jul 17 2008

Entonces, la culpa de la caída de Martinsa es de Zapatero

Algunos confidenciales y medios están insinuando que el gobierno prometió ayudar al empresario si éste no lanzaba la polémica a los medios de comunicación antes de las elecciones.

Sea o no verdad el negociado electoral, es interesante imaginar la de visitas que tuvo que recibir el Presidente del gobierno en las semanas previas a las elecciones con amenazas similares.

Eleconomista.es cuenta una de aquellas reuniones:

Fernando Martín, presidente de la recién fusionada Martinsa-Fadesa, consigue una reunión con Moncloa. Necesita ayuda urgente para evitar el concurso de acreedores que acecha a su compañía, ante la incapacidad de hacer frente a los 4.100 millones de euros que solicitó el empresario vallisoletano para adquirir Fadesa.

Por esas fechas, finales de 2007, Martín ya sabía que iba a ser incapaz de pagar los 362 millones de euros que debía desembolsar como amortización del crédito.

[…] Martinsa-Fadesa necesitaba refinanciarse o se vería abocada a presentar el concurso de acreedores. Un drástico final que amenazaba con saltar a la luz justo antes de la llamada a las urnas. Y el Ejecutivo no podía consentirlo.

Ya sea por este motivo, o por responsabilidad política, de aquella reunión en Moncloa Fernando Martín se marchó con el compromiso del Gobierno de que iba a recibir un crédito del ICO, que le ayudaría a renegociar su compleja situación financiera…

Sí. Fernando Martín, debe de estar pasándolo fatal.


mar 15 2008

Siete claves, siete días después

1- En el PP aún no saben qué es lo que ha fallado, si el doctor, la medicina o la dosis. ¿Toca moderarse o hay que seguir con la crispación otros cuatro años más, hasta el 2012? “Uno de los escenarios más probables para el 9-M es que Rajoy pierda pero suba en votos y recorte un poco la distancia con Zapatero”, me explicaba un politólogo próximo al PSOE días antes de las elecciones. “Aunque parezca un buen resultado para el PP, es, en realidad, una de las peores situaciones para la derecha, pues bloquea cualquier renovación. Rajoy seguirá con la misma medicina y dentro de cuatro años volverá a perder”, auguraba este experto. Y aquel escenario de café, al final, ha sido el bueno. Falta por saber si también se cumple el resto de su pronóstico y el PP, bloqueado en la derrota dulce, sigue con el mismo doctor y la misma medicina. Y sólo cambia la dosis, para aumentarla. Y, dentro de cuatro años, vuelve a perder.

2- ¿Qué Rajoy es el de verdad? ¿El centrista que nos vendieron en 2004, cuando sus hagiógrafos elogiaban su carácter dialogante? ¿La víctima que presentaron después, como una paloma atrapada por los ultras de un partido controlado por Aznar? ¿El halcón que apareció más tarde, cuando pasó por la derecha a su predecesor con los cuatro años de oposición más broncos de la historia de España? ¿O de nuevo el moderado que quiso renacer este 11-M y habla ahora de presentarse al congreso de su partido con su propio equipo, como si el que hubiese tenido hasta ahora no fuese suyo?

3- Rajoy, en el mejor de los casos, tiene un serio problema de credibilidad. En el peor queda como un pusilánime. Otro ejemplo más: cuando el líder del PP, en una entrevista durante la campaña electoral, dice que los cientos de preguntas sobre la teoría de la conspiración del 11-M que su partido llevó al Congreso de los Diputados no fueron cosa suya sino de su portavoz parlamentario. Con esa respuesta, Rajoy asume una situación aún más vergonzosa de lo que ya sería admitir que se equivocó al dar volumen a la manipulación sobre el mayor atentado terrorista de nuestra historia. O bien es un mentiroso que no asume su responsabilidad en este patético episodio bórico, pues culpa a sus subordinados, a Eduardo Zaplana en este caso, de decisiones que él tomó. O bien es un incompetente, incapaz de gobernar su propio partido, su propio grupo parlamentario. A su propio portavoz.

