ago 10

Nostálgico King

José María Mateos (Rinze)

Durante gran parte de mi adolescencia temprana, el verano y los libros de Stephen King fueron uña y carne.

En aquella época, el último día de clase venía unido de forma indisoluble a cargar el coche hasta las trancas y salir de Madrid vía N-5, hacer la parada de rigor en una estación de servicio de Talavera de la Reina (en realidad era la estación de servicio; no la única, pero siempre la misma) y no volver a detenerse hasta bien pasado el Tiétar a la altura de la Garganta de Pedro Chate.

Hay dos cosas que hacer en Cáceres en julio después de comer: quedarse en casa al fresco o salir a la calle y sufrir una desintegración seca y fulminante. Yo, en mi inconsciencia cuasi-juvenil, prefería lo segundo, que había mucho campo que destrozar. Mis padres, que sabían más por viejos que por diablos, me explicaron en dos collejas que tonterías las justas, y pa’dentro hasta las cinco.

El ático de la casa de mis abuelos se convirtió en mi habitación provisional durante esas horas dañinas. Olía a polvo, a vigas roídas y a tejas desgastadas. La casa eran en realidad dos: a través del ático se podía pasar al edificio de al lado, la casa del Tío Polilla, cruzando una puerta que llevaba a una de esas escaleras de madera reseca que solamente cruje cuando se apaga la luz; el pestillo era un trozo de alambre que logró contener a los monstruos suficiente tiempo, hasta que llegaron las excavadoras. Una obra posterior las unió, reformó todo y dividió el ático en varias habitaciones, una de las cuáles me quedé yo. Pero en mi cabeza lo que queda era el viejo trastero destartalado.

Allí se guardaba por aquel entonces, entre otra miríada de cacharros de contenido indescifrable, una caja de libros de mi padre. Dentro estaban La isla del tesoro, algo de Julio Verne y otro puñado de libros que ahora mismo no recuerdo, y que me ayudaron a rellenar los huecos de siesta forzosa o de haz lo que quieras, pero no hagas ruido. Mi tía, que se dejaba caer por allí de vez en cuando, andaba enganchada a Stephen King, y así me enganché yo también. En aquella casa me lo pasé como un enano con ItTommyknockers, Cujo, Christine, Cementerio de animales, La mitad oscura, Los ojos del dragón, La milla verde, Maleficio, Posesión, Desesperación, Las cuatro después de la medianoche Pesadillas y alucinaciones, si la memoria no me falla –la lista obviamente no tiene orden que valga. Todo esto en el transcurso de varios veranos. Una sobredosis como ésta de seguido no hay cuerpo que lo aguante.

Después perdí el interés; cosas que pasan, supongo. De cuando aún tenía la costumbre de pasarme por la Feria del Libro del Retiro y dejarme los cuartos bien dejados, tengo en algún lugar de la casa de mis padres ejemplares de las dos (o las tres) primeras entregas de La Torre Oscura y El juego de Gerald, todos sin empezar. Por allí seguirán, cogiendo polvo.

Y el caso es que ahora es agosto; estoy a tomar por culo espacial y temporal del ático que ya no existe sino en mi cabeza, pero al ladito del Maine que tanto aparece en las novelas. Y me apetece echarme otra novela de este buen hombre al coleto, por los viejos tiempos, y no sé por cuál decidirme. Una ayuda, que les he contado mi vida.

36 comentarios en “Nostálgico King”

  1. # Diego Garcia De Enterria dice:

    Mi infancia también está plagada de las pesadillas del tío King. Ya que no la mencionas, “La larga marcha” es una de las que más me gustaron (escrita en un principio bajo el seudónimo de Richard Bachman). Bueno, realmente es mi preferida de entre todas las que devoraba…

  2. #0 Jaime Perez Dans dice:

    Misery, El resplandor o El Misterio de Salems Lot son clásicos que no están en tu lista. Si no has leido cualquiera de ellos, te los recomiendo.

