nov 26 2007

El sindicalismo moderno

1- María Jesús Paredes es la secretaria general de Comfia -la rama de banca de Comisiones Obreras-. Su marido, Francisco Baquero, también trabaja en el sindicato. Paredes es una de las personas de máxima confianza de José María Fidalgo, el secretario general de CCOO.

2- La pareja Paredes y Baquero ha acumulado un patrimonio inmobiliario de más de dos millones de euros, la mayor parte de ello adquirido en un periodo de tan sólo cinco años y medio. Con dos sueldos de 40.000 euros anuales están pagando las letras de tres hipotécas simultáneas que suman 618.333 euros.

3-
No sólo tienen pisos y chalés. Los dos sindicalistas también son empresarios. Paredes y Baquero son los dueños de dos sociedades limitadas: Hostelería Zaranda, que administra un restaurante de lujo, y también Interlocución para la Gestión, creada para gestionar subvenciones públicas y asesorar a empresas y sindicatos. El año pasado, Hostelería Zaranda declaró unos ingresos de 404.265 euros

4- El administrador único de las dos empresas de Paredes y Baquero es Santiago Gil Rodríguez.

5- Santiago Gil tiene a su vez varias empresas en la misma sede social que Interlocución para la Gestión. Desde una de ellas, Formación Profesional en Red, gestiona cursos de formación de CCOO. Según sus cuentas, en los últimos dos años ha ingresado más de 1,2 millones de euros, la mayoría de ellos procedentes del sindicato, que es su principal cliente.

6- CCOO no sólo ha privatizado la gestión de los cursos de formación con Santiago Gil. El administrador único de los negocios privados de Paredes y Baquero también lleva -a través de otra de sus empresas, Gestión Profesional del Tercer Sector-, la contabilidad de varias de las federaciones del sindicato. El año pasado, esta empresa facturó 592.463 euros.

7- Según las cuentas declaradas ante el Registro Mercantil, ninguna de estas empresas -ni las de María Jesús Paredes y Francisco Baquero ni las de Santiago Gil- han obtenido apenas beneficios.


nov 24 2007

Uniformes baratos

Hoy en día, vivimos en la era ‘low cost’. La fórmula del éxito es simple: lanzar una segunda marca con un producto y/o servicio similar, pero a un precio mucho más asequible. De esta manera, los clientes antiguos siguen fieles a la marca original, a la par que se suman otros nuevos. Todo esto tiene un doble fondo del que no todos somos conscientes. Por un lado, ayuda a acercar las distancias entre las clases sociales, ya que cualquier persona puede vestir como quiera sin que nadie le juzgue por llevar una determinada marca o prenda. Pero, por el otro, potencia el consumismo al que estamos sometidos socialmente, ya que mucha gente pretende consumir lujo, pero sólo unos privilegiados pueden permitírselo. Así pues, ¿podemos concluir que el fenómeno ‘low cost’ nos beneficia? ¿O nos perjudica? JOSÉ MIGUEL SEVILLA CARRASCO, Viladecans (Barcelona)

Rafael Reig

Pues, si me pregunta a mí, diría que opción B. Si dejáramos de consumir, el sistema se colapsaría. Yo sigo usando la misma máquina de escribir desde hace más de 20 años. Sin embargo, este ordenador debe de ser el sexto que compro, y cada vez me sale más barato. Y dura menos, claro: se llama obsolescencia programada. Fabricar una nevera que dure 50 años es una verdadera traición, un infame sabotaje que perjudicaría el fundamento mismo de la sociedad: frenaría el consumo, impediría que cambiáramos de coche cada cinco años y de chaqueta cada invierno. Así no vamos a ninguna parte, como usted comprenderá. Tenemos que seguir trabajando para seguir consumiendo, y además eso es lo único que de verdad nos hace más felices y más libres: la posibilidad de poseer un móvil aún más pequeño y con cámara de fotos, ¿a que sí?

