mar 30 2009

A nivel nacional, autonómico y familiar

Tag: PPIgnacio Escolar @ 15:10

“Desde el Partido Popular a nivel nacional y también desde Castilla la Mancha vamos a seguir exigiendo el conocimiento de la verdad y también responsabilidades en las que le correspondan al Gobierno de Castilla La Mancha, en su labor de control y de supervisión de la Caja Castilla La Mancha, así como también exigiremos conocer, tanto a nivel nacional como autonómico, cuál es la responsabilidad de los gestores que han sido removidos de sus cargos”

María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP y pareja de Ignacio López del Hierro, consejero de la Corporación Industrial de Caja Castilla La Mancha desde julio de 2007 hasta hace poco más de un mes.


mar 30 2009

Y tú, ¿qué le preguntarías a Rajoy?

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Deja tu pregunta en los comentarios.


mar 26 2009

El humor de Alejandro Agag

Tag: Citas,PPIgnacio Escolar @ 21:28

Lluís Canut (periodista): Dígame, ¿quién hizo la lista de invitados a su boda? Porque con la que se ha liado con los que asistieron a su boda…

Alejandro Agag: La hizo uno de estos mecánicos, me imagino (señala a unos mecánimos de una escudería de carreras). Yo es que…

Bueno, pero el padrino no lo nombró uno de estos mecánicos.

No me suena. No me suena de lo que me habla.

¿El señor Francisco Correa no fue uno de sus padrinos de su boda, señor Agag?

Me está entrando una especie de amnesia. Ja, ja…

¿Qué le regaló de regalo de bodas?

La amnesia ya se ha vuelto total.

¿Y no tiene una opinión creada sobre este escándalo de presunta corrupción que ha habido alrededor del Partido Popular?

La amnesia se está volviendo sordera, ya ni le oigo.

Aunque parezca un parodia, la entrevista con el yernísimo fue tal cual.


mar 23 2009

Kosovo, el PP y la democracia

Tag: Política,PPIgnacio Escolar @ 10:02

Ramón Lobo

Conocí a un alto cargo del Partido Popular que me explicó Kosovo a su manera: “Es como si Almería se llena de marroquíes y después quieren hacer un referéndum para independizarse”. He recordado estas palabras -que llevarían al suspenso a un niño de Primaria- cuando escucho tantas voces de su partido criticando la (sí: muy torpe e irresponsable) manera con la que el Gobierno ha anunciado la retirada de las tropas. El PP también vinculó la independencia de Kosovo a cuestiones de política nacional -no son, pues, inocentes- e intercambia dardos con el PSOE en asuntos que deberían ser de Estado, como Afganistán, olvidando que fueron ellos los que autorizaron -el 27 de diciembre de 2001 en Consejo de Ministros- el envío del primer contingente.

Más en la boca del lobo


mar 21 2009

El precio del ninot indultat

Pasó la noche del fuego, la nit de la cremá, y en las cenizas de las Fallas Mariano Rajoy enterró el pasado. El líder del PP hizo la mili en Valencia. Dos veces. A los veinte años, cuando por primera vez sintió en su pecho el tamborileo trepidante de los petardos de una mascletá. Y la segunda el año pasado, cuando del congreso del PP en Valencia salió como el Cid, vencedor después de muerto.

Las Fallas, como casi todas las fiestas, nacieron como una celebración pagana, la del gremio de los carpinteros, que una vez al año limpiaban a fondo sus talleres y quemaban los despojos en grandes hogueras. A uno de ellos, un visionario, se le ocurrió vestir con ropa a una de las piezas y colgarle un cartel irónico. Y así, de la sátira, del deseo de la hoguera, nació la tradición. Más tarde, algún obispo, algún Borja, cuadró el santoral y pasó la noche de las hogueras a la noche del 19, al día de San José, patrón de los carpinteros.

El ninot indultat es un invento moderno: de 1934. Desde esa fecha, cada año hay un muñeco que se salva de la quema, que sobrevive a la nit de la cremá para pasar a la historia. Es uno, sólo uno, y se libra del fuego por votación popular. El ganador oficial de este año se llama “queridas mascotas” y es una niña vestida de fallera que juega con un perro, su mascota. El ganador extraoficial va vestido de Milano, con ceñidor italiano, y es un presidente autonómico imputado por aceptar sobornos. No ha sido la votación popular sino su mascota, Mariano Rajoy, quien le ha salvado de la quema, aunque su indulto dista mucho de durar para toda la historia.

