oct 03
Los mitos fundacionales de Castilla
Desde hace unos días ya está a la venta La nación inventada. Una historia diferente de Castilla, mi primer libro, que he escrito a medias con mi padre, Arsenio Escolar. Hoy en Público hemos avanzado un extracto del primer capítulo: Los mitos fundacionales. Aquí va el texto completo.
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Martes y 13. Octubre de 1556. Envejecido y corvado, minado por la gota, que apenas le permite caminar, el emperador Carlos V llega a la ciudad de Burgos. Viene del puerto de Laredo, donde ha desembarcado el 28 de septiembre, procedente de Flandes. Está malhumorado. A su llegada al puerto cántabro, todo era desorden en la organización del que va a ser un complicado viaje de 90 leguas en 21 etapas. El viernes anterior ha tenido, además, un percance de salud. El emperador, un gran glotón durante toda su vida, se ha encontrado en Medina de Pomar con que su hija Juana le ha enviado víveres frescos –melones, frutas, pescados–, ha comido vorazmente y en exceso, y acaba sufriendo un empacho de escabeche, una fuerte indigestión.
Los caminos son pésimos, el viaje es penoso. El domingo 11 de octubre pasa por Pesadas de Burgos. El lunes 12, por Hontomín. Lo llevan “unas veces en silla a brazos de hombre y otras en litera”. Va camino del monasterio de Yuste, en Cáceres, donde ha decidido retirarse para siempre y prepararse para la muerte. Tiene 56 años recién cumplidos, demasiados para esa época y ese precario estado de salud. Los asuntos del imperio ya estan resueltos; el hombre más poderoso de su siglo ya ha entregado su cetro. Unos meses antes, Carlos I de España y V de Alemania ha dejado en manos de su hermano Fernando el gobierno del Sacro Imperio Romano Germánico; y en las de su hijo Felipe, el de España, Sicilia y Las Indias. Es una herencia tan vasta que de ella salen dos de los tronos más altos de su tiempo.
Aunque el emperador no quería agasajos ni grandes recibimientos durante su viaje al retiro de Yuste, Burgos recibe al viajero y a su numerosa comitiva –formada en su mayoría por nobles flamencos, poco queridos en Castilla– con una espectacular novedad arquitectónica. En una de las doce puertas medievales de entrada a la ciudad, en la puerta que da acceso a la catedral desde el río Arlanzón, se acaba de levantar el Arco de Santa María: un singular arco triunfal en honor, precisamente, del ilustre visitante. Burgos busca el perdón del emperador. La misma ciudad que tres décadas antes se levantó en armas contra Carlos I en la revuelta de los comuneros quiere trasladarle su adhesión, antes de que muera, con un monumento cuyas obras han tardado 20 años en terminar.
La nueva puerta ha sido proyectada y comenzada por Francisco de Colonia y rematada por Juan de Vallejo. Ambos arquitectos han ganado fama y prestigio trabajando también en la cercana catedral. Vallejo, reconstruyendo el cimborrio del crucero, que se había hundido de repente la noche del 3 al 4 de marzo de 1539. Francisco de Colonia es el tercero de su apellido que deja su sello en la ciudad. Su abuelo, Juan de Colonia, levantó las dos agujas de gótico flamígero que coronan la catedral y la hacen única en el mundo. Su padre, Simón de Colonia, construyó la capilla del Condestable, también en la catedral, entre otros muchos edificios en Castilla. El tercero de los Colonia también ha dejado su marca en el templo catedralicio, en la Puerta de Pellejería, donde recrea un nuevo estilo, el plateresco.
Colonia y Vallejo han concebido la nueva puerta, que aún sigue hoy en pie en Burgos, como un castillo con un gran retablo en el centro. Tiene dos grandes cubos laterales, un remate almenado y seis hornacinas centrales dispuestas en dos cuerpos y tres calles. Todo, en la típica piedra caliza blanca de Hontoria de la Cantera, que se ha usado durante siglos en los principales edificios de la zona.