  3. #0 Celeming dice:

    Desgraciadamente empecé a leer tarde, muy tarde. Y no fue Stephen King, sino Delibes que es más cercano a la coyuntura castellana.
    Cuando era un chaval, prefería estar en la calle tumbado sobre la hierba, al refugio del cierzo permanente, mirando las formas de las nubes que tocar un libro. Los libros no eran otra cosa que pesadas y aburridas obligaciones.
    Hoy, entrado ya en razón, pienso que los libros podrían librar del mechero y las trompetas de la risa a mucchos chavales de la gran ciudad. Pero los libros, la educación y la enseñanza, cuestan mucho dinero. Dinero, que nuestros próceres prefieren gastarse en Bombardeos libios, en rescates bancarios, en publicidad y propaganda y en comisiones varias. Dinero que muchos de nuestros vecinos se niegan a contribuir a base de fraudes fiscales y de fundaciones que sólo existen en el registro.
    Una sociedad sin libros es mucho más manejable, pero también mucho más difícil de controlar cuando salta la chispa.

    Salud, libros, cultura, educación, más profesores y menos pastores.
    http://celeming.wordpress.com

  4. #0 x_X_x dice:

    Por lo que veo tus veranos eran muy parecidos a los mios, incluso en Caceres, y en una buhardilla (por mi zona se llaman Trojes), mi pueblo esta cerca del embalse de Valdecañas y leía a Stephen King en las siestas a 40º.

    A mi nunca me gustó el Stephen King de sci-fi de la torre oscura. Tienes “El juego de Gerald” que está muy bien y no es muy largo, “La chica que amaba a Tom Gordon” tambien abunda en el terror psicologico, fuera de lo paranormal.

  5. #0 x_X_x dice:

    OT: Las subvenciones del peregrino:

    TRANSPORTE

    La Consejería de Transportes ha reducido el precio del abono de tres días a cuatro euros y el de la semana a 10 euros. Esto supone un rebaja de al menos el 80% (el abono de tres días cuesta, por ejemplo, 25 euros).

    “No es una rebaja, es un precio especial para una ocasión especial”, ha defendido Regina Plañiol, consejera de Presidencia y Justicia.

    CARNÉ JOVEN GRATUITO

    Desde la Consejería de Cultura y Deportes, además, se emitirán carnés jóvenes gratuitos tanto para los peregrinos con edades comprendidas entre los 14 y 30 años, como para los jóvenes voluntarios no residentes en la Comunidad de Madrid. Este carné permite descuentos en teatros, cines o museos, entre otras actividades de ocio.

    COMIDA

    La Comunidad de Madrid, en colaboración con la asociación de hosteleros, ha creado cheques de comida para los peregrinos. Fuentes del Gobierno regional no han especificado si serán gratuitos o ofrecerán descuentos.

    http://www.elmundo.es/elmundo/2011/08/09/madrid/1312908258.html

  6. #0 Celeming dice:

    La “Troje” es el granero en Castilla. Y efectivamente estaba en el desván.

  7. #0 Rosa María Artal dice:

    Precioso el post, el tema, los comentarios, un manto de serenidad y hondura en las turbulencias de la actualidad.

  8. #0 Jeronimo Fuentes dice:

    Deja la nostalgia quieta que cuando se remueve suele oler mal, y lee algo diferente a tus lecturas habituales, hombre. Imagino que conoces a Boris Vian, en su lado majara, no el de la novela negra, pues algo así que seguro que andas empachao de tanta ciencia 😛

  9. #0 Riki Lopez dice:

    Muy buen post, aunque tengo que decir que no es de mis autores más admirados. Leí “Cementerio de animales” y bien, pero luego me puse con “IT” y me pareció un ladrillo que terminé tan sólo porque siempre termino de leer los libros que empiezo… es una manía o quizá que esperas a que en algún momento la cosa mejore…cuando lo terminas y descubres que no ha mejorado te entra una mala grrr.. y ya le pones la cruz al autor. Lo siento.