De todos los argumentos que ha usado la derecha política y mediática para defender a Francisco Camps desde que Garzón enseñó algunas de sus cartas, desde que el famoso sastre explicó su historia, el más tramposo es el del precio. Un presidente autonómico no se vendería por algo tan barato, por sólo 12.783 euros en trajes y chalecos de fantasía, repiten sus defensores. Camps no es tan tonto como para dejarse comprar por tres trapos cuando además los trajes le podrían salir gratis igual como gastos de protocolo, dicen ahora los mismos que en su día criminalizaron a Pilar Miró. ¿A quién vas a creer? ¿A un sastre que ni siquiera es sastre o a todo un presidente autonómico, con su camisita y su canesú?, repiten desesperados.

Busquemos guía y luz en el marxismo, en los hermanos Marx. Preguntaba Groucho en uno de sus diálogos más celebrados: “Señorita, ¿se acostaría usted conmigo por un millón de dólares?. “Por supuesto”, respondía ella. “¿Y por un dolar”, repreguntaba Groucho. “Qué se cree usted que soy”, contestaba la dama, ofendida. “Eso ya ha quedado claro con la primera pregunta, ahora estamos negociando el precio”.

“Putos no faltan, lo que faltan son financistas”, decía Ricardo Darín en la genial Nueve Reinas. “No hay santos, lo que hay son tarifas diferentes”, recalcaba en la misma escena Darín haciendo una versión argentina de un dicho universal: todo el mundo tiene un precio. ¿Lo tiene Camps?

De demostrarse las gravísimas acusaciones que se le imputan, que su precio fuese popular, a la medida de todos los corruptos –tarifa Dacia Logan, no Jaguar V8– sería un agravante, no un eximente político: todo el mundo tiene un precio y el de Camps es de sólo 12.783 euros. Todo el mundo tiene un precio y el del presidente de la Generalitat valenciana sería tan barato que a saber qué no haría si la propuesta indecente fuese mayor. Todo el mundo tiene un precio y los había en Valencia que pasaban factura al Ministerio de Trabajo hasta de los chicles Trident. De las facturas de los trajes de Camps, sin embargo, nada se sabe.

El president de la Generalitat, que lleva semanas esquivando las preguntas de los periodistas, no sólo no aclara nada, no explica si pagó o no pagó esos trajes, sino que obliga con ello a la pobre Soraya Sáenz de Santamaría a elucubrar magistrales teorías económicas sobre la vida y la moneda. “Hay cosas que se pagan en metálico, cosas que se pagan con tarjeta, con transferencia… ¡es la vida misma!”, dice la mala Soraya, que no concreta a cuál de los tres subconjuntos de la vida misma pertenecen los 12.783 euros de Camps. Como dice otro presidente autonómico, Miguel Ángel Revilla, “si se probase que esos trajes se los han regalado sería terrible: quién coge poco, coge mucho”.

Mientras la Justicia aclara si Camps tiene una tarifa alta, baja o inexistente, el precio político que ha pagado Rajoy con su indulto resulta evidente. Por parecidas imputaciones, el PP ha suspendido de militancia o ha obligado a dimitir a la mayoría de los acusados por Garzón. A todos menos a dos: a Camps y a su número dos, el hermano de Kennedy, Ricardo Costa. Rajoy cubre así, con lealtad a la medida, las deudas de su segunda mili: el crucial apoyo de Camps cuando la lideresa amagó con asaltar el congreso de Valencia.

El indulto a Camps no le sale barato a Rajoy: no sólo liga su imagen política a la de un maniquí que puede acabar condenado por su buena percha, sino que también le ha obligado a ser igual de magnánimo con otros a los que no deseaba perdonar. De la misma nit de la cremá han salido indultados otros ninots de cara menos amable para el PP de Génova: los muñecos de la corte de Aguirre. Rajoy ha aprovechado el puente madrileño de San José –con festivalidad y alevosía– para dar carpetazo a la investigación interna sobre el espionaje en la villa y corte.

