Héctor Juanatey
Opina Braulio Rodríguez, arzobispo de Toledo, que es de “paletos” criticar la Jornada Mundial de la Juventud. Que estamos haciendo el “ridículo mundial”. Tanto, tanto, que dice estar “indignado”. Se queja Rodríguez de que parece que es el papa quien tiene que “arreglar” el paro y los problemas de muchas familias sin recursos no viniendo. No. Una vez más, no lo han entendido. Las críticas a la visita papal no vienen dadas por su presencia en España. Nacen por otra serie de motivos, por los privilegios que disfrutarán solo y únicamente quienes lleguen a España —o estén ya aquí— a corear los cánticos de Joseph Ratzinger. A continuación, enumero los motivos de las quejas de este “paleto” según el arzobispo de Toledo:
1. El papa no viene a España como jefe de Estado del Vaticano, por mucho que algunos se empeñen en defenderlo. Viene aquí a promulgar su religión, la católica, y lo hará con un precio de entrada de 50 millones de euros, 25 de los cuales los pagará el Estado, esto es, todos y todas. El resto estará financiado eso sí, por los propios asistentes a los actos de la JMJ y por una buena cantidad de empresas privadas, que podrán gozar —por obra y gracia del Gobierno— de beneficios fiscales de hasta el 80%.
2. El Gobierno, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid cederán a los obispos gratuitamente 800 centros escolares financiados con fondos públicos para acoger a todas las personas que se reunirán en la ciudad durante la visita del papa. Tampoco sorprende sabiendo que la propia Iglesia es aún hoy la encargada de nombrar a dedo a los profesores de religión que luego cobrarán del Estado.
3. Mientras la Comunidad de Madrid encarece el precio del billete único de bus y metro —de un euro pasa a valer 1,50—, los asistentes a la JMJ disfrutarán de un precio ultrareducido de los abonos turísticos. Les costarán cinco veces menos. Y eso que la Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid defendió en su momento que el encarecimiento de los billetes “sólo” afectaría a los viajeros esporádicos.
4. Según los organizadores del evento, la JMJ es una “buena inversión” y reportará beneficios a España. Pero… Si los asistentes disponen de alojamiento gratuito, apenas pagarán el transporte y gozarán además de comidas gratuitas debido a un acuerdo entre el Arzobispado y un grupo empresarial de locales de alimentación, ¿en qué se dejarán el dinero los peregrinos?
5. El plan de movilidad desarrollado por el Ayuntamiento de Madrid supondrá un enorme trastorno para los madrileños. El centro de la ciudad estará cortado durante una semana. Aquí se explica cómo estará la capital: “Dispositivo de Movilidad con motivo de la visita del Papa”.
6. El 15-M no puede mantener un punto de información estable en Sol, pero el papa sí puede disponer gratuitamente de todo el aeródromo de Cuatro Vientos, el Paseo de Recoletos, la plaza de Cibeles, el Palacio de Congresos, el Palacio de los Deportes o hasta la propia sede del Ayuntamiento. Y no nos olvidemos del parque del Retiro, donde ya hay instalados 200 confesionarios.
7. El Museo Reina Sofía abrirá sus puertas de forma gratuita a quien presente a la entrada su carnet de peregrino.
8. La Federación Española de Baloncesto regalará 3.000 entradas a voluntarios de la JMJ para el partido de este sábado contra Lituania.
9. Esta es la tercera visita del papa a España en menos de un año. Si tenemos en cuenta que su estancia en Santiago de Compostela —donde estuvo ocho horas— y Barcelona —permaneció en la ciudad apenas un día— costó a las arcas públicas alrededor de seis millones de euros, el Estado se ha dejado al menos 31 millones de euros en la visita de un líder religioso.
¿Quién dijo eso de “España, estado aconfesional”?