En las hornacinas, hay seis esculturas, obra de un tal Ochoa de Arteaga, un artista del que hoy sabemos poco. Son seis personajes con los que se quiere resumir la historia de Castilla. O la leyenda, o la tradición popular, o los mitos fundacionales, mitad verdad, mitad ficción, del pequeño Estado que había surgido unos seis siglos antes en esta misma tierra y que en este 1556 ya es la principal potencia mundial, el centro sobre el que orbita todo el planeta.
En la hornacina central de la banda superior del retablo está la escultura del homenajeado, el emperador Carlos. Y rodeándolo, las de Fernán González, el Cid, el conde Diego Rodríguez Porcelos –fundador de Burgos– y los dos jueces de la primitiva y mítica Castilla: Laín Calvo y Nuño Rasura. En el retablo en piedra, por encima de ellos, la divinidad bendiciéndolo todo, como señalando a un pueblo singular, irrepetible, elegido: un ángel con una reproducción del mapa de la ciudad, justo bajo el arco superior, y arriba del todo, en la almena central del remate, la Virgen María con el Niño en brazos.
El conde Diego Rodríguez Porcelos es un personaje menor, un intruso en esa galería de grandes glorias castellanas. Lo han incluido porque es la ciudad que él fundó la que ha pagado el arco. En las otras cuatro hornacinas está la clave, la apuesta, la señal. Ni Francisco de Colonia ni Juan de Vallejo ni Ochoa de Arteaga ni la ciudad de Burgos lo saben en esos momentos, pero están homenajeando a una Castilla casi irreal, en buena parte inexistente. Muchos de los hechos heroicos que se atribuían entonces y que se han seguido atribuyendo hasta hace muy pocos años a Fernán González o al Cid se tienen hoy en día por muy dudosos o se saben rotundamente falsos. La propia figura del Cid se ha llenado últimamente de manchas que ponen en duda si realmente fue un paradigma de héroe caballeresco, de modelo ético, de compendio de todas las virtudes castellanas. Por lo que toca a los dos Jueces de Castilla, la gran mayoría de los historiadores cuestionan ahora incluso su existencia real. Pero no importa: sin ‘el Buen Conde’ y sin Rodrigo Díaz de Vivar no se entendería el devenir histórico castellano; y sin la leyenda de los dos jueces, sin su mito, le hubiera sido más difícil a Castilla justificar y explicar su independencia de León, su nacimiento como nación.
En las hornacinas no está Fernando I, el primer rey de Castilla, que no sólo proclamó la absoluta independencia, sino que incluso disputó la hegemonía de la época a León y a Navarra. No está tampoco Alfonso VI, el rey que intentó un Estado multicultural; un hombre de una talla moral y política y de una importancia histórica muy superiores a las de su coetáneo más famoso: su rival, el Cid. Tampoco está Alfonso VIII, el monarca que sacó adelante la existencia del reino en circunstancias muy desfavorables. Ni Fernando III, que multiplicó el territorio del reino, convirtió Castilla en la potencia hegemónica de la Península Ibérica y construyó algunos de los pilares de la futura hegemonía mundial. Ni siquiera figuran en el altar de piedra del Arco de Santa María los abuelos maternos del ilustre visitante: los Reyes Católicos, que unieron dos coronas, descubrieron las Indias y fundaron el Estado moderno.
En las hornacinas, en fin, sólo están los mitos, los considerados padres de la patria castellana, aunque muchos de sus genes de paternidad sean hoy más que dudosos.
Los pueblos tienen derecho a sus mitos fundacionales, a sus leyendas, a esas mentiras y medias verdades que sirven de argamasa para construir una identidad real que forja una conciencia colectiva y anima su camino sobre la historia. No es una exclusiva de Castilla, es un elemento común en el nacimiento de la mayoría de las naciones, que desde Roma a Estados Unidos han levantado su identidad, tan real como su poder en la Tierra, sobre bases mitológicas. Es tan común como legítimo. Pero quizá los pueblos tienen también el deber de conocer la verdad, de saber qué se ocultó, qué se exageró, qué se manipuló y qué se inventó. Cómo de sólidos son esos pilares; qué hay ahí abajo, en los cimientos castellanos sobre los que después se levantaría el casón de España. Quiénes son los verdaderos padres de esa identidad inventada, los vencedores que reescriben la historia: en qué forja, en qué momento y por qué motivo se fundió el acero de Castilla, esa poderosa aleación de realidad y ficción, de historia y de leyenda.
