Javier F. Barrera – Periodismo al Pil Pil
Salimos de agosto y entramos de cabeza en campaña. Para temblar, por decirlo finamente.
El 20-N tenemos elecciones y, como todas, esta es la más importante porque es la que toca.
Veamos que nos jugamos, los currelas, todos.
Hay premio gordo de por medio. Si eres ciudadano informado y responsable, piensas que el partido que forme gobierno con su líder a la cabeza será el que, en su mejor versión, pilotará la salida de esta funesta, cruel y, lo peor de todo, aburrida crisis que padecemos. En su peor versión, hereda una tormenta perfecta en la que el estado del bienestar tenderá a ser dilapidado mucho, si gobierna Rubalcaba; o muchísimo, si lo hace Ra(jo)y.
Imaginaros: Rub & Ray o Ray & Rub. Como un cuadro de Magritte, juntos, revueltos, mezclados, combinados, oscuros, transparentes, sin futuro, turbulentos, mar, sombra, arena, engaño, metáfora, poema o visión. Todo confuso, ilusorio, onírico, sin base, experimento, fugaz, arte.
Con bombín.
Pero no, no es la respuesta. Es otra. ‘Winter is coming’. Más allá de lobos y dragones, de Lannisters y Starks, es el invierno Kondratieff.
Gane quien gane, el caballero del bombín tendrá que poner a este país en el siglo XXI. Es lo que le toca. Y de cómo mueva las piezas avanzaremos en la partida.
Adolfo Suárez hizo la Transición
Leopoldo Calvo Sotelo la liquidó.
Felipe González fue la Movida
José María Aznar, la alternancia.
José Luis Rodriguez Zapatero, el poder del voto.
Ahora todo se mueve entre Rub & Ray; entre Ray & Rub.
Elegiremos al presidente del siglo XXI.
Y confiaremos nuestro voto a un par de abueletes.
Mariano (Ray) Rajoy puede ser presidente de Gobierno a la tierna edad de 56 años, y si llega al final de la legislatura, tendrá sesenta años de edad.
Alfredo (Rub) Pérez Rubalcaba, puede ser presidente de Gobierno a la tiernísima edad de 60 años, y si llega al final de la legislatura, tendrá 64 años de edad.
Adolfo Suarez fue presidente con 44 años, Felipe González con 40 años, José María Aznar con 43 años y José Luis Rodríguez Zapatero con 44 años.
No pesan los kilos, pesan los años. E igual no tienen nada que ver. Pero hay algo en esto de los años que me hace cavilar en cómo funcionan por dentro los dos grandes partidos políticos españoles. Y me escama. No seré yo quien ponga en duda la valía de ambos candidatos, pero por definición y quizá por lo que me queda de rebeldía me espanta la gerontocracia. Y es el futuro que veo. Lo que intuyo, lo que me suena.
Candidatos y líderes y jefes de Ejecutivos atados a su experiencia.
Sin nada que perder.
Sin ilusión.
Un lienzo vacío.
Un cuadro de Magritte sin pintar.
Supongo que esto es lo que se difumina con el cambio de siglo, con el advenimiento del XXI, con el #nolesvotes, con el #15M, con el #Nopasaran con el #yoquierovotar
Quiero pensar que esta parte del cambio ya comenzó, y que en este país, la política, ya no es la cita con las urnas. Y que los políticos tienen que aprender que tienen que hablar con nosotros y consultarnos en todo momento.
En el fondo, pese a la incertidumbre, es una época dorada, este cambio que estamos viviendo.
POSTDATA: Me permitan una, sobre lo de la reforma constitucional. Lo dice Guillermo Fernández Vara, ex presidente de Extremadura y secretario general del PSOE de Extremadura, sobre la necesidad de explicar el referéndum para la modificación de la Constitución.