Los ricos de verdad serán muchas cosas, pero idiotas del todo no son. Una camisa parecida a la que llevan no les va a engañar, se lo aseguro. Tienen esa cualidad tan sorprendente que Monterroso ya detectó en los enanos: se reconocen entre sí a simple vista. Para eso, han inventado la distinción, que no es más que una forma de distancia; es decir, de mantenernos a distancia a los demás.

Recuerdo haber leído en Gibbon que se discutió en el Senado romano la posibilidad de uniformar a los esclavos. Al final, decidieron que era demasiado peligroso porque si llevaban uniforme, ellos mismos se darían cuenta de cuántos eran: acabarían rebelándose. En mi opinión, eso es el low cost: no somos unos desgraciados, tenemos nuestro móvil, nuestra pantalla de plasma, muebles de Ikea y ropa de Zara. Los bancos, esos filántropos, nos ayudan a comprar una casa, un coche o un ordenador. ¿Qué más queremos? ¿De qué nos quejamos? No somos esclavos: podemos ir vestidos como los ciudadanos libres.

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nov 22 2007

Rebajas fiscales

El PSOE planeaba una exención del IRPF a los mileuristas similar a la que anunció Rajoy


nov 21 2007

Escándalo en Comisiones Obreras

Tag: PúblicoIgnacio Escolar @ 10:55

El administrador único de las empresas de la dirigente de CCOO María Jesús Paredes también gestiona cursos de formación del sindicato

Lo que Paredes esconde

El fabuloso patrimonio de una jefa de Comisiones

¿Se pueden pagar las letras de unas hipotecas de 600.000 euros con dos sueldos de 40.000 euros anuales?


nov 19 2007

‘Operación Guateque’: ¿cuando la autoridad está en Babia?

Gran Wyoming

Como ex socio de un local de hostelería, no puedo sino manifestar mi asombro cuando las autoridades municipales afirman desconocer lo que ocurría en el Ayuntamiento de Madrid al destaparse la operación Guateque.

Esto de la operación Guateque viene de lejos, yo lo sufrí a principios de los noventa. Ha sido denunciado muchas veces y lo grave no sólo es que no se hiciera nada, sino que en algún caso, como el del concejal de Centro, señor Matanzo, su carrera ascendía paralela al número de denuncias. Algunos hosteleros creamos una asociación para defendernos del acoso municipal “discriminado”. Todos los locales de aquella asociación fueron cerrados, uno por uno. Incluso los que nunca habían tenido problemas. Se alegaron todo tipo de triquiñuelas. En el caso del clásico Elígeme, por ejemplo, la excusa fue la anchura de la calle, tema complicado de resolver. Los locales se volvían a abrir una vez traspasados: la anchura de la calle dejaba de ser un inconveniente.

Nosotros vivimos situaciones no de corrupción clandestina, sino propias del Chicago de los años veinte. Todo empezó cuando el gerente del Mercado Puerta de Toledo, donde teníamos el bar, nos dijo estupefacto que el concejal del distrito de Centro, señor Matanzo, me mandaba un mensaje: “Dile al Gullomin ese que le voy a cerrar el bar”. (…) A nosotros, el propio concejal nos dijo en una reunión que él estaba parando a los descargadores del mercado de la Cebada de Madrid, porque querían venir a destrozarnos el local cuando se enteraron de que nos metíamos con él: Chicago.