4-
Zaplana será diputado raso. No es casual que el anuncio de su salida, media hora antes de su destitución, se produzca con Rajoy de visita a Valencia con Francisco Camps como anfitrión. El PP está en las fallas y Zaplana no será el ninot indultat. Acebes, más querido por su partido y por el propio Rajoy, tendrá un futuro mejor, pero también parece que queda fuera. ¿Basta con que dos cambien para que todo siga igual?

5-
Esperanza ha perdido la primera batalla, pero no se rendirá. Y no ha ganado Rajoy, sino Camps. El presidente de Valencia quiere repetir la jugada de Aznar en el 89, y dejar la presidencia autonómica a meses de que toque votar. Mientras tanto, ha usado a Rajoy como tapón, para evitar que Esperanza diese jaque mate en tres días. Otra cosa es que, dentro de tres años, Rajoy se deje mover del sillón.

6- El tsunami bipartidista del que habla Llamazares existe. El epicentro lo tiene justo debajo, pues es tan cierto que la ley electoral es injusta como que siempre ha sido igual. Izquierda Unida ha perdido la mitad de sus votos en 12 años. En dos legislaturas más puede desaparecer. Es una mala noticia. Y lo peor es que IU no depende sólo de su capacidad de renovación (de momento, con Llamazares enrocado en su escaño, tanta como en el PP) sino también de cómo se muevan las dos grandes placas tectónicas de la política española. IU sólo puede subir si el PSOE se hunde, como en la primera mitad de los 90. O si el PSOE se dispara y un PP a distancia deja de dar el miedo que da hoy.

7-
Qué ironía: la fuerza política que más influye en el resultado de muchos partidos de izquierda es la derecha, es el PP. Otro ejemplo más es ERC. Fue Aznar el que movilizó el voto necesario para que Esquerra pasase de un diputado en el año 2000 a ocho en el 2004. Ha sido el miedo a Rajoy –ayudado por los propios errores de ERC– el que ha deshinchado el globo al mover gran parte de ese voto al PSC.

Dicen algunos nuevos teóricos del progresismo, ante la crisis mundial de la izquierda desde los años de Thatcher y Reagan, que la mejor manera de definir a la izquierda es como contraposición ante la derecha. Desde el fin de la Guerra Fría y la consagración del pensamiento único en la economía, nadie duda en reconocer a un político de derechas. Pero los políticos de izquierdas se encuentran permanentemente cuestionados por muchos de sus votantes, que recriminan a sus líderes no ser lo bastante rojos.

La derecha permanece sólida y definida mientras que la izquierda se muestra borrosa, difuminada. Ya que la derecha sirve de punto de referencia, definamos la izquierda como lo que no es derecha, dicen estos teóricos. El pasado domingo, muchos votaron así: a la contra y no a favor. ¿Un Rajoy más moderado en las formas habría ganado? Tal vez. Y eso es algo en lo que Zapatero debería reflexionar.


mar 12 2008

Tres opiniones sobre la crisis de Izquierda Unida

Carlos Taibo: Resulta difícil sustraerse a la conclusión de que la gestión de Llamazares y de su equipo no ha estado a la altura de lo que se esperaba. Al respecto lo común es que se formulen dos acusaciones precisas: si la primera señala los efectos perniciosos de la proximidad que IU ha mostrado para con el Partido Socialista a lo largo de la legislatura recién cerrada –para qué votar a la copia si uno puede votar al original, habrán pensado muchos electores–, la segunda subraya la eventual vacuidad de una propuesta, la roja, verde y violeta, que habría descafeinado las señas de identidad de la coalición y habría propiciado una suerte de oposición blanda al gobierno de Rodríguez Zapatero. No faltará quien se sienta tentado de agregar que los devaneos de IU con determinadas formaciones nacionalistas de la periferia bien pueden haber dañado las expectativas electorales. Más en Dominio Público

