ene 20
Los pecados de Haití
Eduardo Galeano
La democracia haitiana nació hace un ratito. En su breve tiempo de vida, esta criatura hambrienta y enferma no ha recibido más que bofetadas. Estaba recién nacida, en los días de fiesta de 1991, cuando fue asesinada por el cuartelazo del general Raoul Cedras. Tres años más tarde, resucitó. Después de haber puesto y sacado a tantos dictadores militares, Estados Unidos sacó y puso al presidente Jean-Bertrand Aristide, que había sido el primer gobernante electo por voto popular en toda la historia de Haití y que había tenido la loca ocurrencia de querer un país menos injusto.
Para borrar las huellas de la participación estadounidense en la dictadura carnicera del general Cedras, los infantes de marina se llevaron 160 mil páginas de los archivos secretos. Aristide regresó encadenado. Le dieron permiso para recuperar el gobierno, pero le prohibieron el poder. Su sucesor, René Préval, obtuvo casi el 90 por ciento de los votos, pero más poder que Préval tiene cualquier mandón de cuarta categoría del Fondo Monetario o del Banco Mundial, aunque el pueblo haitiano no lo haya elegido ni con un voto siquiera.
(…) Estados Unidos invadió Haití en 1915 y gobernó el país hasta 1934. Se retiró cuando logró sus dos objetivos: cobrar las deudas del City Bank y derogar el artículo constitucional que prohibía vender plantaciones a los extranjeros. Entonces Robert Lansing, secretario de Estado, justificó la larga y feroz ocupación militar explicando que la raza negra es incapaz de gobernarse a sí misma, que tiene “una tendencia inherente a la vida salvaje y una incapacidad física de civilización”. Uno de los responsables de la invasión, William Philips, había incubado tiempo antes la sagaz idea: “Este es un pueblo inferior, incapaz de conservar la civilización que habían dejado los franceses”.
Haití había sido la perla de la corona, la colonia más rica de Francia: una gran plantación de azúcar, con mano de obra esclava. En El espíritu de las leyes, Montesquieu lo había explicado sin pelos en la lengua: “El azúcar sería demasiado caro si no trabajaran los esclavos en su producción. Dichos esclavos son negros desde los pies hasta la cabeza y tienen la nariz tan aplastada que es casi imposible tenerles lástima. Resulta impensable que Dios, que es un ser muy sabio, haya puesto un alma, y sobre todo un alma buena, en un cuerpo enteramente negro”.
enero 20th, 2010 a las 18:31
Como siempre, el principal problema de los paises de centroamérica se llama EEUU
enero 20th, 2010 a las 18:33
Muy buen artículo, merece la pena leerlo al completo. Aligual que ver la trilogía documental de Odisea sobre el racismo en la historia.
enero 20th, 2010 a las 21:28
Nos creíamos lejos del feudalismo, pero qué carajo, convive en nuestras sábanas.
Ayer en Madrid Opina, un sonriente Arcadi Espada, salivaba como máxime defensor de los protectorados y de las invasiones preventivas.
¿Qué es eso de dejar a unos pobres negros gobernarse a sí mismos y caer en la miseria? Mejor ser back street boys jankies, con nevera repleta de coca-cola y cartilla de racionamiento de los marines. En fin, hay gente que sigue sin cambiar de siglo.
Aunque dudo que hubiese permitido que la España victoriosa de los años 40, autodevastada y empobrecida, sepultada en miseria y hambruna se convirtiese en protectorado americano, verdad?
En este mundo economicista de señores de la guerra, ir por libre es pecado mortal. Te caen “legales” embargos comerciales, te restringen vuelos, movimiento de divisas, especulan con tu moneda, hunden tu economía, te ponen abusivos aranceles a tus exportaciones, vamos, todo muy legal. Luego claro, te falta de qué comer y es culpa tuya.
enero 20th, 2010 a las 21:36
http://dominbenito.wordpress.com/2010/01/13/lo-de-haiti-no-es-un-desastre-natural-no-solo/
enero 21st, 2010 a las 02:44
Texto publicado en el periódico uruguayo Brecha 556, en 26 de julio de 1996!
enero 21st, 2010 a las 03:42
Un pequeño gran artículo sobre la inmundicia pepera con Haití: http://www.publico.es/espana/287411/pp/critico/politica/ayudas/espana/haiti
enero 21st, 2010 a las 10:55
Ja! No me lo creo!
Los yankis son buenos con los haitianos. Que los he visto en la tele repartiendo comida. Han llevado hasta elicóteros, que son muy caros.
A mi no me engañas, que lo he visto en la CNN+. Oh wait …
enero 21st, 2010 a las 17:42
Muy bueno el artículo. Tan sólo un reparo: pasa de puntillas por el penoso gobierno de Aristide, ejemplo terrible de como un buen hombre (o que al menos lo parecía) termina corrompido por el poder, y acaba robando como un dirigente pepero de la Gürtel cualquiera.
enero 22nd, 2010 a las 00:01
Ahora resulta que para no perder la costumbre la culpa es de los malvados universales: los EEUU, secundados por las potencias europeas de la época antes de ser iluminadas por el progresismo redentor… Que Galeano el vendedor de libros se llame a silencio porque la culpa de la postergación de Haití es principalmente de los haitianos, aunque les duela. Se acostumbraron a vivir con tiranos y caudillos militares mientras no dejaban siquiera los árboles en pie.
enero 28th, 2010 a las 09:15
las nuevas caras del colonialismo, con la frialdad de marketing de un actor de holiwood, ofrecen una lismosna no para limpiar su conciencias sucias sino que para vender etiquetadas en un mendrugo sus doctrinas de seguridad transnacional
marzo 16th, 2011 a las 23:20
vea jorge deje de ser tan ridículo que si los haitianos son culpables, es de haber elegido a ese marica que los llevo a la destrucción. (usted es otro americano mas, que no acepta los errores de sus gobernantes que por culpa de ellos no solo Haití sino también Colombia esta bien mal. Aunque no lo aparenten, por que en ese país todo lo esconden, principalmente los medios de comunicación)