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nov 17 2007

España y los trenes perdidos

Año 1549. Bartolomé Bustamante de Herrera, arquitecto jesuita, visitador de las obras reales, recorre la cuenca del Pisuerga. Tiene un encargo del regente de España, Maximiliano de Habsburgo, sobrino del emperador Carlos V. El príncipe alemán, que nació en Viena, a las orillas del Danubio y se crió rodeado de canales, en Flandes y los Países Bajos, quiere impulsar el comercio fluvial en una Castilla encastillada, ensimismada. Su salida natural al mar está hacia el oeste, siguiendo el Duero hasta Oporto. Pero la frontera política con Portugal obliga a sacar las mercancías por el norte, en carro hasta Santander. Bartolomé Bustamante de Herrera tiene que responder a varias preguntas del regente español. ¿Es posible hacer del Pisuerga y sus afluentes una cuenca navegable? ¿Se puede conectar Valladolid con Burgos a través del Pisuerga y el Arlanzón? ¿Es viable un canal que desde allí enlace con el Cantábrico para llevar hasta el mar el trigo y la lana? El informe del jesuita es desfavorable. Los caudales de los ríos castellanos son demasiado irregulares y el terreno es demasiado accidentado. Ancha es Castilla. La obra es imposible, demasiado cara.

En Europa los retos imposibles no lo son tanto. Francia comunica el Mediterráneo con el Atlántico en 1681, con el Canal du Midi. Inglaterra construye el canal Bridgewater para llevar el carbón de las minas hasta Manchester en 1761 -tras la obra, el precio del carbón en Manchester bajó a la tercera parte- y lanza así su revolución industrial. ¿Y España? Tarde y mal. En el siglo XVIII, era más barato comprar en Santander el trigo que llegaba de Francia en barco que el que venía desde Palencia a través de los caminos sin pavimentar de la meseta.

El canal obsoleto

A mediados del siglo XVIII, el marqués de la Ensenada recupera los viejos estudios de Bartolomé Bustamante -en doscientos años no se había hecho mucho más- para volver a soñar con el progreso. En 1753 comienza la construcción del Canal de Castilla. El proyecto inicial era ambicioso, el resultado tardó un siglo y quedó inconcluso. Las obras del canal terminaron en 1849, un año más tarde de la primera línea de tren española, del ferrocarril Barcelona-Mataró. El canal estuvo más tiempo en construcción que en funcionamiento. Nunca fue rentable, pues tardó tanto que cuando llegó fue tarde. Castilla encontró por fin su salida al mar pero fue montada en tren, con el Ferrocarril de Isabel II, desde Alar del Rey hasta Santander. Hoy el Canal de Castilla, la costosa infraestructura que nos llevó tres siglos de estudios y uno de obras, sólo sirve para algunos regadíos y para dar paseos en bici por sus orillas.

Al menos el Canal de Castilla llegó a funcionar. El que durante décadas fue el túnel ferroviario más largo jamás construido en España nunca se estrenó. Se trata del túnel de la Engaña. Mide casi siete kilómetros y cruza desde Merindades, en Burgos, hasta Vega de Pas, en Cantabria. La obra llevó 18 años, de 1941 a 1958. Dentro de poco, el larguísimo túnel cumplirá medio siglo y jamás ha visto pasar un solo tren.

El túnel inútil

El paso de la Engaña mide 6.976 metros de largo que fueron excavados casi a martillazos. Y también a latigazos. Lo construyeron sin apenas maquinaria 150 civiles y unos 500 presos republicanos, del cercano campo de concentración de Valdenoceda, que “redimieron sus penas” con trabajos forzados. 11 de ellos murieron en accidentes durante la obra. Muchos más enfermaron después de silicosis, pues se llevaron el agujero de la montaña en sus pulmones. Su sacrificio fue en vano.

El paso de la Engaña era el tramo más difícil de un proyecto aún más ambicioso: el ferrocarril Santander-Mediterráneo. La línea fue aprobada en 1905 y pretendía unir el Cantábrico con el Mediterráneo, Valencia con Santander. El tren iría de un mar a otro, de puerto a puerto, para ahorrar así a los barcos la semana larga que se tardaba entonces en rodear la península.