En Génova, más que por los anacletos, se muestran preocupados por las sombras de corrupción que manchan el gobierno de Aguirre: de la mansión de Granados al profesor de pádel de Ignacio González. En Madrid, donde la policía judicial no descansa, inquieta que la Operación Gürtel crezca aún más y el incendio suba a las plantas donde se pisa moqueta. Es lo malo del fuego: una vez encendida, la hoguera es muy difícil de frenar.


mar 21 2009

Rajoy, de alfeñique a líder carismático

Juan Carlos Escudier

La política es tan cambiante que en el plazo de un mes Rajoy ha pasado de ser, a ojos de sus partidarios, un pusilánime con barba al que había que jubilar a toda prisa, a convertirse en un líder carismático al que le huele la axila a Moncloa. El de Pontevedra ha cogido tanto aire tras su triunfo en las elecciones gallegas y el ocaso de sus dos posibles recambios -víctima de las mirillas, ella; de los trajes de alpaca, él- que ahora va de perdonavidas, contando a Zapatero el tiempo que le queda. “No aguanta más de medio año”, le ha dicho, lo que en política se traduce por dos telediarios o así.

En cualquier caso, estamos posiblemente ante la primera ocasión en que Rajoy se ha convencido de que puede, aunque para ello deba imponerse en las europeas de junio.

Más en El Confidencial


mar 19 2009

No soy mala, me han dibujado así

Tag: PPIgnacio Escolar @ 11:05

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“Hacer de mala me sale natural, me gusta ese papel”, me inspiro en las malas de los cuentos “que tienen a la vez ese punto de ternura y sufrimiento” (…) “A mí no me ve llorar ni mi marido” (…) “Hay quien piensa que si eres mujer, joven y mides 1,50 eres más vulnerable sólo porque eres más pequeña”

Soraya Sáenz de Santamaría, mala malísima en un entrevista con posado para Elle


mar 18 2009

La clave L. B.

Tag: PPIgnacio Escolar @ 12:33

¿Es L. B. Luis Bárcenas? Entre los documentos de la trama Correa, en la contabilidad de su caja b, aparecen pagos en dinero negro a un tal L.B., unas siglas que preocupan en Génova 13 más que nada en el caso. “El tesorero es el cerebelo del partido, si nos golpean ahí estamos muertos”, asegura un dirigente del PP. “Si el caso Correa no llega tan arriba no pasa nada: pedimos disculpas, decimos que no lo volveremos a hacer, echamos a los corruptos y seguimos adelante, a trabajar en las europeas; pero si Garzón imputa a Bárcenas la cosa cambia mucho”, asegura la misma fuente.

Garzón lo intentó, pero la Fiscalía bloqueó su imputación al considerar que las pruebas no eran suficientes. Garzón podría haber hecho caso omiso de esa recomendación de la Fiscalía y elevar el caso al Supremo, pero la apuesta era muy alta. Si el Supremo más tarde no veía delito, Garzón se arriesgaba a sufrir de vuelta una condena por prevaricación.

Según publica hoy El País, un nuevo informe de la Policía aporta esas nuevas pruebas sobre la implicación del escurridizo tesorero, que era amigo personal de Correa e incluso veraneaba con él en familia. Según fuentes del PP, Bárcenas está dispuesto a reconocer ante Garzón que aceptó varios regalos de Paco Correa -unos gemelos de oro y un viaje a Nueva York-, pero no dinero. De momento, ni siquiera ha sido llamado a declarar.

El destino de Bárcenas también afectaría al resto de los acusados. Si Bárcenas -que es aforado como senador por Cantabria- es imputado, la totalidad del caso podría pasar al Tribunal Supremo, un lugar menos amable para un caso así que los tribunales superiores de justicia de Madrid y Valencia.


mar 18 2009

Compre un president y llévese dos

Tag: PPIgnacio Escolar @ 09:13

De todos los argumentos con los que la derecha mediática justifica el escándalo de los trajes de Camps, el más recurrente, el más tramposo, es aquel que dice que un señor president de la Generalitat Valenciana no se puede vender por tan poco, que 12.000 euros en trajes es un soborno barato. Supongo que en casa de rico dos millones de pesetas son simple calderilla. Pero aunque fuesen cien euros, ¿es determinante el precio?

Busquemos guía en los clásicos. Preguntaba Groucho Marx: “Señorita, ¿se acostaría usted conmigo por un millón de dólares?. “Por supuesto”, respondía ella. “¿Y por un dolar”, repreguntaba Groucho. “Qué se cree usted que soy”, contestaba la dama ofendida. “Eso ya ha quedado claro, ahora estamos negociando el precio”. Con Camps el chiste es menos gracioso, pero la conclusión es la misma. Que la tarifa del ninot indultat sea asequible, a la medida de cualquier Correa, no cambia su condición corrupta.


