jun 05
Furor supremo contra la Ley de la Memoria
Félix Monteira
(…) En la provincia de León, en el alto de Ocero, en un lugar conocido como “La V” por la intersección que dibujan dos carreteras, hay un frondoso pinar de troncos republicanos. Diseminados en ese bosque yacen más de cien paseados, gente fusilada sin juicio, que tuvo que cavar su propia tumba antes de recibir la descarga de unos
desalmados que, en muchos casos, se beneficiaron de los bienes de los muertos. Era un reclamo para activar las denuncias que alimentaron la barbarie. Cuando hace años se amplió la calzada, en el destierre aparecieron restos, pero nadie dijo nada para no parar las obras. Lo urgente era el progreso.
Una viuda que ya es bisabuela costeó con sus ahorros un proceso, buscó testigos, pagó edictos publicados en el BOE y en periódicos sólo para conseguir que su padre pasara de desaparecido a la condición de muerto. Como no hay dinero ni permisos para excavar en terrenos privados, esta señora se tuvo que conformar con un bloque de granito y una placa en la que figura grabado el nombre de su progenitor. Sembró flores en torno a este túmulo figurado y muchas de las veces en las que acude a honrar la memoria de aquel minero las encuentra pisoteadas. Pero esta es una historia triste y humilde que jamás debe enturbiar el afán de justicia del Supremo.
junio 5th, 2009 a las 10:31
Antes creía que precisamente sería el tiempo, la regeneración logica de la justicia la que solucionaría y nos libraría de los jueces que tenemos, ahora ya ni eso creo, son como fraga: eternos fachas.
junio 5th, 2009 a las 11:04
Piensan que basta con esperar a que mueran los familiares de los muertos para que su culpa se extinga. Pero su vergüenza y su cobardía, por no dar un digno entierro a sus compatriotas, les perseguirá por los siglos de los siglos.
junio 5th, 2009 a las 11:23
Teniendo en cuenta que el Supremo sigue estando aún en manos de “los vencedores”, no es de extrañar.
Están protegiendo el buen nombre de sus familias y ocultando el orígen espúreo de sus fortunas y privilegios.
Sólo así puede entenderse que por el día estén en misa dándose golpes en el pecho y por las noches negando Justicia y caridad cristiana a quien lo único que quiere es enterrar a sus muertos y darles DIGNIDAD.
Pero claro entre dignidad y dinero, el Supremo se inclina por los segundo, la “placidez” del trabajo bien hecho y enterrado por el olvido.
Que hay que vivir tranquilos, hombre, “qué hacen reabriendo las heridas”?
junio 5th, 2009 a las 11:24
Un derecho, sagrado según predicaban ellos, pisoteado por ellos mismos. Hace unos días me contaron otra de la España guardiana del orden y las esencias. Indicándome una calle de un pueblito:
– Ahí estaban discutiendo dos gitanos. En esto vino el de la casa X con una escopeta y los mató a tiros a los dos.
Nadie dijo una palabra. El terrateniente era el que mandaba y la vida de los gitanos no valía un duro.
– Allá los enterraron.
Todavía hay testigos, pero en unos años a esa historia le harán el mismo caso que a las que circulan sobre el sacamantecas. Lo que se sabrá a ciencia cierta, porque está escrito, es que muchos matones fueron protegidos por la ley, cuando la ley era una mierda como en el Oeste americano.
junio 5th, 2009 a las 11:31
Otra de entonces.
“Yo era un chaval como de 8 años. Vinieron dos guardias civiles y tenían encañonados a tres de aquellos hombres que andaban de pueblo en pueblo, pidiendo. Dos de ellos gritaron “viva la República” y allí mismo los mataron. El tercero temblaba de miedo y grító “viva cristorrey” y no lo mataron en el momento. Alguien oyó que un guardia le decía al otro “este es el peor”. Los guardias se fueron con él por aquel camino adelante. Seguro que lo habrían matado por el camino”.