A lo largo de medio siglo, se completó la mayor parte del trazado: Valencia-Teruel-Calatayud-Soria-Burgos. En 1959, cuando el túnel de La Engaña ya estaba terminado y sólo faltaban 60 kilómetros más para llegar hasta Santander, Franco canceló uno de los pocos proyectos ferroviarios de la España periférica, una de las pocas grandes líneas que no pasaban por Madrid. El 1 de enero de 1985, el plan de saneamiento de Renfe, que dejó fuera de servicio miles de kilómetros de tren, remató el Santander-Mediterráneo. El ministro de Transportes socialista Enrique Barón cerró gran parte de los tramos de una línea que nunca llegó a ser rentable porque jamás se terminó.

El paso de la Engaña se quedó esperando el tren. Hasta hace poco, hubo planes para recuperar el túnel con una carretera -durante años, algunos camiones lo usaron como atajo para evitar la nieve del puerto del Escudo-. Muchos también se atrevían a cruzarlo en bici. La excursión hoy es muy peligrosa: en el interior del túnel los desprendimientos son constantes y un pequeño derrumbe ha cegado el trayecto, tal vez para siempre.

La estación de la Engaña hoy es un establo de animales. En sus paredes, llenas de pintadas, hay una especialmente elocuente: “Los ingenieros hicieron este ferrocarril, los políticos lo destruyeron y el sentido común sigue pidiendo su terminación”. Con todo, la pequeña estación de la Engaña no es el mejor ejemplo en forma de estación de tren de cómo los políticos, con alguna ayuda de los ingenieros, se pueden conjurar contra el sentido común. Ese dudoso honor es para la estación internacional de Canfranc, en Huesca; un Titanic varado en los Pirineos.

Canfranc y el iceberg

La estación de Canfranc mide 241 metros de largo -diez metros más que un lado de la base de la Gran Pirámide de Egipto-. Después de la terminal de Leipzig, es la mayor estación de tren de toda Europa. Es también la única de su tamaño que está abandonada.

La inauguró Alfonso XIII en 1928 al grito de “Ya no hay Pirineos”. Con ella culminaba un proyecto de décadas para cruzar las montañas por tren y comunicar España con Francia. Su historia da para una película en blanco y negro. A través de esta impresionante estación, de este palacio modernista de la era industrial, salió el wolframio de las minas españoles camino de las fábricas de tanques Panzer nazis (el wolframio se usaba para mejorar los blindajes). Por Canfranc entró el oro de los judíos con el que Hitler pagó el favor a su aliado español. Tras la derrota alemana, Francia cerró la frontera durante varios años y Canfranc, la estación más grande y lujosa de España, comenzó su decadencia.

Más allá del desinterés francés, la estación se fue a pique por culpa de una de las decisiones más estúpidas de la historia de España, la de adoptar un ancho de vía diferente al europeo con la excusa del accidentado terreno español. Contra lo que dice la leyenda -que culpa a los políticos o a los militares- la errónea decisión fue cosa de ingenieros, que aconsejaron un ancho de vía mayor porque pensaban entonces que caldera grande -ande o no ande- era también sinónimo de tren más potente, lo cual después se demostró falso. Canfranc era así parada obligatoria para cada mercancía, para cada pasajero. Siempre había que cambiar de vagón.

En 1970, un tren de mercancías descarrilló y en su caída derrumbó el puente francés de L’Estanguet. La línea quedó cortada y ya lleva 37 años así. El Gobierno de Aragón quiere recuperar la vieja estación de Canfranc como un hotel de lujo. Aunque sea sin más tren que el Canfranero, que aún hoy une Valencia, Teruel y Zaragoza con el gigante que chocó con la historia.

La España radial

Cuando vivía en Almería, algunos de mis amigos de Madrid me avisaban si pasaban por Sevilla para ver si podíamos vernos. Quedaban sorprendidos cuando les explicaba que era más fácil para mí encontrarnos en Londres -a tres horas de avión- que en Sevilla, a cinco horas de ferrocarril. La red radial -otro de los trenes perdidos- no sólo existe en los mapas, también en la cabeza de los madrileños. Desde la capital, sorprende cuando nos explican que se tarda casi lo mismo -unas dos horas- de Londres a París o de Madrid a Sevilla que de Barcelona a Castellón.

