jul 21 2007
De Piqué y otras mentiras sobre el PP
Juan Carlos Escudier
Que nadie se empeñe en vislumbrar algo parecido a una crisis en el PP por este desagradable incidente de la dimisión de Piqué. Crisis es una palabra que no figura en el diccionario de esta gran familia, cuyo escudo nobiliario es una piña sobre campo de hormigón, lo que da idea de la solidez de esta derecha nuestra donde jamás hay grietas y mucho menos disensiones, donde todo el mundo piensa igual y comparte el mismo proyecto de partido, de España y hasta de piso piloto.
Lo de Piqué -ya lo explicará Acebes, que tiene el don de la palabra- es una prueba más de la inquebrantable unidad de los populares, porque si el de Vilanova i la Geltrú se aparta voluntariamente no es para expresar rechazo sino para facilitar el consenso, hermosa palabra heredada de esa transición donde el PP hunde sus raíces más profundas y nobles. Estamos en consecuencia ante un acto de amor a los ideales que los adversarios malinterpretan por malicia o por simple desconocimiento de lo que es una renuncia generosa y constructiva.
Lo hemos visto en otras ocasiones. ¡Cuántas mentiras se han vertido! Se dijo primero que fue un dedo de Aznar quien decidió que el sucesor fuera gallego, como si hubiera mayor canto a la democracia que el líder, con su enorme sabiduría, interprete, no ya la voluntad popular, sino lo más adecuado a sus intereses, que son los de todos. ¿Acaso en los testamentos se decide por mayoría quién será el heredero?
Claro que no quedó ahí la cosa. Se mintió más. Se añadió que Rodrigo Rato no fue entonces el elegido porque la esposa del líder, mujer de rectas costumbres, no podía admitir que el vicepresidente relajara su moral al punto de disolver su matrimonio y descubrir de nuevo el amor en otros brazos. ¡Otra patraña! ¿Acaso no convivían armónicamente en el mejor Gobierno que ha tenido España desde los Reyes Católicos dos legionarios de Cristo como Acebes y José María Michavila y un miembro del Opus como Federico Trillo con ese hombre apasionado que era y sigue siendo Francisco Álvarez Cascos?