La foto del Arco de Santa María es de Zarateman y está sacada de Wikipedia Commons
octubre 3rd, 2010 a las 14:06
Nacho, justo ayer compre vuestro libro en “La casa del libro” en Xanadu. Inmediatemante se lo tuve que regalar a mi hermana, que como estudiante de historia estaba interesadisima. Estoy deseando que me lo despues me preste para poder leerlo, pero de momento con tu post tengo un buen “aperitivo” Gracias!. PD: mantenme informado si algun dia decidis firmar ejemplares, me encantaria!!
octubre 3rd, 2010 a las 14:14
[…] This post was mentioned on Twitter by Ignacio Escolar and Mario Jiménez , @Goloviarte. @Goloviarte said: Oro a @iescolar Un capítulo de mi libro: Los mitos fundacionales de Castilla http://kcy.me/bi1 vía @goloviarte […]
octubre 3rd, 2010 a las 15:26
Ignacio, ya nos comentaste el otro día que habías sacado el libro.
No seas pesao.
octubre 3rd, 2010 a las 15:31
Humor primario
http://img521.imageshack.us/img521/6369/triniputa.jpg
octubre 3rd, 2010 a las 15:43
Qué valiente chaval. Dices literalmente “los pueblos tienen derecho a sus mitos fundacionales, a sus leyendas, a esas mentiras y medias verdades que sirven de argamasa para construir una identidad real que forja una conciencia colectiva y anima su camino sobre la historia. No es una exclusiva de Castilla, es un elemento común en el nacimiento de la mayoría de las naciones”
Espero ansioso un libro “padre e hijo” sobre los mitos fundacionales de la corona de Aragón y todo lo que lo rodea, a ver si hay huevos. Esto es cómo con la religión. Con el cristianismo uno tiene barra libre, pero al Islam ni tocarlo. En España, con Castilla uno puede despotricar a gusto, sale gratis, nadie te va a poner una bomba, ni te va a censurar. Sólo quedarás en evidencia ante la gente culta y respetable.
octubre 3rd, 2010 a las 15:45
Don Javier, es que no tiene usted huevos para decir lo mismo de Mahoma…
octubre 3rd, 2010 a las 15:46
#5
(…AB-NOR-MAL…)
octubre 3rd, 2010 a las 15:48
#4
Humor primate.
Cada día estás más de izqd. Felixito.
octubre 3rd, 2010 a las 15:52
#5
JOJOJOJOJOJOJOJOJOJOJ
octubre 3rd, 2010 a las 15:55
#5 Nacional Inventado
Cuidado, tiene usted una viga en el ojo. O en el ojete, ya no sabe uno.
octubre 3rd, 2010 a las 16:07
Hay por ahí uno al que le tocan las hesencias i pierde los papeles i no quiero de mirar a nadihe.
octubre 3rd, 2010 a las 16:23
El libro parece interesante, y lo voy a comprar. De todos modos, me parece una falta de coherencia que nos pidas “por favor” que pirateemos tus canciones, pero en cambio el libro no. Al menos una explicación.
octubre 3rd, 2010 a las 16:32
#5: digo yo que tendrá que ver algo con que los dos Escolar son nacionalistas periféricos rradicales resentidos. De Burgos, para ser más precisos.
octubre 3rd, 2010 a las 16:57
#12 Repasa los argumentos de mi “Por favor, pirateen mis canciones”
http://www.baquia.com/com/20010118/art00001.html
Como explicaba en aquel artículo, la piratería para los músicos no era perjudicial (o no tan perjudicial) como se contaba desde las discográficas porque los músicos viven de los conciertos, no de los CDs. En el caso de los libros, no hay conciertos. Por supuesto, no voy a pedir que cierren Internet o que flagelen a aquellos que pirateen mi libro. De hecho, la principal razón por la que escribo es para que me lean y prefiero tener lectores piratas a no tenerlos. Pero puestos a pedir por favor, te agradezco que compres mi libro si tienes interés en él. Tus ojos también te lo agradecerán, que son 300 páginas y se lee mejor en papel.