Si se cumplen los planes de Fomento, para el 2020 España habrá terminado la construcción de su red de alta velocidad y Almería estará a sólo dos horas de Sevilla. Pero cumplir plazos no es algo habitual en nuestras infraestructuras. Los 700 kilómetros del AVE Madrid-Barcelona, si es que se estrena en los próximos meses, habrán tardado en construirse 13 años. No es como para presumir. Es un año más de lo que llevó construir, en el siglo XIX, los 8.000 kilómetros del transiberiano. Puede que cuando el AVE llegue a Teruel o a Soria, las líneas de alta velocidad sólo sirvan para dar paseos en bici. No sería la primera vez que nos pasa.


nov 17 2007

Guateque para dos

Jesús Maraña

La escena es perfectamente imaginable. Mañana domingo, a las doce del mediodía, Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón suben al escenario del pabellón Madrid Arena como teloneros del líder, Mariano Rajoy, en la clausura de la Conferencia Política del Partido Popular. Y en lugar de ceñirse al guión previsto, les da un ataque de sinceridad ante el micrófono. Entonces podríamos escuchar un par de lindezas al estilo de las que se dedicaban lady Astor y Winston Churchill en los años treinta. La diputada conservadora le gritó un buen día en el Parlamento al primer ministro: “¡Si yo fuera su mujer le pondría arsénico en el café!”. A lo que él, con sus mofletes sonrientes color coñac, respondió: “¡Si yo fuese su marido, me lo bebería!” .

No puede disimular Esperanza Aguirre el regocijo que circula por sus liberales venas cada vez que ve a su íntimo adversario Alberto Ruiz-Gallardón metido en un charco. Y el escándalo de corrupción destapado esta semana en el Ayuntamiento madrileño no es un charco pequeño, más bien un pantano de aquellos que inauguraba su suegro, Utrera Molina, acompañando a Franco para salir en el Nodo.

Más en Buzón de voz


nov 15 2007

Contra la censura, por la libertad de expresión

Muchas más viñetas solidarias con los dibujantes de ‘el jueves’


nov 14 2007

El cuerpo piensa

Soy español, circunstancia que considero bastante poco importante a la hora de conformar mis opiniones y actitudes, porque lo que me interesa es el destino de una Humanidad, que considero una gran familia. Me siento mucho más cercano a los pueblos condenados a la miseria que a la clase media de mi país, y no digamos a la élite y a sus intereses empresariales. Los intereses de Endesa no son los míos, y me ha parecido una vergüenza que ante las justas denuncias de los dirigentes latinoamericanos, los gobernantes españoles se hayan ofendido.PEDRO LÓPEZ LÓPEZ, Madrid

Rafael Reig

A mi modo de ver, le sobra razón, Pedro. Sin embargo, como me gusta discutir por discutir (quizá ya lo habrá notado), le diré que no estoy de acuerdo en que las circunstancias no tengan relevancia para “conformar mis opiniones y actitudes”. Puede que usted sea un hombre-Ikea, hecho a sí mismo, que ha ensamblado en su propio domicilio sus opiniones y actitudes con una llave Allen y muchísima paciencia, en plena y soberana autarquía mental. No me tome por seguidor de Ortega, pero “yo soy yo y mi circunstancia” es una idea que comparto, en contra del bricolaje intelectual. Demócrito de Abdera se arrancó los ojos para pensar (lo cuenta Borges, que añade: “El tiempo ha sido mi Demócrito”). La paloma de Kant creía lo mismo: que volaría mejor en el vacío, sin necesidad de vencer la resistencia del aire. Lo cierto es que pensamos con los ojos, igual que la paloma vuela gracias a la resistencia del aire. En el pensamiento, en esas “opiniones y actitudes”, también interviene el cuerpo, lo material, dónde vivo y en qué trabajo, cuánto gano, con quién me tomo las cañas y a quién le debo dinero. Desde este punto de vista, ser español es una circunstancia que, bien pensado, sí debe de tener cierta influencia, ¿no le parece?

