mar 13
El enigma Delibes
Ignacio Echevarría
Puede que con Miguel Delibes haya fallecido el último escritor español genuinamente popular. Esto, así dicho, suena aventurero, pero si se hace el razonamiento adecuado la afirmación no tiene vuelta de hoja. Como mucho, cabe precisar que el término popular se emplea aquí en una acepción que apenas coincide con aquella que, de un tiempo a esta parte, tiende a desplazarla: la de mediático. No, Delibes no es, no ha sido nunca un escritor mediático, como sí son la mayoría de los que hoy son calificados, con admiración o con desdén, lo mismo da, como escritores populares. Los tiempos no tan remotos en que Delibes labró su popularidad ignoraban todavía la mecánica previsible de los superventas, sabían poco del márketing y la publicidad, de campañas y de fenómenos más o menos subnormales.
marzo 13th, 2010 a las 08:15
Prime en confesar que no ha leído, o no recuerda haberlo hecho, a Delibes. En este caso por prejuicio, al ser Don Miguel cazador. Animado por la loa unánime al fallecido, prometo subsanar esta carencia.
Y ahora un OSTIOPIC:
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Iglesia/amparo/Munich/pedofilo/Papa/era/obispo/elpepusoc/20100313elpepisoc_4/Tes#%3Fctn%3DvotosC%26aP%3Dmodulo%253DEVN%2526params%253Did%25253D20100313elpepisoc_4.Tes%252526fp%25253D20100313%252526to%25253Dnoticia%252526te%25253D%252526a%25253D5%252526ov%25253D16
marzo 13th, 2010 a las 09:04
Si el artículo está en lo cierto, y creo que tiene muchas papeletas, lo que implica es que no volverá a haber un escritor como el señor Delibes. Los escritores que están o quieren estar en el candelabro tienen servidumbres, tienen que ir por un camino, tienen que hacer ciertas cosas, tienen que estar atentos a cumplir unos objetivos a vigilar unas señales en “su público”. Tal vez sea el signo de los tiempos, el efecto de la hipercomunicación y su sombra la retroalimentación, conjugado con los consejos de marketing comunes a cantantes, literatos y delanteros centro.
En esto, como en otras tantas cosas, lo que hay que hacer es aprender a disfrutar de lo que se tiene. Y aunque no tenemos al señor Delibes, seguimos teniendo sus libros.
marzo 13th, 2010 a las 09:32
Aún queda José Luís Sampedro, a quien la gente adora y para por la calle. Lo que me preocupa es que a Sampedro no le han dado un sólo premio importante en España. El precio de ser demasiado crítico. Y tiene 93 años. Con la tristeza por la muerte de Delibes, pienso en José Luís Sampedro que aún está vivo.
marzo 13th, 2010 a las 10:02
El más grande, después de Cela.
Pudo ser el primer director de El País, pero no estaba por la labor de vivir en Madrid. Una pena, porque al caer el periódico en manos del repelente hijo de Vicente, toda una generación resultó convenientemente adoctrinada para su desgracia según los cánones del régimen de 1982, el que instauraron Prisa y el PSOE.
marzo 13th, 2010 a las 10:03
#2 JPatache dice:
Maese Patache, estoy seguro que hay otro Delibes por ahí suelto, otra cosa es que el “stablishment” de la literatura en masa quiera hacerle un hueco, aunque menos mal que está internete y todavía nos queda esperanza.
marzo 13th, 2010 a las 10:21
Ya están tardando algunas declaraciones de Esperanza Aguirre.
marzo 13th, 2010 a las 10:49
#2 JPatache
No estoy de acuerdo maese JPatache. Y no lo estoy por las mismas razones que despliega el artículo. El arte surge de la necesidad, aunque esto suene tremendo cuando se lee y lo joden -que traía a colación Don Carlos ayer-, sin embargo es así: quien hace arte no puede no hacerlo. Otra cosa es que lo conozcamos; ahí ya sí que influyen muchas circunstancias que rodean al creador.
marzo 13th, 2010 a las 10:57
Grande, Delibes. Yo también tenía prevenciones por su afición a la caza, pero Los santos inocentes es impresionante. Me dicen (no los he leído por esa prevención estúpida, así también me hubiera perdido a Cèline, a Cela, a Nabokov…) que La sombra del ciprés, La hoja rota, o Cinco horas con Mario son inmensas.
Y sobre los herederos, ahí está Rafael Chirbes, del que he leído Los viejos amigos y Crematorio y que recomiendo encarecidamente.
marzo 13th, 2010 a las 11:13
#8 JJ
¿Tener “prevenciones”?
De que zona del mundo es Vd. o que español habla?