octubre 3rd, 2010 a las 16:58
#5 Es sencillo: escribo de Castilla y no de Euskadi o Catalunya porque soy de Burgos, no de Bilbao o Barcelona. Ya hay otros autores que tratan esos mitos y a mí, personalmente, me interesaban estos, que son los míos.
octubre 3rd, 2010 a las 17:02
Una preguntita para el periódico de la escuela:
¿Te sientes el Pío Moa de la izquierda?
octubre 3rd, 2010 a las 17:29
Tiene buena pinta; me hace recordar un artículo de Cunqueiro que reivindicaba la legitimidad de los mitos fundacionales, creo recordar, como medio de “autodefinición”, o para establecer unas metas comunes -el lo comentaba en relación con Galicia y los celtas.
octubre 3rd, 2010 a las 17:42
DONDE PUEDO COMPRARLO PARA EBOOK????
octubre 3rd, 2010 a las 17:46
Sísí, ya claro… pero el Jaguar no lo comparte en P2P… si ya…
octubre 3rd, 2010 a las 18:31
En relación a la última foto de este post: los contenidos multimedia empleados por los proyectos de la Fundación Wikimedia (el más conocido de ellos, Wikipedia) están almacenados y gestionados por Wikimedia Commons. La licencia con la que se publican suele exigir el reconocimiento de la autoría y permite todo tipo de uso, incluso las obras derivadas y el uso comercial. Hay que reconocer que la generosidad que demuestra un usuario de Commons cediendo sus obras para su uso en medios como éste no está suficientemente pagada con poner su nombre al pie de la foto, pero esos son los términos de la licencia. Me imagino que por descuido habrá olvidado usted indicar que la foto con la que termina este artículo es obra de Zarateman, usuario de Commons, que la publicó el 7 de octubre de 2007 bajo la renuncia Creative Commons CC0, al contrario de lo que es habitual en Commons. Tal licencia no exige reconocimiento, pero decir que no lo exige no es mo mismo que decir que no lo merece.
octubre 3rd, 2010 a las 19:27
#20 Tienes razón, lo añado.
octubre 3rd, 2010 a las 20:39
Eso eso!! Prehescolar!! para tener contentos a tus fans libeggales de tu blog deberias:
-Regalar tu libro.
-Meterte con Mahoma.
-Escribir un libro con los mitos fundacionales de Euskadi.
-Escribir un libro con los mitos fundacionales de Cataluña.
A escribir, rojazo!!
octubre 3rd, 2010 a las 20:50
Un detallito.56 años es una buena edad, pero no es mucho, ni siquiera para la época.Es fácil encontrar datos de gente viviendo más de sesenta o setenta años.
octubre 3rd, 2010 a las 20:54
#23
E incluso más. Tiziano vivió 99 años, y ´Sofonisba Anguissola (una pintora que también estuvo en la Corte de Madrid, pero algo más tarde, con Felipe II) más de 90.
octubre 3rd, 2010 a las 20:58
El libro tiene una pinta estupenda. La idea es muy interesante y por los dos capítulos que he leído (pusiste otro en un post anterior) resulta entretenidísimo, engancha. Tengo algunos libros atrasados, pero desde luego me haré con el libro y lo leeré.
octubre 3rd, 2010 a las 21:00
#24 Ossiana
…desde lo de Tiziano peligrando las pensiones, siesque… ;-D
octubre 3rd, 2010 a las 21:31
Ignacio, ¿vas a destinar los beneficios del libro a alguna ONG, como buen progre solidario que eres?
