotidiana, las minorías siempre son despreciadas en democracia.

    ¿Acaso alguien cree que el Washington Post habría publicado el Watergate si el protagonista hubiera sido Kennedy? Seguramente no, pero habría habido otro periódico de tendencias republicanas que habría ido contra Kennedy. Es ese contrapeso el que necesitamos.

    Lo que más daño ha hecho al periodismo es la precarización del trabajo. Que los de arriba tengan unos sueldos astronómicos mientras los de abajo son becarios mal pagados y con contratos que penden de un hilo. Deberíamos luchar más por nuestros derechos laborales, pero es la profesión más conformista y sumisa que conozco en cuanto a derechos laborales. En prensa, radio, televisión, luchan los técnicos, los periodistas se dejan engañar y no hacen huelgas porque hay que respetar el derecho a la información, porque no se sienten obreros.

    La entrevista es cojonuda, me encanta ese tipo. Quizá la idea de las fundaciones sea la mejor, aunque incluso las fundaciones tienen intereses.

    Desengañémonos, el periodismo hecho sólo por periodistas, sin empresas ni políticos es imposible, al menos dentro del sistema capitalista actual.

  11. #0 poliket dice:

    Yo no veo dónde está el problema de que sea un interesado quien financie la investigación periodística. Qué más da que sea una asociación afín al PP la que financie una investigación de un escándalo dentro del PSOE si la investigación está bien hecha y hay un filtro de periodistas reviewers que van a evaluar la calidad del contenido (y no el contenido en sí mismo). Qué más da quien pague si hay intereses tan encontrados que saldría financiación para estudiar todos los lados.

    Además, existiría la posibilidad de que la comunidad también financiase la publicación de ciertos artículos o de ciertos periodistas, otorgando el periodismo así la palabra a esa tercera parte que en el modelo empresarial imperante, de intereses confrontados, raramente se ve representada (a menos que uno se incline por los medios comunitarios y libres). Luego cada periodista ya se cuidará de hacerse su propio perfil, de poner el periodismo al servicio de unos o de otros, ¡o de los de más allá!.

    En cualquier caso, y con el mecanismo de factor de impacto (¡impacto periodístico!) que propongo, no sé porqué tendrían que ser las noticias sensacionalistas las que estuvieran mejor consideradas. Más bien al contrario. El control entre pares, entre iguales, lo que consigue es que sea el criterio meramente periodístico, y no las ventas, el que diga si se acepta un artículo o no.

    – y es por eso por lo que considero importante que sea el someter un artículo, una vez es aceptado, cuando se pague. Que se rompa la lógica sensacionalista del mercado (en pro de la calidad periodística, para recuperarla, si es que alguna vez a existido) –

    No voy a negar que en Sciences y Nature, las revistas científicas con un “impact factor” más importante (o casi :p), tienen una tendencia considerable hacia el “sensacionalismo”, a publicar aquello que está “à la mode” o que en cierta forma es más espectacular, pero siempre desde un punto de vista científico.

    De todas formas, lo que seguro que no tiene salida, en un mundo digitalizado e hiperconectado, es continuar con el modelo capitalista que crea escasez (“levantar el muro”) y luego se cobra por eso, por el privilegio de lo que ha sido acotado. Es desde ese punto de vista que afirmo que “el consumidor” ya no es, ya no será nunca más “el cliente”, sino “el producto”. Hay que crear un modelo de negocio que no se base en la gestión de un recurso que se ha acotado sólo para crear escasez y asociarle, junto a esa escasez, un valor elevado. Hay que crear un modelo de negocio que se base precisamente en lo contrario, en la difusión masiva de un bien accesible para todos. Tenemos el modelo delante (facebook, google, etc.), el modelo imperante en el futuro pero también, ¡YA!, en el presente, y seguimos con las viejas recetas que llevan directas al fracaso.

    El todo iría mejor si volvieran los dinosaurios es el último delirio del que se tira por el barranco.