  10. #0 amosnomejodas dice:

    Mis veranos eran más al sur, Badajoz, con una calor brutal, tardes de pesca y sandía sumergida en el río y lecturas de todo tipo, la verdad es que siempre he sido muy desordenado para eso de la lectura, aunque siempre recordaré el verano en el que me apreté “Crimen y castigo”, lo devoré, creo que estaba yo más enfebrecido que Raskólnikov.

  11. #0 JPatache dice:

    El río sigue
    nunca da la vuelta
    ni por un rey

  12. #0 El emigrante dice:

    El Misterio de Salem’s Lot, es lo último que consiguió meterme miedo, después me hice mayor. También sale una casa aun más tenebrosa que la del tío Polilla fuente de terrores infantiles.

  13. #0 Luis García Jimenez dice:

    Pues yo voy ahora a por el cuarto de La Torre Oscura. No están nada mal.

  14. #0 Llamadme Israel dice:

    El juego de Gerald es magnifico. la larga marcha y el fugitivo son magníficos y totalmente distintos, los publico como Richard Bachman. El cementerio de animales es una versión extendida e innecesaria de la pata de mono.

  15. #0 Celeming dice:

    ¿Necesitáis que os metan mieo? ¿No tenéis bastante con la actualidad?

  16. #0 anonadada dice:

    King es un poco pesado escribiendo. Se tira páginas y páginas describiendo la esquina derecha de la habitación y luego el desenlace, después de 547 páginas está en las 5 últimas. El resto paja.
    Yo, personalmente prefiero a Dean R. Koontz y obras como Escalofríos, por ejemplo.
    Si quieres leer a King, de todas formas, yo te recomiendo La niebla o Rabia.
    Este verano yo he leído Ken Follet, María Dueñas, Isabel Allende, Alberto Granados…variedad.

  17. #0 Morgana LeFey dice:

    Mis veranos eran manchegos, por lo que los 40º eran también moneda corriente. Si no te escapabas con la bici antes de que los adultos se dieran cuenta y te ibas a la Fuente del Caballero a tumbarte aq la sombra hasta que se ponía Lorenzo más suave, te tocaba siesta, algo que como veo es una maldición para la gente pequeña. Para esas tardes en que no oyes ni a los pájaros estaban los libros y aunque King no me gustó nunca, sí me aterrorizó El Resplandor, tanto que me pasaba la siesta mirando las paginas y detrás de mí porque cualquier ruido me hacía saltar. Aquel mismo verano me leí Guerra y Paz, y de los veranos adquirí el gusto por los tochos, libros que te salían más rentables por razones evidentes.

    Sí, eran buenos y sencillos veranos que están bien donde están.

  18. #0 JPatache dice:

    una lámpara
    que al frotar brilla más
    los recuerdos

  19. #0 Con de Mier dice:

    Pues yo justamente este verano he decidio leer por primera vez algo del señor King. Quizás ya no tenga edad, pero lo estoy pasando fatal con la enfermera Wilkes de “Misery”.

  20. #0 Carlos Arrikitown dice:

    Aquí hay más descendiente de extremeños que en las carceles bueno, casi. XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

    Si yo tuviera que releer algo de King sería Cujo y la razón como siempre se debe a un párrafo o dos máximo. Pero ya que estás por ahí acércate a la casa del Mr., coño.

    http://www.destination360.com/north-america/us/maine/stephen-kings-house

    Anécdota por anécdota, en tu mismo viaje mi madre nos dijo una vez en el coche: hijos, después de esa cuerva empieza a oler a mi pueblo. Pasamos la curva y nos atacó el perfume de una suerte de centro de residuos de los de aquellos años. Kilómetros y kilómetros pártiendonos la caja…

    Una cosa entre Faulkner y Chiquito, viendo arder la garbanza.

  21. #0 FuzzyLogic dice:

    No tengo nada que decir que no haya dicho ya anonadada! La niebla, Salem’s Lot o, directamente, Dean Koontz.

    Hay alternativas a King muy chulas por ahí. Prueba con UnLunDun, king rat o embassytown de China Mieville, o las cosas mas fantásticas que tiene por ahí. Hay otra novela muy kingiana que me dejo una buenisima impresión. No recuerdo el autor, pero se titulaba Galveston. Texas le cae lejos, pero merece la pena.