Supongo que se referirá a tener”prejuicios”. Disculpeme, porque una prevención es una cosa totalmente distinta.
marzo 13th, 2010 a las 11:24
#9 -> No hablo ni escribo como Delibes, por supuesto. DiscÚlpeme usted, como yo le disculpo por no utilizar bien los signos de puntuación. Y sobre la prevención, vea el número 4: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=prevención.
marzo 13th, 2010 a las 11:24
#3: también Ferlosio, pero supongo que tiene más detractores -me encanta cómo escribe.
marzo 13th, 2010 a las 11:34
9# Antropomorfo
A lo mejor quería decir lo mismo que “sentir prevención”, que está perfectamente bien y es muy usado. Y si eso es perfectamente correcto, “tener” la prevención que se “siente” parece bastante normal, y tenerla en plural no impide que la expresión se entienda con toda nitidez.
Y si se entiende con toda nitidez y es sintácticamente correcta, como es, no tiene nada que criticar.
Y eso, dejando aparte la falta de cortesía que se sienten tantos arrogantes con licencia para exhibir: ¿quien le ha dado patente de maestro Ciruela para ir dando lecciones no pedidas a un hablante tan nativo (aparentemente) como lo es usted?
Estoy hasta las narices de los cantamañanas supersticiosos que tienen complejo de ayudante voluntario del sheriff o del niño pelota que apunta en la pizarra a los que se mueven. Y que se creen que el uso de la lengua por parte de los hablantes en general depende de lo que la Autoridad nos dé permiso a decir o de lo que a ellos personalmente les suene bien.
Y un cuerno, hombre.
marzo 13th, 2010 a las 12:06
#7
Eso mismo apunto con “que están o quieren estar en el candelabro”
Naturalmente que hay escritores que no quieren estar o no quieren estar con esas condiciones. Y no están en el candelabro.
marzo 13th, 2010 a las 12:07
#12 yoquese #10 JJ
Es que no lo había oido en mi vida, y como hay muchos “españoles” por el mundo, pues sólo por eso. Hay un cartel en una carnicería de mi barrio que dice : “Traceros de pollo vuen presio”
marzo 13th, 2010 a las 12:10
No se puede bibir hexklabizao todo el tiempo por las formas, es huna cosa mui pesadah. I luhego ai demasiaos mahestros de escuhela inprobisaos qe no le dejan ha uno bibir. Hes heso korrezto?
marzo 13th, 2010 a las 12:12
Delibes tenía algo que vamos a echar mucho en falta, sobre todo si hacemos caso a los que nos dicen qué debemos leer, basándose mayormente en las cifras de ventas, o sea la naturalidad y la sencillez.
marzo 13th, 2010 a las 12:27
“La respuesta, probablemente, proviene de esa mencionada naturalidad. Ningún escritor más alejado del prototipo romántico. Ningún escritor más casero, más de clase media, más dotado de sentido común. Ningún escritor menos imbuido de sí mismo. Ningún escritor y esto es determinante menosprogramático.”
Y Pessoa? Estoy con Antonio los articulistas van a terminar haciendo que odiemos al pobre Miguel.
marzo 13th, 2010 a las 12:40
#17 Se ice “probe Migué”, es usté poco sensillo
marzo 13th, 2010 a las 13:04
Ignacio Camacho en el eibisi
Su obra fecunda, intensa, transparente y fértil merecía el Premio Nobel pero era blanco, heterosexual, cristiano, monógamo y políticamente moderado: demasiado aburrido para las veleidades exóticas y posmodernas de la Academia sueca. Vivía alejado de los circuitos de influencia, de moda y de poder. Para ganarlo habría tenido que escribir en swahili o serbocroata; lamentablemente lo hizo siempre en el mejor y más limpio castellano, en la lengua común de sólo cuatrocientos millones de hablantes a los que deja en herencia el bosque de papel de un ejercicio de literatura formidable.
marzo 13th, 2010 a las 13:11
En mi casa Delibes entró porque mi hermano pequeño en el cole leyó por puro azar con diez u once años El Camino y alucinó con el libro. Lo leyó mi madre, lo leí yo, lo leyó mi padre y todos pudimos hacer una lectura en función de edades y situación. Mi madre y mi hermano se aficionaron tanto que empezaron a comprarlo todo para las distintas efemérides familiares.
Mi madre, mujer manchega sin estudios, lo leía por las tardes y recuerdo verla llorar de la risa con las ocurrencias de los personajes, o llorar desonconsolada cuando alguien moría o, simplemente, se le encogía el alma con una frase.
Ha sido el único autor que entusiasmó a toda mi gente de verdad. Cinco horas con Mario, Los Santos inocentes, El camino y La sombra del ciprés es alargada son inmensas, terribles y dulces, amargas y sonrientes. Incluso el Diario de un cazador y de un emigrante, pese a la caza, desvelan un amor por la naturaleza tan genuino y puro que se puede perdonar que lo cuente un cazador.
No soy objetiva: adoro a Delibes y estoy de acuerdo con el artículo, que me ha encantado. Por cierto, la portada de Público hoy me ha saltado las lágrimas. Es preciosa.
marzo 13th, 2010 a las 13:25
#19 Que tonteria lo de Ignacio Camacho, por muchos motivos.