mar 16 2009

La parte espiante de la primera parte

“El Gobierno de la Comunidad de Madrid ni ha ordenado, ni ha amparado, ni ha conocido ningún tipo de seguimiento o espionaje a cargos públicos o a cualquier otra persona” (…) “Ha quedado acreditado que los supuestos partes de seguimiento, origen de los trabajos de esta Comisión, ni son documentos de la Consejería ni tan siquiera se corresponde en muchos casos con las agenda oficiales que están a disposición de cualquier ciudadano en Internet” (…) “los supuestos partes carecen del rigor exigible para merecer la mínima consideración por parte de profesionales de la seguridad con décadas de experiencia que así lo han atestiguado” (…) “Pretender edificar sobre unas anotaciones sin firma ni membrete y con un contenido inane una acusación tan grave como la que se ha realizado constituye una irresponsabilidad, agravada por la inexactitud de su contenido, que impide dar verosimilitud a su conjunto”

Dispérsense, aquí no hay nada más que ver.


mar 16 2009

El mejor saque es un buen pelotazo

Tag: PPIgnacio Escolar @ 11:24

Manolo Rico en Público presenta las hazañas de Carlos Martin, Charly o Carleto para los amigos: un aguerrido profesor de pádel que consiguió que la sociedad pública de capital riesgo de la Comunidad de Madrid invirtiese más de un millón de euros en un negociete gracias a las clases que daba al vicepresidente de Esperanza Aguirre, Ignacio González, y al alto directivo de Caja Madrid Ángel Córdoba. ¿Las pruebas? Documentos redactados por el propio Charly, ese as del revés. El nuevo escándalo, el enésimo que salpica al vicepresidente de la Comunidad de Madrid, demuestra muy bien qué entiende la corte de Aguirre por gestión pública. El liberalismo bien entendido empieza por uno mismo.


mar 15 2009

Lujo valenciano

Tag: PPIgnacio Escolar @ 22:22

A la escena que describe José Tomás, el sastre de Camps, sólo le faltan los aromas de un buen whisky malteado y un habano. “Él me llamaba por teléfono cuando salía de Valencia o desde el coche y me decía a la hora que llegaba al Ritz. A su llegada yo ya le estaba esperando en el hotel y subía a su habitación”. Allí, en la intimidad del hotel más lujoso de España, las mismas suites donde Ava Gardner vivió sus pasiones taurinas, el sastre, metro en mano, se inclinaba ante el triunfador de Valencia para tomarle las medidas. “Me hizo repetir bastantes trajes. Quería los pantalones con un ceñidor detrás y hubo que buscar una trabilla que tuvieron que traer de Italia”, recuerda José Tomás. Camps era un cliente exigente.

El lado siniestro del dandy al servicio público venía después, con el vulgar metal. La cuenta la cerraba Pablo Crespo, el lugarteniente de Correa y antiguo dirigente del PP de gallego, sector boina. Dinero en rama, canela fina: “Venía cada seis meses aproximadamente con un fajo de billetes de 500 y pagaba 30.000 o 35.000 euros”. En las facturas, Crespo pedía que apareciesen telas al por mayor para ya de paso defraudar a Hacienda y desgravarse el favor, como si fuese parte de un atrezo. Tras las bambalinas, el show continuó durante más de un año con el Ritz como telón de fondo, Camps de actor principal y José Tomás de discreto secundario. Ocho trajes, tres americanas, un smoking, un chaleco, pantalones… un roto y un descosido.

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Me queda una duda: ¿qué tipo de habitación usa Camps en sus visitas al Ritz? ¿La modesta classic, a 572 euros la noche? ¿La más espaciosa lujo, a sólo 690? ¿No se merece un presidente una suite presidencial, una ganga por sólo 3.852 euros? ¿O, ya puestos, no es digna tan buena percha de la suite real, un capricho de sólo 5.350 euros por noche?

Me queda la duda de que habitación se gasta Camps cada vez que visita Madrid, pero quién paga la factura lo tengo clarísimo: los valencianos.