    Voilà! 😉

    PSI: para entender un poco mejor lo del factor de impacto de las publicaciones (y ver lo alejado que está del sensacionalismo), hay que imaginarse que ninguna investigación periodística es una investigación aislada. Que el tema investigado se circunscribe dentro de un contexto, un contexto del que también se han hecho otras investigaciones periodísticas a las que hacer referencia para mejor explicar lo que viene, y un contexto que debe ser explicado en el cuerpo o (sobretodo) en la introducción del artículo, si el artículo pretende tener una calidad mínima (no ser un artículo descontextualizado). Es a partir de esas referencias a otros artículos (publicados a la vez en revistas con más o menos factor de impacto) que se obtiene un número claro de la importancia de esa revista en el mundo periodístico, el factor de impacto.

    PSII: que pena que el hilo ya esté más muerto que vivo.

  12. #0 Tracio dice:

    #10 eyelock
    Personamente, estoy seguro de que el Washington Post hubiese publicado el Watergate aunque afectase a Kennedy. Creo que despreciais el simple montón de prestigio que una exclusiva de ese nivel supone para un medio.
    El periodismo “independiente” existe desde bastante antes de la segunda guerra mundial, creedme. Otra cosa es que no lo ejerciese mucha gente. Pero ahí la culpa, como ahora, es del lector. Si el personal lo que quiere es pulpos adivinos, es lo que va a tener. Si un medio manipula o miente, basta con no comprarlo o verlo. Es facil.
    Esta frase: “Desengañémonos, el periodismo hecho sólo por periodistas, sin empresas ni políticos es imposible, al menos dentro del sistema capitalista actual.” Es tan cierta que puede aplicarse al periodismo, al arte, a la educación, a la investigación científica, al deporte. al toreo, a la pesca y a los bailes folclóricos. Todo tiene defectos, son parte de la vida.
    Por lo demás coincido contigo.

    #11 poliket
    El modelo Facebook y Google no sirve para el periodismo. El periodismo ofrece un producto: información contrastada en forma de texto, vídeo, fotos… Google o Facebook no ofrecen un producto, ofrecen un servicio. No tiene nada que ver.
    Las publicaciones científicas no tienen nada que ver con el periodismo, un científico publica con márgenes de tiempo enormes, de meses o años, un periodista trabaja al día o como mucho en semanas. No es comparable.
    Los sistemas de “impacto”. ¿El mejor? Venta de producto y suscripción. Entra en bitacoras.com desde hace dos días uno de los temas de portada es “Científicos descubren que la gallina llegó antes que el huevo”. Vamos, fundamental para nuestras vidas.
    Esa idea que tienes de los “reviewers”. ¿Has estado alguna vez en una redacción de periódico? Es que se hace eso.
    Ir a cubrir las guerras con las oenegés. Magnífico. Solo tendrás el punto de vista de las oenegés. Gran periodismo. Jamás sabrás que pasa en el frente, si se ejecuta o no a prisioneros por ejemplo, porque las oenegés no están en el frente.
    Esta frase: “Que se rompa la lógica sensacionalista del mercado (en pro de la calidad periodística, para recuperarla, si es que alguna vez a existido)”. Un simple prejuicio. Yo podría decir que los científicos son unos vagos subvencionados y las universidades unas máquinas de fundir dinero público. Al menos las empresas periodísticas compiten y algunas hasta quiebran. Que les llames subvencionados a los periodistas y los compares con la comunidad científica, que jamás ha dependido de los fondos públicos ¿verdad?… lo que hay que leer.
    En resumen. Nadie llora por los viejos dinosaurios, ni siquiera el tal Simon. Por lo que llora es por un modelo que se está perdiendo y que, prejuicios aparte, ha hecho mucho bien por la democracia. En España, sin ir más lejos, El País jugó un papel fundamental para consolidarla. Claro que ese modelo tenía fallos, y hay que pulirlos, claro que hay que adaptarlo a las nuevas tecnologías, de eso se trata. Pero de ahí a que los futuros Politkovskaya o Couso paguen por publicar hay un largo trecho.

  13. #0 poliket dice:

    Da lo mismo. Da lo mismo que el producto sea diferente. Hablo del modelo de negocio que se va a imponer en todos los campos. Se ha de separar ya, hay quien lo tiene muy claro, a pesar de que otros siguen anclados, que el consumidor y el cliente son grupos totalmente diferentes (y aunque pueda haber un subconjunto de gente que pertenezca a ambos, uno no está asociado al otro en ningún caso).