  22. #0 Pfff dice:

    Mi infancia son recuerdos, pero no de un patio de sevilla ni de ningún huerto claro donde madure el limonero…

    Días de playa en la playa del puntal, en Santander, cogiendo bereberechos, mejillones al vapor y rabas en el bar del puerto…

    Aún el palacio de la Magdalena era del rey…

    ¿Mi libro?…”Grandes vidas, grandes obras, grandes biografías”…

    Gracias por el post, Rinze; como dice Rosa Mª Artal, es el indicado en días y momentos como este.

  23. #0 FuzzyLogic dice:

    Sean Stewart, se llamaba…

  24. #0 Celeming dice:

    Si queréis tener pedadillas y miedo leer “La Egpaña en la que yo creo” del Insufrible y adorador de la botella Asnar. O “Rastratos y Perfiles del mismo kafre.

    Salud

  25. #0 Riki Lopez dice:

    #24 Celeming
    Yo ya paso miedo y cierta nausea cuando aparece a traición en la televisión este sujeto. No se me ocurriría ni acercarme a esos panfletos que seguramente le escribió algún “negro” adoctrinado y deduzco que las pesadillas las presupones, pues me sorprendería, salvo que te hayas visto obligado a ello, que los puedas haber leido.

  26. #0 Celeming dice:

    25# ¡Cuán sabias son tus letras!

    Me pasa como a ti, que sólo con verle me dan arcadas. ¡Como para leer sus panfletos!.

    Era un comentario irónico ya que parece que a la gente le gusta el miedo y las pesadillas.

    Salud.

  27. #0 Joseps dice:

    El fugitivo, the running man (obviese por favor cualquier relación con la película que perpetraron para el gobernador de California) y Los ojos del dragón. Un par de libros que se alejan de lo habitual en este autor, aunque no me atrevo a juzgarlos ahora, fueron lecturas juveniles. Eso si del primero tengo buenos recuerdos.

    La Torre Oscura cayó entera como serie del tirón ya talludito y aún con sus mas y sus menos para mi fue una lectura amena.

    Suerte con el retiro y las lecturas.

  28. #0 Bernaldo Barrena dice:

    Sin duda, El Misterio de Salem’s Lot. Te dejo un extracto de la crítica que realicé en mi blog:

    “Pongámonos en antecedentes: has crecido en una sociedad donde el mito del vampirismo ha sido explotado de todas las formas posibles. Cine, literatura… Ya lo sabes todo. Desde las estacas al ajo, pasando por la plata y tantas otras cosas que harían sufrir una grave indigestión a nuestros incisivos amigos.

    Así pues, parece extraño pensar en una novela donde un sólo vampiro y su prole son capaces de poner en jaque a todo un pueblo. Y lo que es peor, hacerte pasar un mal rato a tí, que pensabas que estabas de vuelta de todo. Pero ay, amigos; este es Stephen King en todo su esplendor. El bueno, el original.

    Lo primero que nos sorprende al leer el Misterio de Salem’s Lot es la temática vampírica devuelta a sus orígenes. Casi todos los mitos, ritos y supersticiones relacionadas con el vampirismo están presentes en la novela. Muchas obras se limitaban a confirmar algunas de esas leyendas, mientras descartaban otras. Sin embargo, en Salem’s Lot encontramos el paquete completo. Ajo, estacas, crucifijos… Todo funciona. Y los vampiros son malos, sin ambigüedad ni medias tintas. Malos como robar a una ancianita.”

  29. #0 Riki Lopez dice:

    #26
    Acerté!!
    Podría haber sucedido que te dedicaras a la crítica literia, pero claro, para eso habría que llamar literatura a esa pobre celulosa ensuciada; tampoco te imaginaba con una pistola en la nuca obligado a leerlos, pues a posteriori lo habrías denunciado….; que te lo hubieran encargado como deberes en el cole… quizá, pero no creo que exista profesor o profesora con semejante nivel de sadismo.
    Salud.