El pensamiento puro, en el vacío, sin ojos ni circunstancias materiales, no me parece ni siquiera pensamiento. ¿Usted se ha enamorado de alguien sin que se le cruce ni un mal pensamiento? Y viceversa, ¿se ha acostado usted con alguien sin que intervenga un sentimiento humano? Yo nunca, por eso creo que la separación entre el cuerpo y el espíritu, o el divorcio entre el individuo y sus circunstancias, no son más que otra máscara del idealismo filosófico, esa visión interesada y religiosa en la que el espíritu siempre es libre y, en cambio, nuestra manera de vivir, y madrugar, y obedecer, y pedir prestado, nuestra circunstancia, es algo a lo que nunca hay que prestar demasiada atención.

Dicho esto, Pedro, (en lo que quizá también estemos de acuerdo), pienso lo mismo que usted: yo también me considero más compatriota de los trabajadores bolivianos que de los consejeros españoles de Repsol.

Más Cartas con respuesta


nov 14 2007

El fabuloso patrimonio de una jefa de Comisiones

Manuel Rico

Trabajar como sindicalista y amasar un importante patrimonio inmobiliario no son circunstancias incompatibles. Así lo demuestra al menos la trayectoria de María Jesús Paredes, máxima responsable de Banca de Comisiones Obreras y una de las personas de absoluta confianza del líder del sindicato, José María Fidalgo.

De acuerdo con los datos de diversos registros de la propiedad, a los que ha tenido acceso Público, Paredes y su pareja son dueños de un chalé en una urbanización de lujo de Madrid, una vivienda en uno de los barrios más caros de la capital, un piso en la sierra madrileña, una vivienda unifamiliar adosada en Manilva (Málaga) y dos apartamentos en Denia (Alicante). El valor de mercado de estos bienes supera actualmente los dos millones de euros.

María Jesús Paredes es secretaria general de Comfia, la federación de servicios financieros y administrativos de CCOO. Ocupa este cargo desde el año 1987. Su pareja, Francisco Baquero, también es miembro de la Ejecutiva de Comfia. Ambos son empleados del BSCH, aunque llevan décadas trabajando como liberados sindicales. Es decir, su sueldo lo paga el banco y ellos trabajan en Comisiones.

De acuerdo con información interna del BSCH, Paredes y Baquero tienen categoría de administrativos de nivel 8 y una antigüedad superior a los 30 años. Según el convenio colectivo del banco, un empleado en dicha situación debería cobrar de sueldo alrededor de 35.000 euros brutos al año.

Más en Público


nov 12 2007

¿Una pelea entre bandas?

Tag: PúblicoIgnacio Escolar @ 21:55

Una pelea de antifascistas y ultras se cobra un muerto en Madrid. Éste fue el titular con el que hoy en Público, tanto en papel como en la web, explicamos a nuestros lectores el asesinato de Carlos, un chico de 16 años que murió de una puñalada a manos de un militar de ultraderecha que participaba en una manifestación racista.

Nuestro titular es erróneo.

Hoy hemos sabido que no fue una pelea entre fascistas y antifascistas. Fue un asesinato. “Le clavo la navaja sin mediar palabra”, ha explicado un amigo de Carlos, que estaba con él en el metro, a Patricia Rafael, la periodista de Público que ha escrito la noticia . “Era un tren de los que no tienen puertas y todos nos fuimos repartiendo en los vagones. Entramos en el penúltimo vagón y fue cuando vimos al otro tío. Estaba solo, era alto, delgado, tenía el pelo muy corto, con una sudadera de la marca Three Strokes y unos pantalones blancos con la bandera de España en el lateral. Al vernos se levantó y sin decir palabra sacó una navaja y se la clavó a Carlos”.