Un saludo.
octubre 3rd, 2010 a las 22:11
Yo he venido aquí a hablar de mi libro.
http://www.youtube.com/watch?v=-1cTIUc7cJc&feature=related
Pero con menos clase. Nunca me ha hecho falta.
octubre 3rd, 2010 a las 22:23
Si los Reyes Católicos unieron las dos coronas… ¿Por que siguieron con diferentes leyes y con sistemas administrativos diferentes?
octubre 4th, 2010 a las 03:50
Interesadísima me hallo, me lo pido ahora mismo porque lo quiero físicamente y más ahora que estamos lejos, allende los mares en la periferia africana…y muy interesada también en ver las reacciones, aunque algunas previsibles (y ya hemos tenido un par de estúpidos ejemplos en el hilo), que suscite lo que parece que es un envalentonao ejercicio piriodístico de DonJa and his father. Qué ganas y qué puta mierda de servicio postal en las canary…¿alguna sugerencia que no duplique el coste del envío?
Por cierto, Ignacio, que no sé si sabrás algo de la repentina, por no decir brusca, interrupción de la distribución de Púbico en Canarias o más concretamente en Lanzarote (es lo que me han dicho en los dos lugares donde acostumbraba a comprarlo), porque yo lo flipo bastante con lo que ocurre aquí con el susodicho piriódico.
Ahora sí que lla no lo leho más…forzosamente…y no puedo tener el del 29S, que es más que la copa del mundo en Sudáfrica (o debiera serlo).
Ya si eso llamo a atención al lector o algo.
octubre 4th, 2010 a las 09:49
#29
Elemental, se trataba de DOS coronas con sus reinos correspomdientes y no de una.
Cada uno lo suyo. No es tan difícil de entender
octubre 4th, 2010 a las 11:20
Señor Escolar,
Los Reyes Católicos no unieron sus reinos.
Continuaron separados pero reinados por un mismo rey. A nadie se le ocurriría decir que Canadá i Australia son un mismo país por tener a la misma reina.
octubre 4th, 2010 a las 12:56
¿y el que lo saca de la biblio es pirata? ami si tengo dudas y no me convence prefiero que me lo compre una biblioteca tras dejar una desiderata y si me gusta recominedo a mis amigos que lo saquen por ahí antes que gastarse el dinero
¿Eso es piratería? 😉
octubre 4th, 2010 a las 13:50
Estos Escolares son unos progretarras antisPPañoles. ¡Dudar que el Cid ganó una batalla despues de muerto y que estuvo casado con Sofia Loren es un sacrilegio para nuestra amada EsPPAñ….digo Castilla!!
octubre 4th, 2010 a las 14:00
#33 Por supuesto que no. ¡Vivan las bibliotecas!
octubre 4th, 2010 a las 15:38
Don Escolar:
Y el mito del “monta tanto” ¿ lo cuenta usted ?. ¿ Y el de “en España nunca se pone el sol ?… ¿ tendré que comprarle el libro para poder saberlo ?. O me lo avanza usted.
octubre 4th, 2010 a las 19:12
Supongo que los conciertos serán a los músicos como las conferencias a los escritores, y las tertulias a los comentaristas políticos. Así pues, ¡pirateen mis renglones!
octubre 6th, 2010 a las 22:41
#29 Jordi Planas Manzano dice:
Porque no unieron nada. Isabel era reina en Castilla, y Fernando en Aragón, cada uno de las dos Coronas con sus Fueros y Cortes diferenciadas.
Será ya su nieto Carlos I el que herede tanto Castilla como Aragón como único monarca, y pese a todo, cada reino mantuvo su Cortes y privilegios hasta que las de Aragón son abolidas por Felipe V y sus decretos de Nueva Planta en el siglo XVIII, pasando, ahora si, a haber un solo estado centralizado.
octubre 6th, 2010 a las 22:57
“En las hornacinas no está Fernando I, el primer rey de Castilla, que no sólo proclamó la absoluta independencia, sino que incluso disputó la hegemonía de la época a León y a Navarra”
Ojo, que aquí hay un error histórico bastante común. Fernando I nunca fue rey de Castilla, sino conde, a la muerte del rey de León Bermudo III en la batalla de Tamarón, pasa automáticamente a ser rey de León, dado que su esposa era hermana del finado rey leónes. Y eso era lo que buscaba Fernando precisamente, pasar de ser conde (de Castilla) a rey (de León, vamos, a mandar en todo el territorio).
