sep 10 2007
Diálogo para besugos
Manolo Saco
Hace tiempo que llegué a la conclusión de que muchas veces los desencuentros, sean a nivel político o social, no se deben tanto a diferencias de opiniones radicales sobre los asuntos a debatir como a que cada uno de los contendientes tiene en su lupa objetos de estudio distintos, por lo que es imposible llegar jamás a una solución. En el TBO de mi infancia había una sección llamada Diálogo de Besugos que lo explicaba a las mil maravillas:
-Buenos días.
-Buenas tardes.
-Le veo a usted muy contento.
-Es que se me ha muerto la vaca.
-Pues aproveche para comprar un tractor.
-Es que el tractor en vez de leche da humo negro.
-Pues buenos días.
-Pues buenas tardes.
Ayer, según repasaba el día (o la tarde, vaya usted a saber), parecía que la humanidad se había enzarzado en un gigantesco diálogo para besugos. ETA, por ejemplo, lanzaba un comunicado cargado de razón, exigiendo paz, libertad y diálogo, como debe ser, pero dedicado a los habitantes de un país que no existe, en nombre de un pueblo imaginario. Era un mensaje perfecto y un análisis certero, pero de una situación de opresión en un mundo irreal. El otro besugo, el PP, contestaba, no a los terroristas sino al gobierno, al mismo que persigue y detiene a los terroristas, y replicaba que “no bastan medidas policiales” para luchar contra ETA. “Requerimos del gobierno que desempolve la política íntegra que estaba destrozando a ETA en toda su dimensión hace tres años”. Es decir, requieren del gobierno que haga la política que quiere la oposición al gobierno. (Seguidme, no os perdáis)