mar 14 2009

Rajoy siempre pestañea primero

Jueves, 12 de marzo. La Asamblea de Madrid celebra un pleno inusual. Poco después de empezar, todos los diputados regionales del PSOE y de IU se levantan de sus escaños y abandonan el hemiciclo. Es otro gesto de protesta ante el carpetazo a la comisión de investigación del espionaje en Madrid. Sólo quedan en las bancadas de la izquierda las portavoces de ambos grupos, mudas de rabia ante el nuevo atropello: Maru Menéndez e Inés Sabanés. Frente a ellas, entre risas, el grupo popular. ¿Todos? No. Hay una ausencia notable, no es un cualquiera. El escaño vacío pertenece nada menos que al que fuera vicepresidente segundo del Gobierno de Aguirre. Se trata de uno de los espiados, Alfredo Prada. El día antes, en la última sesión de la comisión de investigación, su sucesor al frente de la Consejería de Justicia, Francisco Granados, lo ha tachado de mentiroso. No es que secundase la protesta, aunque pocas veces Prada ha estado tan de acuerdo con la izquierda madrileña como en su valoración política sobre el apresurado cierre a la comisión. Pero el ex vicepresidente no estaba allí por otra razón: a esa misma hora, tenía una cita mucho más importante en Génova 13.

Prada llegó tres horas más tarde al pleno, pero llegó. Se sentó en su escaño a las siete de la tarde, después de una larga reunión con Mariano Rajoy a cuenta, precisamente, del carpetazo al caso de espionaje. Aguirre se había comprometido con Rajoy a abrir una comisión en la Asamblea de Madrid a cambio de que el PP nacional parase la investigación interna que había iniciado el partido. Pero esa comisión, en la que nadie había puesto tampoco muchas esperanzas, ha resultado ser aún peor de lo poco previsto: un paripé, una burla, una comedia tan mala que Esperanza Aguirre la aguantó sólo tres días en cartel, y al cuarto la clausuró. El PP de Madrid no sólo bloqueó la mayoría de las peticiones de documentación de la oposición, sino que también impidió que declarasen ante ella los principales afectados: los espiados. Ni Alfredo Prada ni el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, ni la diputada regional del PP Carmen Rodríguez Flores han podido testificar. Ni siquiera Ignacio González, el único espiado que el PP de Madrid reconoce como tal, declaró en ella.

La conversación entre Alfredo Prada y Mariano Rajoy, a solas en el despacho del presidente del PP, fue larga. Tenían cosas de que hablar. Rajoy le transmitió su apoyo y respaldo ante lo ocurrido, ante la persecución que está sufriendo por parte de sus supuestos compañeros de partido en Madrid. Prada se ha reafirmado en público sobre la veracidad de los partes del espionaje que le atañen, tendrá que enfrentarse el miércoles 18 a una decisión difícil en el pleno de la Asamblea de Madrid: qué votar sobre las conclusiones de la comisión de investigación, un aparente trámite cuyo marcador final admite apuestas; podría haber sorpresas.

Prada el jueves tendrá tres opciones. Votar sí, lo que supondría admitir unas conclusiones que le calificarán implícitamente como mentiroso, pues el PP pretende negar que ese espionaje haya siquiera existido. Votar no, lo que implicaría saltarse la disciplina de voto y abrir una nueva batalla interna. O no acudir al pleno ese día con cualquier excusa. La misma difícil decisión atenaza también a Carmen Rodríguez Flores, la otra espiada que se sienta en la bancada popular en la Asamblea. Rodríguez Flores protagonizó el 12 de febrero una tensa reunión interna del grupo popular en la Asamblea, en la que exigió a Aguirre que le ayudase a descubrir quién le había espiado. Ahora se siente decepcionada y, según parlamentarios cercanos a ella, parece estar dispuesta a votar no. Pronto se verá.

Lo que todos en el PP dan por seguro, tanto en Génova como en la Comunidad de Madrid, es que Mariano Rajoy no reabrirá esa investigación interna, que seguirá suspendida en el limbo de los justos. Su raquítico apoyo mediático no le deja mucho más margen, pues los medios que marcan la opinión entre sus votantes están cada vez más entregados a la lideresa. Sólo si Gallardón insiste mucho, la comisión interna tendría alguna posibilidad de revivir, y ni aún así. Los marianistas justifican la probable decisión de Rajoy argumentando que ahora no es el momento para otra guerra interna, que hay que mirar al futuro, a las europeas. Y la paz en el mundo.

Rajoy también tiene otra excusa: que el caso está aún en manos de la Justicia, pues existe una denuncia de Alfredo Prada y otra de Manuel Cobo en los tribunales, que está investigando el fiscal de Madrid, Manuel Moix. Alguno de los espiados no descarta incluso elevar el tono de su respuesta judicial y pasar de la denuncia a la querella criminal.