Pascual Serrano: Es verdad que en el periodo de Julio Anguita IU llegó a tener más de veinte diputados, pero, además de por el mérito indiscutible de aquel coordinador, fue por una determinada coyuntura política caracterizada por un PSOE desautorizado desde el punto de vista ideológico por aplicar políticas de derecha (privatizaciones, políticas laborales respondidas en huelgas generales), un corrupción trepidante sin precedentes en nuestra democracia, su guerra sucia contra ETA y una derecha que se presentaba como centrada a la que nadie tenía miedo. En realidad, como ya escribieron algunos analistas entonces, aquel voto de IU era prestado, procedente de socialistas indignados por la corrupción que, una vez saneada la imagen de su partido vuelven a votarle años más tarde. Es muy difícil que se vuelva a dar ese panorama, o dicho de otra manera, se necesita llegar a la corrupción de los gobiernos de Felipe González y a una imagen centrada del PP para que IU pueda aspirar a esa representación. Más en Rebelión

Ricardo J. Royo-Villanova: Lo de IU no se resuelve en una asamblea apresurada y sin tiempo para el debate real, en la que las diferentes direcciones hacen sus encajes al margen de la militancia -a la que reservan el papel de brazo de madera- y de espaldas a la sociedad, y ya está. Si se pretende dar cerrojazo en junio, la próxima vez serán trescientos mil votos repartidos por toda España y ningún diputado. Luego nadie y luego nada. O sea, como el CDS. Y lo tendremos merecido, por gilipollas. Más en A Sueldo de Moscú (y 2).


mar 10 2008

La niña de Rajoy sonríe en la foto

foto EFE

La actual situación del PP se resume en esta foto, la del balcón de Génova en la noche del domingo. Mariano Rajoy fuerza una sonrisa ante sus fieles más acérrimos, que gritan a Zapatero que dimita a las dos horas de ganar las elecciones. Está cansado, agotado, harto. Le abraza su mujer, Viri. Está tan cansada, tan agotada y tan harta como su marido, pero no lo disimula tan bien. De fondo, en un segundo plano tras el cristal, la lideresa sonríe. Es su noche, y por eso no pisó el balcón.

La niña de Rajoy, al final, se llamó Esperanza. Y Esperanza no quiere esperar. Sí, es cierto que el PP ha subido este domingo, que ha mejorado los resultados de hace cuatro años. Pero la derecha ha vuelto a perder y muchos de sus barones, del partido y de los medios, no están dispuestos a conceder a Rajoy esa tercera oportunidad que sí tuvo Aznar. Eran otros tiempos, dicen ellos, pues el PP no había sido entonces un partido de gobierno. Y hay una diferencia fundamental: Aznar quería. Y parece que Rajoy no quiere seguir.

“Mariano no es una persona que necesite trabajar como político para comer, viviría mejor como registrador de la propiedad”, explica un dirigente del PP. “Y eso, en lo personal, desgasta mucho”. Hace cinco años, Rajoy y Rato competían por suceder a Aznar. El domingo, horas antes de que Rajoy se asomase al balcón de Génova para reconocer su segunda derrota, su viejo rival, Rodrigo Rato, anunció su enésimo trabajo bien pagado: un nuevo puesto asesor, esta vez en La Caixa, que redondeará aún más su rentable pluriempleo. Fuera de la política los hay que viven mucho mejor.

Mientras Rajoy prepara su salida, la derecha mediática le da por amortizado. Ha empezado poco a poco e irá a más si Rajoy cambia de idea e intenta seguir. Sus viejos aliados, los que le arrastraron hacia las posiciones más extremas, los que le han hecho perder, recurren ahora al cinismo. Pedro J. pide “una renovación en el PP” y Losantos dice que “algún cambio habrá que hacer”. La victoria tiene muchos padres. La derrota, aunque sea una derrota dulce, siempre es huérfana.

———–

Unos pisos más arriba, en el mismo sitio y a la misma hora…


mar 10 2008

IU al menos no pierde el humor

Los Monty Python ayudan a IU a pasar el mal trago de las elecciones


mar 10 2008

¿Debe seguir Mariano Rajoy al frente del PP?

