dic 06
El canon de la transición inventada
Gregorio Morán
No podía ser menos. Primero inventamos el franquismo light, bajo en calorías represivas y casi casi liberal a fuer de impune, autoritario pero conciliador con las familias mafiosas del poder. Lo teorizó el sociólogo J. J. Linz, formado durante el fascismo autóctono, en un texto muy citado y poco leído, que venía a suponer algo así como si el nazismo, puesto en el brete de escoger paternidad, renunciara a la dogmática de Hitler y admitiera las buenas maneras del arquitecto Speer. Precioso, quedó tan precioso que aún se estudia en nuestras universidades por catedráticos que supieron, cuando no gozaron, de aquel otorgador de prebendas académicas en Estados Unidos, padre de la sociología patria tras Gómez Arboleya, don Enrique, el tomista suicida. Viejas historias que echarán lamentablemente fuera de la lectura de este artículo a quienes no tienen el peso en mugre superior a los cincuenta y muchos años.
Recientemente, acuciados por los ardores de estómago tras haber tragado pliegos de descargo monumentales que dejaron al personal confuso, se inventó una categoría en forma de oxímoron, algo así como “el soleado cielo nocturno” o “las largas piernas de la coja enana”. La llamaron “Resistencia Silenciosa”, así lo escribo, con mayúscula, porque se trata de una novedad intelectual divertidísima no asequible para gentes del común sin licenciatura y ha de interpretarse de esta guisa: ínclitos intelectuales con cargo al presupuesto del Estado franquista, conscientes de que aquello no les gustaba nada, se lo decían al espejo todas las mañanas de afeitado y a sus amigos íntimos a partir de una considerable dosis etílica.
Si les llamaban para apoyar lo que se le ocurría al Caudillo, lo hacían con resignación, porque ellos eran resistentes, pero silenciosos, discretos, domésticos.
En público, taciturnas prostitutas; en privado, dolientes doncellas. Sus herederos son los creadores de esta audaz tesis que los coloca en el plantel del Heroísmo y la Gloria democrática.
(El artículo se publicó en La Vanguardia hace tres años y hoy es un fantástico día para releerlo)
diciembre 6th, 2008 a las 19:46
Y luego tiene uno que aguantar, en radio, televisión, o en persona, que esta gente (y otros muchos de esa quinta, que vaya usted a saber donde estaban y qué hacían por esas fechas), le digan a uno cosas como “nuestra generación, que luchó por la democracia…”
Venga ya. Dejando morirse en la cama al dictador, e imponiendo a un Borbón. Qué heroico todo, sí señor.
diciembre 6th, 2008 a las 19:47
“¿Y la insatisfacción histórica de Catalunya y el País Vasco por su desfase con el resto de España en su lucha por las libertades[?]”
Esto que absurdo invento nacionalista en plan “vamos-a-comernos-las-pollas” es?
diciembre 6th, 2008 a las 19:51
Todo queda en bonitas palabras y elaboradas disculpas por lo complicado de la cosa.
El movimiento se demuestra andando.
diciembre 6th, 2008 a las 20:03
Esto está escogorciao o me he pasado con los gintonics.
diciembre 6th, 2008 a las 20:06
“Esto está escogorciao o me he pasado con los gintonics.”
Escogorciado del todo, no. Siempre se pueden remangar y hacer unos buenos cambios a la constitución.
diciembre 6th, 2008 a las 20:08
Los gintonics han sío. Que el enlace te lleva a viajar en el tiempo.
diciembre 6th, 2008 a las 20:38
Llevo unos meses leyendo este blog y ha perdiu mucho.
#5. Publicado por Carlos Arrikitown – Diciembre 13, 2005 09:02 PM.
“consiguieron que entrara por Lugo y saliera por Ourense”
Brutal
diciembre 7th, 2008 a las 18:18
Me perdonen. Lo que yo encuentro insoportable es la cantidad de milhombres sietemachos, sobre todo en la izquierda más radical, que andan ahora chuleándose con que si la Constitución es una mierda, que la monarquía es una mierda, que la transición es una mierda, que la democracia que tenemos es una mierda…
¿Dónde vivía esta gente en 1978? ¿Dónde vive ahora? Estoy dispuesto a conceder que todo nuestro statu quo es manifiestamente mejorable. Pero podría haber sido mucho peor. Muchísimo peor.
diciembre 7th, 2008 a las 22:11
#8
Pues eso quisiéramos algunos, mejorarlo: ciertamente que no muchos, y puedo decirle que no me siento especialmente orgulloso de mi generación a este respecto (más bien todo lo contrario), pero, francamente, no acepto lecciones de democracia o de “lucha” de unos tipos que soportaron cuarenta años de dictadura sin despeinarse. Porque, señor mío, la constitución fue un fait accompli que aceptó todo el mundo sin rechistar, por buenas composturas. Esta es la triste verdad.
Algunos harían bien en guardarse su condescencia para sus nietos y sus batallitas para sus becarias; o al revés, como prefieran… o les sea más efectivo.
diciembre 7th, 2008 a las 22:14
Podía haber sido también muchísimo mejor.
Es problema de ver la botella madio vacía en vez de medio llena.
diciembre 8th, 2008 a las 09:10
#10
Podemos rasgarnos las vestiduras todo el día y no hacer nada cuando toque, o podemos tratar de arreglar lo que está mal currando en ello.
Yo opto por lo segundo, ¿y usted?
diciembre 12th, 2008 a las 08:12
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mayo 30th, 2009 a las 17:23
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