    Todo modelo que pretenda sobrevivir o imponerse tiene que partir de esa premisa (a excepción de si hablamos de agua, alimentos básicos y poca cosa más). Y, realmente, al imaginar un futuro cercano (por no decir un presente) en el que hacer pagar por los contenidos (¡en la abundancia!) será imposible, hay que imaginar también, más allá del consumidor, quién puede ser el cliente.

    Y entrando en ese tema, y con un ejemplo bastante claro en la misma industria editorial, ¿¿¿por qué no pensar que el cliente del periodismo sea el propio periodista como lo es el científico en las publicaciones científicas?? (a pesar de que los consumidores son el conjunto de la comunidad científica o, si me apuras, todo el mundo)

    No es ninguna aberración (al menos en el plano científico nunca lo ha sido), y nombrar a gente realmente admirable por su trabajo que ha sido asesinada por hacer (y hacer bien) ese trabajo es simplemente querer tocar la fibra sensible (sensacionalismo, de alguna forma), pero no convierte en ningún caso la propuesta en aberrante.

    Es más, no es que no sea una aberración, sino que lo aberrante es que el periodista se levante siendo partidario, defensor, de que lo que él escribe tenga una difusión limitada. ¡Es contraproducente!

    (tan contraproducente como el “artista” sin mucho renombre pero de calidad incuestionable que defiende que su música no sea difundida, siguiendo los preceptos de ese sindicato vertical llamado SGAE -y la analogía, intereses de la vieja industria periodística, viene muy al caso-)

    Levantar el muro, como proponen algunos (incluido el entrevistado) es de calle contraproducente para los intereses del periodismo, para los intereses del periodista y para los de la comunidad de ciudadanos. Además de ser una ruina económica en el entorno en el que nos movemos (ruina económica sólo salvable, y a corto, muy corto plazo, por la configuración de la industria periodística en oligopolio -capaz de crear una escasez temporal que se acabaría resquebrajando sola-).

    Gritamos al cielo porque se propone un cambio de paradigma, tapujos: que sea el cliente el que escribe, para ser publicado. Pero lo que nos hace chillar al cielo es nuestro conservadurismo, nuestro miedo al cambio. Como si investigar lo que está pasando en Irak, o en cualquier otro lado no tuviera un coste ya para el periodista (freelance ya, con la impepinable desaparición de las redacciones) y como si fuera un sacrilegio acoplar el coste de publicación al resto de costes.

    Evidentemente, no estoy hablando del periodismo de teletipo de noticia de agencia o de nota de prensa del gobierno de turno. Pero es que ese tiene de periodismo lo del enunciado sobre el huevo y la gallina de científico.

    ************

    MUESTRA DE TARIFAS PARA PUBLICAR EN PUBLICACIONES CIENTÍFICAS

    El ejemplo de BioMed Central, “the open access publisher”…

    Uno de los publishers más importantes -vamos, que no será porque lo que se escribe no sea de (vital, en algunos caso) importancia- y en el que si alguien quiere publicar, debe pasar por caja (sin que nadie se lleve las manos a la cabeza).

    Ahí van algunas de sus publicaciones de cabecera (para que veamos de lo que se habla):

    Genome Biology
    Genome Medicine
    Fibrogenesis & Tissue Repair
    Respiratory Research
    Annals of General Psychiatry
    Epigenetics & Chromatin
    BMC Biology
    BMC Medicine
    Nutrition Journal
    Biotechnology for Biofuels
    EvoDevo
    Investigative Genetics
    Mobile DNA
    Molecular Autism
    Neural Systems & Circuits

    … y un largo etc.