Según una encuesta en elmundo.es, donde Pedro J no perdona una bala, la respuesta es no.


mar 10 2008

Gran éxito de la ley de Igualdad en el Congreso

En la anterior legislatura, había en el Congreso 125 mujeres de 350 diputados.

Este año, después de que la ley entrase en vigor, esa cifra se ha quedado en 124.

El PSOE, el partido que impulsó la ley, tiene cuatro diputadas menos que hace cuatro años, a pesar de que ha aumentado en escaños.

El PP, que la llevó ante el Constitucional, tiene una diputada más que en 2004, a pesar de que también sube en escaños.

(En los ayuntamientos se notó algo más)


mar 10 2008

La resaca

Iñigo Sáénz de Ugarte: Rajoy ha sido derrotado pero, al igual que Felipe en 1996, se puede permitir el lujo de interpretar los números a su manera. El aumento del censo electoral le ha permitido superar la barrera de los diez millones de votos. A día de hoy, puede seguir al frente del PP si quiere. En los próximos días, todos los dirigentes de su partido repetirán el teatrillo que representaron después de los debates. Aparentar que son más fuertes que antes. Sonrisas de oreja a oreja. Grandes felicitaciones a los líderes regionales que lo han hecho bien y discretos silencios sobre los que han fracasado. Más en Guerra Eterna

Soledad Gallego-Díaz: La legislatura será complicada. Arranca con una serie de temas impuestos, desde la importante decisión del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de autonomía de Cataluña hasta la desaceleración del crecimiento económico, que exigiría un cierto consenso entre los dos grandes partidos. No parece que este nuevo Parlamento, tan polarizado como el anterior y reflejo de un país preocupantemente dividido, pueda propiciar esos acuerdos. Más en El País

Ernesto Ekaizer: La política de polarización ha llevado finalmente a la reacción de los votantes socialistas. Y sobre todo hay que subrayar que esa política ha facilitado el voto útil a favor del PSOE, el de unos 300.000 electores de IU y otros tantos de ERC. Rodríguez Zapatero se puede dar con un canto en los dientes. Su contador está ahora a cero. En cierto modo ha capitalizado por segunda vez los errores del PP. Más en Público

Enric Juliana: Los catalanes han votado mayoritariamente a Zapatero para frenar al PP. Y la culpa es de Federico. Evidentemente, el locutor de la COPE no es el único artífice de la estrategia del PP, pero ha demostrado ser el más conspicuo ideólogo del anticatalanismo. Políticamente, se trataba de utilizar Catalunya como factor de movilización en toda España. Comercialmente, el anticatalanismo ha resultado ser muy rentable, puesto que ayuda a fidelizar lectores y oyentes. Con el anticatalanismo incluso se gana dinero. La estrategia ha funcionado bastante bien en Madrid, en la Comunidad Valenciana y en Murcia, pero no así en el resto de España. ¿Hasta cuándo el PP seguirá apostando por el “federiquismo”? Más en La Vanguardia

Jesús Maraña: Durante estos cuatro años, el PP –aunque lo creyera– nunca se ha planteado en serio el objetivo de volver a gobernar España, sino el de echar a Zapatero de La Moncloa. Y no es lo mismo. Cuando la política se guía por el rencor echa mano de cualquier arma, y tanto le sirve la utilización de las víctimas del terrorismo como la exageración permanente en la crítica al adversario. Más en Público

Juan Varela: La crispación ha perdido. Gana la voluntad de una España plural y permisiva, con pocas imposiciones. Un país que quiere vivir en paz y con un alto grado de derechos sociales y civiles. Pero hay otro país. Uno que escucha a la Conferencia Episcopal del cardenal Rouco, defiende la religión en la escuela, se abandera en un nacionalismo español rancio y alienta el miedo al otro. A todos los otros: a los que no piensan igual o al menos no se somenten, a los extranjeros, a los que se distancian de una historia repudiada. Y la grieta histórica entre esas dos Españas de Unamuno, Ortega, Cernuda, Goytisolo y tantos crece. Más en Periodistas 21