Carlos cumplía 17 años la semana que viene.


nov 12 2007

Después de la cumbre

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Más chistes de Manel Fontdevila


nov 07 2007

Vuelve el señor X

El Gran Wyoming

Para algunas personas, poner bombas en los trenes y salir corriendo es obra de mentes privilegiadas. No puede ser cosa de “dos moritos” (COPE). A mi obtusa mente de progre le resulta más complicado diseñar, fabricar y coordinar miles de llegadas y partidas de trenes que destruirlos con bombas. Es probable que en las canteras españolas, donde miles de barrenos explotan todos los días, se den cita los cerebros más importantes del planeta, pero yo desconocía el dato.

“Los moritos”, para los políticos del PP y periodistas afines, no dan la talla. Tiene que ser alguien más rubio y, aunque nos duela decirlo, más español. Los chicos del “centro” quieren encontrar al “autor intelectual” del 11-M por amor a la verdad: vamos a ayudarles. Sólo hay una persona que tenía interés real en que el PP perdiera las elecciones. Los españoles estaban encantados con la gestión del Gobierno y, sobre todo, agradecían los esfuerzos de los señores Acebes y Aznar por contarnos “la verdad” durante los días que siguieron al atentado. Bueno, esfuerzo no es la palabra apropiada porque “la verdad” les sale sola.

Si encontráramos a esa persona que llegó a presidente de Gobierno gracias al atentado, tendríamos al autor intelectual: el nuevo señor X. (Es curioso, cada vez que gobierna el PSOE aparece un señor X criminal de Estado). Y si nadie “del centro” es capaz de deducir el nombre del señor X que llegó a presidente, siempre podrán dar un talón a Suárez Trashorras y él contará la verdad. Esa verdad que compran sus “periodistas de investigación” a los asesinos, a esos terroristas a los que ceden sus portadas. Y todo esto sin bajar la guardia para que en los ayuntamientos ondee la gloriosa enseña nacional. Gracias, patriotas, por servir a España.

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nov 06 2007

Cómo ganar las elecciones

Antonio Orejudo

Dentro de poco los candidatos se harán las fotos, las imprentas empezarán a tirar carteles y en las vallas publicitarias irá apareciendo el rostro de cada líder con las siglas de su partido al fondo. En el PSOE creen que la cara de Zapatero no es el mejor reclamo para vender la mercancía en Cataluña, y recurrirán a Felipe González para que tire del partido.

Eduardo Zaplana, El Fibra
¿No se da cuenta José Blanco de que hoy por hoy el mejor activo del Partido Socialista dentro y fuera de Cataluña no es Felipe González ni Rodríguez Zapatero, sino Eduardo Zaplana? Cada aparición suya en la tele es un nuevo voto al PSOE; debe de haber estadísticas o ensayos de laboratorio. Tú enseñas una foto de Zaplana a unos abstencionistas, y en seguida se te ponen en pie como zombis en busca de un colegio electoral. Es un reflejo del intestino. Zaplana en la tele es como desayunar con fibra: lo ves y te entran ganas de votar. Votar para sacarlo del Parlamento, para evitar que sus infamantes intervenciones públicas y sus actitudes políticas de chuleta en Benidorm desprestigien aún más el noble oficio de la política.