  14. #0 Tracio dice:

    La diferencia es que el científico no vive de lo que publica, vive de lo que le paga el Estado, a través de la Universidad, o en contados casos una empresa privada. Publicar da prestigio, pero no directamente pasta. El periodista sí vive de lo que publica, directamente.
    Por otro lado, ¿se fiaría de textos científicos escritos por Luis Aragonés? ¿Verdad que no? ¿Verdad que no se fiaría ni aún cuando Luis Aragonés se leyese todos los días Molecular Autism? ¿Entonces por qué sí se fía de textos periodísticos escritos por gente tan profesional del periodismo como Luis Aragonés lo es de la investigación molecular?
    Ese es el problema. Más arriba decía que no estaría nadie dispuesto a suscribirse al NYT o a El País. ¿Cuánto valen esa suscripciones? Menos de un euro al día. ¿Estamos en una sociedad que no está dispuesta a prescindir de un corto al día para adquirir información recogida por profesionales? Pues allá va la sociedad.
    El periodismo y el sistema de redacciones no nacieron anteayer. Existen desde antes de la Revolución Industrial, desde el uso de la turbina de vapor. Han sobrevivido a la electricidad, al telégrafo, al teléfono, a la radio, al televisor… Han sobrevivido adaptándose y volverán a hacerlo. Pero se lo aseguro, habrá redacciones porque son útiles. Fíjese, hay cosas útiles que no desaparecen por culpa de los avances. ¿Quiere un ejemplo ridículo? La bayoneta. Nació poco antes que los periódicos y ha sobrevivido hasta a los proyextos de guerra en el espacio y al arma nuclear. Se sigue usando y se seguirá usando siempre porque es útil. Con el periodismo y las redacciones pasa lo mismo.

  15. #0 poliket dice:

    ¡Exacto! Esa es la diferencia entre el periodismo y el periodismo que propongo: como bien dice, que el periodista no “viva” directamente de lo que publica pero que el periodista sea completamente aquello que publica. Que el periodismo que se publica quede fuera de las manos del mercado que todo lo pervierte. Que las cosas no se publiquen dependiendo de lo “útil” de las mismas a la empresa que las publica (ya sea porque azota a la opción política rival, ya sea por intereses expansionistas de la multinacional, ya sea por el prestigio que la noticia da, no tanto al periodista, como al editor que la publica); y que sea útil al periodismo. Lo útil. Sí, un periodismo que no esté al servicio más que del periodismo.

    Ahora, que las redacciones hayan existido desde tiempos inmemorables no me asegura, ni mucho menos, que lo van a seguir haciendo. Habrá que ver qué ocurre. La línea que se marca en la actualidad no parece decir eso. Habrá que ver si resulta más “útil” la existencia de redacción o la práctica inexistencia de la misma (reducida a su mínima expresión); útil para el publisher (que es la lógica imperante hoy en día), por supuesto.

    Y sí, repito, si los grandes medios deciden hacer pagar por sus contenidos, por poco que sea, bienvenido sea para los no tan mayoritarios medios. Por supuesto que la gente estará dispuesta a pagar por información de calidad, pero… ¿por qué iba a hacerlo si la información de calidad no sale sólo de 60, 100 o 250 manos en un país? No sé si se da cuenta que lo que propone es un sistema de escasez, en el que no haya información buena más allá del pago, pero es que los dos, tres o X publishers que acaparan más mercado distarán mucho de tener en nómina los periodistas buenos. No va a ser todo periodista que quede fuera al periodismo algo así como lo que es Luis Aragonés a ser científico. Hay muchos profesionales, muy buenos, muy grandes, de los que apenas conocemos el nombre, que no encuentran curro en redacción alguna (y los que vendrán). La única forma posible será que el gobierno de turno contribuya a crear la escasez que sus grandes medios necesitan, prohibiendo la publicación de noticias más allá de la distribución de los medios de pago (ese pago ya instaurado) y hacerlo, por supuesto, en pos de la defensa del periodismo.

    Pero así como con la música no andan tan lejos, creo que con el periodismo no van a tener huevos.

    Por eso creo, ya le digo, que el sistema de pago, de suscripción, en la dinámica en la que estamos, es del todo insostenible. Que ha caído un meteorito y los dinosaurios se van al traste (pero no por eso se van a llevar con él al periodismo -aunque pretendan tenerlo secuestrado hoy en día-).

    Y como que hace falta imaginación, pues yo he aportado mi granito (partiendo de la premisa de la separación y distinción entre “cliente” y “consumidor”, pues no hay otra).