Señor candidato don Plácido, a alguien habría que darle un tirón de Oreja. Para empezar, a usted mismo por cómplice.
junio 5th, 2009 a las 11:45
Cuando escucho ese argumento incalificable y hediondo de que la Ley de la Memoria Histórica solo busca que se “reabran las heridas”, me viene (patapán) la imagen de las piernas de mi padre, en su día abrasadas por efectos de la explosión de un obús que también estuvo a punto de matarlo y que, desde entonces, nunca acabaron de curarse hasta el día en que murió y unas veces más, otras menos, siempre supuraron entre las cicatrices.
Dije que murió. Fue el 14 de diciembre de 1975 (casi un mes después que el comandantín canalla). Tenía 57 años y el cuerpo consumido como un anciano de más de 80. No puedo olvidar las piernas de mi padre. No se me va de la cabeza pensar a mi padre en la posguerra (con sus maltrechas piernas heridas sujetas por cadenas) comido por los piojos y hambriento, cavando zanjas, cargando piedras o picando bajo la atenta mirada de los caritativos frailes que se habían convertido en los dueños de su vida.
Así que queremos que se reabran las heridas. Gentes que esgrimís ese argumento podrido (con el que esconder vuestra vergüenza y mala concienca): no se puede reabrir lo que nunca se ha cerrado.
junio 5th, 2009 a las 11:55
Con dos cojones: las asociaciones de desaparecidos se autoinculpan ante el Supremo como “inductores” de Garzón. Vamos a ver si realmente esto es una democracia o sólo “la continuación del franquismo por otros medios”, que diría Clausewitz.
junio 5th, 2009 a las 12:04
Sinceramente, me duele tanto fanatismo en torno a este asunto. Basta ya de tirar contra el Supremo. Sabemos de sobra que si una denuncia está bien argumentada y no pide ningún disparate es su deber dejarla pasar. Todos, incluidos los compañeros de Garzón en la Audiencia Nacional, sabemos que esto no llegará a ninguna parte, que el caso será archivado a las primeras de cambio. Lo siento, pero no puedo compartir esta actitud demonizadora de la Justicia que tristemente se parece mucho a la que exhibe el PP contra Garzón cada vez que oyen la palabra “Gürtel”. Prefiero quedarme con la grandeza moral de Garzón cuando dijo que “la Justicia es la misma para todos”. Y como es la misma para todos, los ultraderechistas de Manos Limpias pueden querellarse contra él, pero también él puede recurrir esa querella (cosa que ya ha hecho y que estoy segura que será definitiva porque evidentemente NO ha prevaricado en forma alguna). Por otra parte, esto tampoco tiene que ver con enterrar dignamente a los muertos, así que no nos confundamos ni intentemos confundir. Para eso ya hay una ley de Memoria Histórica, mal que le pese a algunos, que ha permitido abrir varias fosas. Sin ir más lejos, el año pasado el abuelo paterno de mis primos por parte de madre fue exhumado y enterrado gracias a esa ley y a una asociación.
junio 5th, 2009 a las 12:48
Hombre, Ana, el primer fanatismo está sentado en el supremo y es ponente. Porque muy normal no es la firma de manifiestos de ese señor…
junio 5th, 2009 a las 13:14
Entre los jueces, que representan la justicia, y el pueblo, al menos en España hay unas distancias siderales. Por supuesto el pueblo no entiende de cuestiones jurídicas, lo que sabe es que durante decenas de años han estado sometidos en todos los sentidos por gentes que todavía andan sacando pecho ante la pasividad de la justicia. Así de sencillo. Estoy seguro de que vistiendo una toga se ven las cosas de otra manera, pero no es menos cierto que el pueblo en general tiene un pésimo concepto de la justicia en este país. Digan que no es cierto esto, señores magistrados.
junio 5th, 2009 a las 14:06
#8 Ana Celia
Vaya por delante mi ignorancia supina en torno a cuestiones tales como jurisprudencia, procedimientos legales y o jurídicos, etc. Pese a eso creo que entiendo lo que dices: la corrección de las formas (“denuncias bien argumentadas que no piden ningún disparate”) es la razón por la que fue admitida la del sindicato ultraderechista Manos Limpias. Vamos que en el ámbito judicial, todo es un toma y daca fundamentado en una especie de fer play burocrático, técnico, procedimental…
Es verdad que Garzón da una muestra de talante cuando, en las circunstancias en las que se encuentra, afirma que la Justicia es la misma para todos y que, como dices, él puede recurrir esa querella o denuncia o lo que sea en terminología legal.
