ago 14 2010

El ‘chandalismo revolucionario’

Seamos sinceros: los supermercados deportivos Decathlon deberían llamarse Sofathlón, porque el 90% de los que vamos allí lo hacemos para comprar ropajes sueltos para estar en casa cómodos, tirados en el sofá. También nos ponemos el chándal cuando estamos de bajoncillo. El chándal en la esfera privada es mal síntoma: significa que no queremos salir a la calle, ni ver a nadie. Si el ser humano es el animal social (y político) por antonomasia, un ser humano en chándal es menos humano… (salvo que sea deportista, claro, pero aquí no hablamos de chándales y deportistas)

La cosa es que últimamente el chándal está invadiendo de manera inquietante la esfera política: la gente intolerante se está pasando al chandalismo. El precursor fue el fallecido Jesús Gil y Gil. Fue el primero en explotar el chándal fuera de la órbita deportiva. Luego llegó su émulo Torrente… También el sanguinario gangster Paulie, de Los Soprano.

Fidel Castro llevó la épica del chándal (a veces de marcas estadounideses) a sus mayores cotas de gloria: sustituía nada menos que a la guerrera verde oliva. El chandalismo revolucionario ha prendido en Ahmadineyad y hace pocos días pudimos ver a Hugo Chávez recibir en chándal a Santos, nuevo presidente de Colombia.

Pero ¿qué indica el chándal en un líder revolucionario-intolerante? La cosa tiene varias lecturas. La populista: “voy en chándal, como mis conciudadanos. Soy un tipo campechano y normal”; la de macho alfa: “soy un tipo dinámico y de acción, por eso voy en chándal, como los deportistas”; y luego está la explicación real: “estoy un poco de bajón y no me ha apetecido vestirme bien, por eso te recibo en chándal en mi país, que al fin y al cabo es como mi casa, porque aquí hago lo que me da la puta gana”.


mar 30 2009

Y tú, ¿qué le preguntarías a Rajoy?

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Deja tu pregunta en los comentarios.


jul 20 2008

¿Dónde está el progresismo de Obama?

1. Acepta la pena de muerte, incluso para algunos delitos distintos al asesinato.

2. Defiende el derecho de los ciudadanos a poseer armas de fuego.

3. No descarta el recurso a la guerra contra Irán (“haré todo lo posible”, dijo) para evitar que ese país fabrique la bomba atómica. (Es evidente que no es bueno que Irán llegue a tener la bomba atómica, como no lo es que la tengan Estados Unidos, Israel, Pakistán, Rusia, Francia, etcétera). Con ese “haré todo lo posible” Obama deja la puerta abierta a una guerra. Suena demasiado al embrollo de las “armas de destrucción masiva” de Irak.

4. Piensa que Jerusalén debe ser la capital “indivisible” de Israel, ninguneando la reclamación histórica de Palestina sobre esa ciudad.

5. Prometió retirar las tropas de EE UU de Irak, pero ya ha reculado y ahora condiciona dicha medida a la “seguridad” y la “estabilidad” de la zona.

Pese a todas estas tomas de postura, en España sigue habiendo mucho ingenuo que piensa que Obama es progresista y de izquierdas. El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, ha apoyado públicamente a Obama. Es decir, ha apoyado a alguien que piensa todo lo de los cinco puntos anteriores…

Puede que el giro de Obama hacia la derecha pura y dura sea una estrategia electoral. Ésa es nuestra única esperanza.


abr 14 2005

El Rey republicano

“Tenemos un rey bastante republicano. Para mí un republicano es quien es defensor de las instituciones, quien es defensor de los valores democráticos, quien es defensor de la vida pública, quien respeta lo que son los principios de una ciudadanía libre y en ese sentido estamos muy tranquilos”.

José Luis Rodríguez Zapatero en Cadena SER (MP3).

Que alguien lo añada a esta lista.


abr 14 2005

Episodios nacionales

“La primera propuesta, realizada por iniciativa del presidente Bush, sugería que celebráramos la reunión en las islas Bermudas. Respondí que siempre acudiría con mucho gusto a una reunión en la que estuvieran presentes Bush y Blair, pero que las islas Bermudas no me parecían el lugar más conveniente. Me contestaron que las islas Bermudas habían sido el escenario tradicional de algunas reuniones de líderes transatlánticos, y yo dije que conocía y respetaba esa tradición, pero que en España el solo nombre de las islas iba asociado a una prenda de vestir que no era precisamente la más adecuada para la gravedad del momento en que nos encontrábamos.

Como notaron que no iba a dar marcha atrás, me sugirieron que realizara una propuesta. No había mejor sitio que las islas Azores, que tenían una tradición de reuniones atlánticas. Me insinuaron que las islas Azores planteaban algunos problemas de desplazamiento para el Presidente de Estados Unidos, a lo que contesté que yo, por mi parte, estaba dispuesto a acudir a cualquier sitio que no fueran las islas Bermudas. George Bush acabó aceptando viajar hasta las Azores, aunque eso le supuso algunas horas más de vuelo”.

José María Aznar en su nuevo libro

(Gracias, Nuño)


abr 12 2005

El ipod de George Bush

El presidente de Estados Unidos se ha gastado 250 dólares en iTunes y esto es lo que ha comprado.