Arsenio Escolar: El empate virtual entre PSOE y PP, que indicaban muchas encuestas durante la campaña, ha acentuado tanto el voto útil de izquierdas a favor del PSOE que ha precipitado el batacazo de IU y la dimisión de Llamazares. Pasan de 2,64 millones en 1996, 1,38 millones en 2000 y 1,28 millones en 2004 a bastante menos de un millón de votos ahora. Si IU no encuentra rápidamente un líder con tirón y nuevas ideas, en las próximas elecciones puede desaparecer y dejarle el voto estatal de izquierdas en monopolio al PSOE. Como se lo dejó el CDS al PP cuando desapareció en 1996. Más en 20 Minutos


mar 10 2008

Y la izquierda salió a votar

Ha ganado el Zapatero que se atrevió con la reforma territorial que necesitaba España, el que intentó acabar con ETA, el que legalizó el derecho de los homosexuales al matrimonio, el que trajo a las tropas de Irak, el que amplió la protección social de los más necesitados con la ley de Dependencia, el que subió el salario mínimo.

Zapatero ha vuelto a ganar, a pesar de ser el presidente que tuvo enfrente a la derecha política y mediática más crispada y cavernícola desde que llegó la democracia. Ha vencido el socialismo que dio independencia y pluralidad a la televisión pública, aunque eso significase perder la mayor máquina de propaganda que vieron los tiempos. Ha ganado el PSOE que ha permitido que este sábado viésemos al Chikilicuatre triunfar en la final española de Eurovisión en la misma TVE que, hace cuatro años, en la jornada de reflexión más dolorosa, emitió a esa misma hora un documental sobre el asesinato de Fernando Buesa a manos de ETA.

Ha ganado la izquierda. Y lo ha hecho de forma clara.

El análisis de los resultados no ofrece muchas dudas. No ha vencido el PSOE calculador que tuvo miedo de pactar Navarra sino el PSOE valiente y progresista que sí que se atrevió a un gobierno de izquierdas en Catalunya. Los guiños al centro, las concesiones ante el acoso y la manipulación de la derecha, no han dado ni un voto a este proyecto, pues el aumento del PSOE se produce a costa del retroceso de otros partidos de izquierdas, especialmente de Izquierda Unida y ERC, cuyos votantes han dado su apoyo a Zapatero ante el miedo al PP más radical.

Los derrotados son muchos pero destaca uno otra vez, el mismo perdedor del 2004: la mentira. Durante los últimos cuatro años, la oposición de la derecha, la del PP y su coro mediático, ha sido tan dura o más, tan crispada o más, como la que acabó con Felipe González en 1996. Ni siquiera el sindicato del crimen que conspiró contra el viejo PSOE hasta, en palabras de uno de los conspiradores, Luis María Anson, “poner en peligro la estabilidad del Estado”, se atrevió entonces a tanto como hemos visto en estos años. Y había una gran diferencia: en aquella época existían algunos motivos reales, y no inventados, que sirviesen de coartada para tensar la convivencia hasta el extremo.

Hoy la nueva realidad del Partido Popular es su realidad de siempre: esos diez millones de votos que siempre consigue, haga frío o haga calor, desde hace cuatro elecciones generales y que son, al mismo tiempo, su techo y su suelo. Se cumple la norma: en España, las elecciones las gana o las pierde la izquierda, que es la que escoge entre votar o quedarse en casa. Ayer votó.

Con todo, Mariano Rajoy salva los muebles. En Génova respiraron aliviados cuando vieron, en el dato de las seis de la tarde, que la participación esta vez no iba a ser tan alta como en el año 2004. Con dos puntos más de participación y la polarización que hemos vivido en estos comicios, los más bipartidistas de la historia, el PSOE estaría hoy en un paisaje muy distinto, el de la mayoría absoluta.

La derecha tiene ante sí un escenario conocido en España: el de la derrota dulce. Puede argumentar que crece en escaños y en porcentaje de votantes. Ya lo hizo anoche, celebrando su derrota casi como si la niña se llamase Victoria, en vez de Esperanza. Pero se engañaría a sí misma si viese en la estrategia de estos últimos cuatro años el camino de vuelta a la Moncloa.