De hecho, fue el que mandó construir la Colegiata de San Isidoro y el panteón de los reyes leoneses, donde se mandó enterrar, a el mismo, familia y sucesores.
Fernando sólo si intitula como “rex in legione” en los documentos de la época, la cosa hoy día está aceptada ya hasta en wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_I_de_Le%C3%B3n
El primer rey de Castilla es Sancho, cuando a la muerte de Fernando I en 1065 divide el reino entre sus tres hijos (al estilo navarro, de donde procedía el), y Alfonso VI (favorito de su padre) reinará en León, Sancho II en Castilla y García en Galicia. Como sabemos, el enfrentamiento entre los tres termina con la victoria de Alfonso VI y el asesinato de Sancho en Zamora, y la reunificación de los reinos.
octubre 7th, 2010 a las 09:03
#37 No es comparable. En el caso de los músicos, los conciertos son siete o diez veces lo que se gana con la venta de discos. Aún no sé las cuentas exactas de los escritores, que acabo de debutar. Pero en el caso de los comentaristas políticos (al menos en el mío) yo vivo de lo que cobro por escribir para Público. Si tuviese que vivir de las tertulias ganaría la cuarta parte, no diez veces más.
octubre 8th, 2010 a las 01:42
Ya cansa lo de que los musicos viven de los conciertos. Serán unos cuantos, la mayoria no saca ni para copas. Pero ademas, el elemento mas importante de la musica es el compositor, que no siempre da conciertos. Y por ultimo (casi), el que produce/compone/escribe/publica un disco, un libro o una pelicula es el unico que puede decidir quien accede a el, como y a cambio de qué. Es su derecho fundamental. Los demas pueden aceptar sus condiciones o pasar de su trabajo, no hay mas opciones legitimas.
Asi que mejor no piratear las canciones ni los libros sin permiso de sus dueños.
Su libro me parece tan interesante como para comprarlo, pero confieso que eso de que los pueblos tienen derecho me da mucho repelus. Las personas tienen derechos, los pueblos ni siquiera existen, y lo que se ha hecho en nombre de esos derechos es bastante repugnante. Una formulación no demasiado afortunada.
octubre 8th, 2010 a las 10:41
Nos gustaría mucho entrevistaros en nuestra prensa confederal sobre la publicación de vuestro libro LA NACIÓN INVENTADA, si estáis interesados poneos en contacto con nosotros en el mail que aparece como requerido. Un cordial saludo.
marzo 19th, 2011 a las 13:22
De todos modos el pobre Peña Pérez, que es el historiador que ha puesto de relieve todas estas cuestiones (El Cid, los jueces de Castilla, Fernán González)y al que me da la impresión que habéis fusilado, quizá debería ser más reconocido. Su libro “El surgimiento de una nación, Castilla en su historia y en sus mitos”, resumen de sus trabajos anteriores sobre el tema, también apela a la gráfica imagen del Arco de Santa María. Y no me cabe duda de que a él se le ocurrió primero. No digo que sea un patrimonio exclusivo del autor -profesor de la UBU, ya que estamos- y que nadie más pueda recurrir a un ejemplo tan palpable como la susodicha puerta, lo que digo es que puestos a copiar podíamos habernos puesto más creativos y no contar la anécdota del emperador, muy gráfica y narrativa, para lavar un poco la cara a lo del arco.
Ser periodista e historiador es en absoluto incompatible. El periodismo ejerce una función clave en la divulgación de los avances en la investigación histórica, a veces muy complejos de sintentizar y transmitir. Pero lo que nunca debería hacer el periodista es aprovechar los datos del trabajo de otros para lucrarse, conociendo el limitado impacto que las publicaciones científicas tienen en la sociedad ajena a la Academia. Porque el que ha investigado de verdad la cuestión ha sido él.
mayo 24th, 2011 a las 00:10
[…] relaciona con el nacimiento de Castilla. Que me corrijan Arsenio y Nacho Escolar, autores de La nación inventada, pero como cuenta con toda la épica del momento el Poema de Fernán González, el “buen […]
abril 10th, 2012 a las 23:05
[…] […]