Pero, para mí, hay algo más… ¿dónde está el fondo?
¿Prego* es un hombre ecuánime o su juicio se puede ver “nublado” por su fe?
¿Por qué el PP pretendió en la anterior legislatura ejercer una especie de “gobierno en la sombra” a través del control de los órganos jurídicos?
¿Son los órganos jurídicos “libres” de veras?
¿Por qué hay jueces -cuyo cometido es administrar la Justicia y la ley- que han pretendido objetar de sus obligaciones y compromiso profesional anteponiendo a éste su fe para no casar a personas del mismo sexo?
¿Por qué encuentra tantas trabas legales la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica que, para tantos buenos ciudadanos, sólo va a ayudar para llevar sus heridas con menos desconsuelo?
………
*
Susana Ariza entrevista al juez Prego en el sitio web de la Hermandad del Valle de los Caídos. Puedes verlo en http://www.hermandaddelvalle.org/article.php?sid=5309
–¿Considera legítimas leyes como la de «memoria histórica» o la que equipara al matrimonio las relaciones entre personas del mismo sexo?
–En cuanto a la primera, me parece que la Historia debe estar en los libros de esa materia, y ahí es donde deben surgir los debates y las discusiones. Las leyes no crean la Historia más que en los Estados totalitarios. Por ejemplo, en la Unión Soviética, la Enciclopedia Soviética se reeditaba periódicamente para añadir o eliminar teorías históricas en función de los intereses del Partido Comunista. Pero si nosotros nos vamos a acercar a ese método mal lo tenemos… La «memoria histórica» está en el debate intelectual, no en las leyes. Las leyes son normas sobre el comportamiento y no las verdades del pretérito.
junio 5th, 2009 a las 14:32
#8 Ana Celia
Estoy de acuerdo con gran parte de lo que dices, sin embargo, hacerte notar, que en cualquier país mínimamente decente, debiera ser el Tribunal Supremo el que instigase y dirigiese de manera imparcial y razonable un juicio general a la dictadura y conseguir la reparación moral, jurídica y económica (sin que quiebre el Estado, claro) de las víctimas represariadas, identificar y enterrar dignamente a todos los represariados e informar a las siguiente generaciones para que no se vuelva a repetir.
Es triste que por razones “(in)morales” haya jueces que prefieran tumbar cualquier posibilidad de reparo.
Es tremendo que una ley tan descafeinada con la de Memoria Histórica sea lo único que se ha conseguido en 30 años de democracia.
Es indignante, que las familias de represariados, tengan que financiar y convencer a jueces para realizar las exhumaciones de sus familiares y hacerles un entierro digno, sin el apoyo de las administraciones.
Es el olvido, la patada en la boca y el escupitajo en la frente, la sensación que da, de mirada por encima del hombro, cada vez que se intenta mejorar lo presente y reparar mínimamente el pasado. Cómo administraciones como el ayuntamiento de Valencia intentó destruir fosas comunes republicanas en el cementerio civil de Valencia, mientras cede una nave industrial para que se haga una iglesia en memoria de los “caídos por España”, en pleno siglo XXI.
Todo lo demás, es “juego limpio” administrativo y jurídico, muy democrático, muy legal, muy perfecto, pero mientras hay cientos, miles de familias, perdiendo su tiempo, su vida, por algo que el Estado debiera darles amparo y apoyo YA.
junio 5th, 2009 a las 15:03
#12 romeo
Por eso hay que seguir votando. Para que todo continúe como está.
El segundo parrafo de tu post es suficientemente significativo.