El PP jamás podrá volver al Gobierno mientras provoque tanto rechazo en Catalunya, una comunidad autónoma donde reside otra vez la clave de la victoria socialista. El PP, cada día más, es un partido nacionalista español, entendida esa España como el rechazo a la identidad plural de esta nación de naciones. Y con ese discurso se puede mandar en muchos ayuntamientos, en muchas autonomías. Pero es casi imposible gobernar para todos.

Zapatero tiene cuatro años más por delante donde no tendrá problemas para cumplir con su programa. Tiene un escenario más fácil que hace cuatro años y podrá pactar con relativa tranquilidad. Ahora se puede atrever con muchas de las cuestiones que quedaron pendientes durante su primer mandato.

Es el momento de abordar problemas como la prometida reforma de la hipócrita ley del aborto, para que no sea necesario que las mujeres tengan que mentir a un psicólogo si quieren decidir sobre su cuerpo. Ha llegado el día para que el PSOE pueda separar a la Iglesia del Estado en una división que está por hacer en este país desde el siglo XIX. Es la ocasión para afrontar la reforma de la Justicia, para aumentar los derechos sociales, para profundizar en las libertades.

Zapatero ha ganado por la izquierda. Dentro de cuatro años, será otra vez la izquierda la que salga a votar. O la que se quede en casa.


mar 09 2008

La participación baja

Segundo dato: a las seis de la tarde, dos puntos menos que en 2004.


mar 09 2008

Primer dato

La participación es un pelo más baja que en 2004: 40,48% frente al 41,02% de los comicios pasados | Datos por comunidades: Madrid está en 41,67%, Valencia alcanza el 47,57% mientras que Catalunya y Andalucía se quedan en el 39%. Parece muy apretado, pero desde el PSOE aseguran que la participación, en Madrid y Valencia, está siendo más alta en barrios y pueblos tradicionalmente de izquierdas. Y que, en Catalunya, ha hecho mal tiempo esta mañana, pero después ha mejorado. Veremos.


mar 08 2008

“Nada más. Que lo quiero”

Es difícil escuchar las palabras de Sandra Carrasco, la hija mayor de Isaías, sin que algo tiemble. “Estoy muy orgullosa de mi padre. Y sólo puedo decir que han sido unos hijos de puta. Nada más”. Y Sandra, la joven de 19 años que ayer intentó reanimar a su padre, que le vio agonizar ensangrentado en la puerta de su casa, se queda en silencio mientras se hace la valiente y aguanta las lágrimas frente a los micrófonos de los periodistas. Y termina su discurso. “Que lo quiero”.

Extremadura, tres: Cáceres, Badajoz y San Andrés. Así es la broma despectiva con la que algunos en Mondragón se refieren al barrio donde vive esta familia, hoy rota. San Andrés es un barrio obrero, de inmigrantes de la España pobre del franquismo. El padre de Isaías Carrasco, el abuelo de Sandra, era uno de ellos. Había nacido en Morales de Toro, en Zamora, y se fue al País Vasco en busca de trabajo, de un futuro. Sandra nació allí, y se nota. Si se hubiese criado en Zamora, probablemente no habría dicho “que lo quiero” sino “que le quiero”. Sandra es vasca hasta para eso, por mucho que su familia, para algunos, siga siendo una familia de maketos.

Es un pueblo muy jodido, hay que ser muy valiente para meterse en política allí sin ser nacionalista”, me cuenta por teléfono un presidente autonómico mientras regresa del funeral de Isaías. “Todo estaba lleno de pancartas sobre los presos de ETA, las persianas de muchas de las casas estaban bajadas, se notaba el miedo”. En los balcones del Ayuntamiento, mientras el féretro entraba en la iglesia, varios francotiradores de la policía vigilaban para que hoy no hubiese otra víctima que llorar. Hasta ayer, en ese mismo balcón municipal donde gobernaba ANV con el respaldo de IU-Ezker Batua, colgaba una pancarta de apoyo a los presos. “Muy jodido”.