Mi tracto intestinal ante una imagen de Zaplana
Yo es estar tirado en el sofá, verlo y saltar como un resorte. Ni en los tiempos del Mentirosillo me pasaba. Lo vi el otro día reírse cuando comentaba la sentencia del 11-M. Esa sonrisita genética y desalmada que llevan dentro. La vi, y si hubiera tenido una urna a mi lado, allí mismo hubiera echado mi papeleta con la lista abierta, cerrada o mediopensionista del PSOE. En una emergencia no hay melindres que valgan. Si hay que votar a Zapatero, se vota a Zapatero. Incluso a Bono si fuera preciso (me refiero al cantante, que es mucho más indigesto). Lo que sea, con tal de no volver a ver esa estructura ósea de mangante venido a más, ese moreno de piscina municipal en tanga y ese aire general de yo he venido a la política para forrarme. Sacar a este pájaro de la vida pública es un deber cívico. No es difícil; bastaría un solo diputado menos para que su propio equipo lo sustituyera. Y con él en el banquillo, el partido mejoraría. Y el mundo también.

Mi consejo de hoy
Si yo fuera responsable de la campaña del PSOE, tiraría carteles con el duro rostro de Zaplana en primer plano. Así, sin Photo-
shop. Y debajo un lema clásico: VOTA PSOE. Sería más efectivo que un anuncio de Benetton. Un éxito seguro. Por la cara. Que, en el caso de Zaplana, es el espejo del alma.

Más columnas de Antonio Orejudo


nov 06 2007

Silogismos bárbaros

Tag: PúblicoIgnacio Escolar @ 13:04

‘Todos los que amamos España estamos con el rey’, ha dicho Esperanza Aguirre. Es decir, que todos los que, por alguno de los puntos oscuros de su largo reinado, o simplemente por ser republicanos, no estamos con el rey, según su dictamen, no amamos a España, no somos buenos patriotas, somos la antiEspaña. Quien debiera representar a todos los ciudadanos de la Comunidad de Madrid abusa así de su poder para insultarnos y excluirnos, volviendo a identificar la patria con un sistema y una ideología, al más puro franquismo del que algunos nunca han salido ni abjurado de verdad, como el mismo fundador de su partido, Fraga. Y tengamos todos mucho ojo con esta ‘noble’ presidenta por ‘accidente’ provocado –la corrupción cada día más probada de dos tránsfugas en la Comunidad de Madrid–, porque su ambición es llegar a gobernar e imponer su modo de pensar y discriminar en toda España.JAVIER SANZ RIDRUEJO, Madrid

Barbara, Celarent, Darii, Ferio, Baralipton, Celante, Dabitis… ¿se acuerda usted, Javier, cuando estudiábamos todavía algo de Humanidades? Miss Aguirre, esa legendaria filósofa aristotélica-tomista con traje sastre, sólo podía expresarse mediante silogismos. Lo que en realidad quiso decir es esto, me parece a mí: todos los españoles aman a España; todos los que aman a España están con el rey; ergo todos los españoles están con el rey.

El silogismo es en Barbara (y una auténtica barbaridad). Y es falso, claro está: como usted, yo no estoy con el rey. Así que ya somos dos, Javier. Pero es que, además, nego maiorem, ergo nego consequentiam: yo ni siquiera amo a España. De hecho, no me provoca muchos sentimientos, si acaso aburrimiento, de un tiempo a esta parte. Que me acusen de no ser buen patriota casi me enorgullece, se lo digo en confianza. Puedo entender (y sentir) el amor filial, pero el amor a la patria me parece una ñoñería ridícula, pomposa e impropia de un adulto; lo veo como un desarreglo nervioso o glandular, algo que es probable que en un plazo muy breve se cure con medicación, meditación y unas cuantas lecturas bien escogidas.

Sin embargo, lo peor, lo más irritante, es esa (funesta) manía de hablar en nuestro nombre. Los españoles patatín, las españolas patatán. ¡Pero qué se han creído! Estamos más que hartos de tantos políticos ventrílocuos, que nos tratan como a muñecos y nos ponen la voz que quieren, sin mover los labios, para hacernos decir lo que a ellos les da la gana como si fuera idea nuestra. Si quieren saber lo que pensamos sobre el rey, pues que nos lo pregunten, ¿no le parece a usted? ¿Con qué derecho hablan en nombre de todos nosotros?

Rafael Reig. Más cartas con respuesta.


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