Y, a fin de cuentas, el Nobel no se lo dieron ni a Rulfo, ni a Carpentier, ni a Borges (aunque ese miserable lo esperaba desde 1963), ni a Juan Jose Saer (es un escandalo que sus libros sean inencontrables), ni etc, etc, etc.
marzo 13th, 2010 a las 13:34
La realidaz es que no le dieron el Nobel porque era incapaz de absorver un litro de agua por el culo.
marzo 13th, 2010 a las 13:42
¡Bah! El Nobel está lo suficientemente cubierto de mierda como para que no interese a nadie.
marzo 13th, 2010 a las 13:49
#23 Ni estan todos los que son, ni son todos los que estan.
Y si medimos el Nobel por el rasero de los Jacinto Benavente, tal vez Delibes se lo mereciera. Si lo medimos por el rasero de los Faulkner y Thomas Mann, evidentemente no.
marzo 13th, 2010 a las 13:55
Los Nobel, como el resto de premios, no “da” nada; solo quitan, o pretenden quitar, a quien no ha sido agraciado. El único que supo responder como se debe responder cuando te “dan” un Nobel ha sido Sartre.
marzo 13th, 2010 a las 14:06
#20 Misionaria Protectiva
Efectivamente, la via de entrada de Delibes en la vida de mucha gente ha sido el colegio. De hecho, sus novelas son de las pocas lecturas escolares que, creo yo, pueden dejar una impresión duradera.
marzo 13th, 2010 a las 17:51
Delibes es un ser humano,sencillo, inteligente, un hombre de pueblo, entendido por la gente sencilla y de pueblo como yo. Y digo “es” porque mientras se le siga leyendo seguirá entre nosotros. Las personas aunque mueran mientras se las sigue recordando, están entre nosotros.
Nadie como él ha descrito a las gentes de Castilla. Como buena castellana se lo agradeceré siempre. Espero que esté con su mujer, a la que tanto amaba, en el cielo de los escritores y de las buenas personas.
Descansa en PAZ MIGUEL.
marzo 13th, 2010 a las 18:22
Yo creo que el tema del marketing y demás, de los premios, de la fama, en fin, del candelabro en general, está en nuestras manos. Si en cuanto dejamos de leer, ver y escuchar aquello que está en el candelabro, no entramos en el grupo, y eso ya nos acojona, entonces, bienvenido sea el marketing.
No por ser diferente, se desdeña lo comun, o se es superior. Como tampoco a la inversa. Por no ver lo que ahora está de moda no es que vayas de intelectual, ni de nuevo, viceversa.
marzo 13th, 2010 a las 18:47
No recuerdo como descubrí a Delibes, pero en mi caso me conectaba con mi abuela materna. Ella había nacido en Castilla “la vieja”, y se había trasplantado muy joven en la Cataluña prepirenaica. En un paisaje muy distinto del que la había visto nacer, me hablaba de los inmensos trigales de su tierra, de sus gentes adustas, de sus duros inviernos y sus torridos veranos… con emoción pero sin romanticismos. Delibes conectaba intimamente con esos recuerdos, y sólo Machado lo superaba en estima. Las Ratas, El camino, El principe destronado o Diario de un cazador… son textos magnificos. Es un topico tonto hablar del “dominio del idioma”, puesto que un escritor no merece tal nombre si no lo tiene. Pero en el caso del Delibes trasciende el topico, su vocabulario era extenso y preciso, especialmente en la descripción de la naturaleza. Me temo que muchos lectores jovenes necesitaran diccionario…
Por ultimo, lo de no leer a un buen escritor por prejuicios puramente ideológicos (por ejemplo lo de ser cazador) es una soberana tontería…
marzo 13th, 2010 a las 18:57
Para quienes somos de Valladolid ayer se nos murió una parte de nosotros mismos. De nuestra identidad. Es sorprendente sentarse delante del telediario de la uno y ver cómo le dedican los primeros veinticinco minutos. ¡A alguien de esa ciudad pequeña que cuesta ubicar en el mapa!.
Sólo nos damos cuenta de la importancia de la gente cuando empiezan a faltar. Aunque afortunadamente, en el caso de Delibes, ésta ha sido pausada, en silencio, y durará aún.
marzo 14th, 2010 a las 11:34
Ayer decidí dar un homenaje personal a Delibes: leer uno de sus libros que no había leído. Elegí concretamente “El Camino”, y lo he devorado con fruición, casi sin querer, en (literalmente) dos sentadas, entre ayer tarde y hoy. Enorme. Gracias, Don Miguel. Es usted eterno.
marzo 19th, 2010 a las 19:52
Debibes -un señor de apellido francés que llegaba tanto a los nacidos en Castilla la Vieja- era el único vínculo amable que unía Burgos y Valladolid.