Más allá de las europeas, de la coartada judicial y de su natural pacífico, Mariano Rajoy tiene otro buen argumento para esconder el sucio asunto de los espías bajo la alfombra: la investigación de Garzón sobre la Operación Gürtel. En Génova, y más aún en Valencia, preocupa mucho esa segunda declaración del sastre de Francisco Camps, que habló este viernes de nuevo con Garzón. El sastre de Milano, de nombre José Tomás (nada que ver con el torero) se juega el ser o no ser imputado, y en el PP temen que su condición final cuando llegue el juicio sea sólo la de testigo, lo cual implicaría que está colaborando con el juez. El sastre es la clave en la trama de Valencia, pues es él quien puede demostrar que las facturas de los trajes a Camps y otros en su corte corresponden de verdad a sobornos de Correa y sus chicos o si, como cuentan desde el PP valenciano, los trajes en cuestión nunca han existido y las facturas eran falsas, un truco de Correa para defraudar a Hacienda.

En el PP también circula otro rumor sobre el sastre: que podría haber hablado con un medio de comunicación, lo que inquieta casi tanto como su nueva declaración ante Garzón.

Con sastre o sin él, lo que está claro es que Esperanza Aguirre le tiene tomada la medida a Rajoy. En el enésimo duelo al sol, es de nuevo el gallego el que pestañea primero. Si sus enfrentamientos se tuviesen que resolver como en la carrera hacia la muerte de Rebelde sin causa, ésa en las que ambos conductores circulan a toda velocidad en dirección a un acantilado hasta que uno de los dos –el que pierde– echa el freno, el presidente del PP ni siquiera se atrevería a subirse al coche frente a la lideresa kamikaze. Aguirre es capaz de despeñarse con tal de no dar su brazo a torcer. O al menos eso cree Rajoy.

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Actualización, 15-3-09, 8:05: El temor del PP estaba fundado, el sastre de Camps ha hablado


mar 14 2009

¡Disuélvanse!

Jesús Maraña

(…) Aquí se está jugando algo más que una reyerta entre miembros del mismo partido político. Las fuentes más imparciales y fiables confirman lo que el sentido común ya dejaba intuir: los seguimientos y dossiers detectados en el PP tienen una relación más directa que indirecta con la trama de corrupción destapada por el juez Garzón. Lo cual no quiere decir que el dúo “trigo limpio” formado por Francisco Correa y Alvaro Pérez esté implicado también en el espionaje. La relación entre ambos escándalos radica en lo que mueve los peores instintos del ser humano: la pasta. Los dossiers que han circulado como conclusiones de ciertos seguimientos profesionales (y no de esas persecuciones chapuceras a las que se agarran Aguirre y su consejero Granados) no se centran en líos de faldas ni en asuntos de sexo, por mucho que eso preocupe a algunos personajes que no se pierden una manifestación del Foro de la Familia. La esencia de esas investigaciones apunta a una guerra interna por el manejo de las adjudicaciones de dinero público. Alguien en la dirección del PP madrileño sufrió un ataque de ética política o bien estaba ya muy harto de que siempre fueran los mismos los que decidían los contratos millonarios.

Más en Buzón de voz


mar 14 2009

Nadie sabe nada en el PP

Juan Carlos Escudier

Rajoy no sabe o no le consta y, por supuesto, no conoce. A Correa, el hombre que presuntamente ha dorado el riñón de un grupo numeroso de dirigentes del PP, apenas si lo vio una vez en Génova y quizás le diera una vez la mano, pero conocerle, lo que se dice conocerle, no le conocía. De sus andanzas, Rajoy no sabía nada, por lo que hay que suponer que estuvo muy inspirado el día que ordenó al partido que dejara de contratarle. A Rajoy nada le consta, como no le constaba a Ana Mato, la vicesecretaria de Organización, que Correa le comprara un Jaguar a su entonces marido, Jesús Sepúlveda, allá por 1999 cuando era secretario electoral de Aznar. Le han preguntado al estadista del bigote y no ha respondido, como si no le constara o no conociera. Nadie sabe nada en ese partido. Bendita inopia.

Lo del PP es una tragedia shakesperiana en la que se huele lo podrido de aquí a Dinamarca. Quienes ahora se nos muestran como malolientes cadáveres políticos o carne de banquillo personificaban a comienzos del aznarato la regeneración que iba a librar el país de la corrupción socialista. Se habían acabado los roldanes y las filesas. Llegaba una nueva hornada de políticos de los que podríamos sentirnos orgullosos. Serían tan buenos custodiando las arcas públicas como organizando bodas en El Escorial para la hija del jefe. Eran la honradez con gomina.

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