Sandra Carrasco pide a la gente que vote y otra cosa más: “Que el asesinato de mi padre no sea manipulado por nadie. No lo voy a tolerar”. Ojalá sea así, pero no tengo mucha esperanza en ello. Si el PSOE gana mañana las elecciones, habrá miserables que resten legitimidad democrática al resultado del mismo modo en el que ya lo hicieron en marzo de 2004.

Sandra tiene 19 años. En unas semanas volverá a ser una joven anónima. Tal vez siga viviendo en Mondragón, en San Andrés. En la misma casa frente a la que vio agonizar a su padre.


mar 08 2008

Balas contra votos


mar 07 2008

Así vota ETA

Isaías Carrasco había renunciado a la escolta porque, como decía un amigo suyo, “le jodía la vida”. Porque pensaba que, después de haber dejado de ser concejal, ni siquiera los del tiro en la nuca tendrían interés en matar a un pobre obrero que se ganaba la vida en la cabina de una autopista de peaje.

A ETA la califican sus actos y el de ayer no puede ser más cobarde. ¿Qué hay de heroico en esperar a un hombre indefenso en el portal de su casa para descerrajarle cinco tiros a unos metros de su mujer y de su hija? ¿Qué lucha, qué nación, qué idea puede justificar tal injusticia? ¿Cómo entender que, después de tantos asesinatos, aún haya decenas de miles de personas en Euskadi que todavía hoy justifiquen esta locura?

Tras las balas, los últimos mítines se quedaron mudos. Pero, para el PP, la campaña no acabó con el asesinato de Isaías Carrasco. “Todo el mundo sabe lo que yo pienso”, afirmó Rajoy tras el atentado. Y parecía que lo iba a dejar ahí, en una calculada ambivalencia, hasta que Ignacio Astarloa salió en rueda de prensa para explicar lo que su jefe piensa y no quiso decir. El secretario de Justicia del PP anunció que su partido se sumaba al resto del Parlamento en una declaración conjunta de condena del atentado. Pero la ilusión de la unidad contra ETA duró apenas diez segundos, hasta que Astarloa explicó que el PP ponía dos peros a la declaración conjunta que acababa de firmar: que el texto no añadiese el rechazo a la negociación con ETA y que no se anulase la resolución aprobada por el Congreso, que permite hablar si no hay violencia.

Eran los dos mismos peros que, horas antes, había puesto la AVT.

Después de los últimos cuatro años, era iluso pensar que el PP iba ahora a rectificar, el último día, el siniestro uso electoralista que ha hecho del terrorismo. Desde sus medios afines, ya ha arrancado una estrategia a la desesperada para ganar las elecciones que hoy puede ir a más: convertir la votación de mañana en un plebiscito sobre la negociación con ETA.

A través de SMS, ya han empezado a circular convocatorias para manifestarse contra Zapatero en la jornada de reflexión. Para algunos, es como el partido de vuelta del 13-M y ven paralelismos donde sólo existe su reflejo distorsionado de la realidad. Si Zapatero gana otra vez este domingo, algunos dirán que de nuevo es gracias a un atentado terrorista. Hace ya mucho que todo vale para ellos.

Lecciones de ética, por Francisco José Alcaraz: “Es inmoral que Zapatero juegue al victimismo cuando tiene abierta la negociación con ETA”. No fue la única vileza del día del presidente de la AVT. Tras conocerse el asesinato, su asociación convocó una manifestación de repulsa del atentado para hoy sábado que, poco después, desconvocó. ¿La razón? De repente descubrieron que hoy es jornada de reflexión. ¿La verdadera razón? Es probable que alguien desde Génova llamase a su filial para que plegase velas, que hoy no venía bien. Un dirigente del PSOE, en privado, lo resume en una frase: “Menos mal que la víctima no era del PP”.


mar 07 2008

Eva se desnuda

http://evasedesnuda.blogspot.com


Página siguiente »