  30. #0 elmaestroarmerotoledano dice:

    De las que recuerdo y que no hayas mencionado yo recomendaría Misery, del Misterio de Salem’s Lot no me acuerdo casi (me acuerdo más de la miniserie que hay con David Soul de prota)

  31. #0 Alberto81 dice:

    El fugitivo y por supuesto la torre oscura

  32. #0 El Hortalino dice:

    Cómo se ven los cambios generacionales vistos así, al microscopio. Yo de niño me repartía las horas muertas entre la colección de Barco de Vapor, comprarme Mortadelos con la paga semanal y ¡oh, dioses! convertirme en un virtuoso con el juego de moda para la Mega Drive. No sé cómo me apañaba para manejar el mando y meterme aquellos bocatas de nocilla al mismo tiempo.

    King nunca me apasionó. Tengo alguna cosa suya, y quién no, pero el libro que más me impactó, que fue La Larga Marcha, también es el que más rápido se acaba. Prefería la fantasía antes que el terror, como atestiguan esos libros de Jiménez del Oso o von Daniken que todavía guardo por ahí.

    Para los que estén encerrados en la gran ciudad y quieran viajar a mundos lejanos yo les recomendaría algo de Matilde Asensi o Valerio Massimo Manfredi; de éste no he leído nada que me desagrade.

  33. #0 Benito Olmo dice:

    Déjame recomendarte “Un saco de huesos”, “Desesperación”, o la genial “Insomnia”. Yo tambiené rellené mis tardes de juventud con el gran Stephen King, y aunque hoy oigo a los críticos cebarse con sus obras y tacharlas de comerciales y decadentes, he de decir que le debo a este hombre muchas cosas, y que aun hoy, de vez en cuando, me sumerjo en alguno de sus libros intentando hacerme pasar por el niño que fui un día.
    Otros leían al Club de los Cinco, o a Rinconete y Cortadillo. A lo mejor el raro soy yo…

  34. #0 juanamana dice:

    Vaya, habéis olvidado Carrie, con aquella madre tan Ratzingiana… o Christine… A mi, It me encantó hasta que llegué al final. Juro que hubiese obligado a comerse el tocho al mismisimo King por la estúpida manera de terminar ese libro. Luego lo dejé y ahora leo otras maravillas. Pero leas lo que leas, nunca dejes de leer.

  35. #0 Leland Gaunt dice:

    Vaya,vaya….,

    “Yo nunca olvido una cara…”.

    Mira por donde, y sin saberlo has tenido suerte. Veo en la enumeración de los libros que leiste que no aparece “la obra” por excelencia de SK, y logicamente parece ser esto lo que definitivamente te desenganchó de aquel inicio en la literatura de Mr. King.
    Bien, pues te voy a hacer una recomendación, se titula “Needful Things”, aunque aqui no se si desafortunadamente o no, la colocaron el título de “La Tienda”.Desde luego el libro tiene versión cinematográfica, la cual sin duda verás cuando lo acabes, sobre todo con el fin de ponerle cara a los numerosos personajes que aparecen a lo largo del relato.
    He visto numerosos comentarios acerca de lo idoneo de leer otras cosas más enriquecedoras, y aunque comparto la universalidad literaria encuentro que a veces la literatura de distracción supone una bocanada de aire que permite coger fuerzas para continuar la dura travesía del desierto,Aunque quizás este libro tenga algo de social..no sé.
    En fin, “te veo en el libro, sin duda tu me reconocerás.., Yo por supuesto.., nunca olvido una cara”.
    Siempre suyo,
    Mr. Leland Gaunt.

  36. #0 Manel Fernandez dice:

    Yo también pasé los veranos de los 80 leyendo a Stephen King, en Jaraíz de la Vera. Seguro que este post no habla de mí? Ha conseguido que me ponga nostálgico :-)

    He leído mucho a King, no es mi autor favorito, pero siempre que he empezado un libro suyo lo he acabado devorando. Si he de destacar un libro de aquellos veranos es “It”, quizá el que más me marcó en su momento.